lunes, febrero 23, 2015

LOS CARTÍLAGOS DEL ALMA



Cómo se detiene el tropel de lágrimas
que brota de los desarticulados cartílagos
del alma

Cómo se recompone la noche
cuando el día la hace cautiva de sus intemperancias

Cómo se doblega la altivez del grito
cuando las cuerdas del laúd  las confiscaron
los gendarmes de siempre para atarle
la luz a los girasoles

Los hijos duelen hasta en los huesos
y sus heridas son como una muerte lenta
que nos avasalla un murmullo en busca
de un cauce de aguas un vagón que ha
perdido el itinerario de sus estaciones

Hiere con voracidad de fragua la dentellada
de un tiempo desprovisto de calendarios
que repite incesante su estructura de vacíos

Destroza la estructura ilusionista de la
mirada el horizonte vertical de los fuegos
que jamás han conocido el dúlcimo
aroma de los pandehorneros

Quiebra la armónica concordancia de
las sístoles el golpe que se anida forajido
en el atropellado zaguán de la ternura

Y sin embargo amanece el cardenal
más allá de las tormentas que deshabitaron
el espacio de sus caricias
apela el azulejo a su altivo plumaje
para dibujarle cielos a las sombras que
opacan el ritual de besos que nacen
del oleaje azul de su vuelo
y el destello amarillo de un tejerito
rompe al fin los linderos de la tristeza

¿Acaso con ese equipaje frugal y amoroso
no se podrá vencer el furor de los odios
detener el filo de de los metales y rescatar
la atemperada musicalidad de las risas
que parimos en ofrenda al porvenir que
nunca alcanzamos?

foto y texto / mery sananes
10 de junio del 2011


2 comentarios:

El Toro de Barro editorial dijo...

No creo que nunca se pueda vencer el ritual del odio, por más intensa que sea la "voracidad de fragua" de nuestro corazón y de nuestra sabiduría. Pero es de agradecer que alguien arroje sobre la mesa su sospecha de que esto puede ser posible, y que lo haga -como tú lo haces- con la misma inistencia con la que un joven muchacho golpea su tambor en medio de la noche.
Quiero agradecerte mucho las palabras que has dejado en Cartas en Noche, que comparto en su totalidad, aun cuando no siempre logremos ser realmente libres del peso de los rituales literarios y vitales del tiempo del que formamos parte. Y por supuesto que puedes comunicarte conmigo. Mi dirección de correo electrónico es
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Y ahora, si me permites, seguiré dando un vuelta por este espacio insólito en el que tú creces y creces...

Carlos

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

El alma tiene sus rituales y canta la voz de la esperanza por un nuevo día mejor.

Tus preguntas son fundamentales y hago eco de ellas, no importa si para llorar por los caídos o para llenar más cuartillas con el mismo tema de dolor.

En todo caso, generas en mí el espasmo vital que hace brotar más poesía:

GRacias Maery