lunes, enero 12, 2015

ALQUIMIA



 


ALQUIMIA

De mi ser y de mi alma
De mi esencia,  mi yo
de mis sentidos
Depuración profunda
de mi totalidad
en un viaje astral
Al  Infinito
que es camino
y es búsqueda
del no ver, de sentir
de soñar
Sin hacer concesiones
Sin escapes banales
Sin apegos, sin voz
Solo Yo, íngrima

Es subir por la escala
de ese tiempo
que es camino lineal
de mi venida
para buscar
la Eternidad del alma
del No Tiempo que es eso 
sin medida
Y así amar lo que soy
en la Conciencia
de esa chispa divina
que es eterna
 en el ir y venir
que me defina

Eternidad-esencia
yunque y fragua
que pulieron en mi
cada venida
con la Conciencia
abierta del regreso
y la fe del hacer
en mis batallas
esa depuración
profunda, intensa
para ir a la fuente
de los días

Y supe de la Tierra
de su magia,  
mi Barro, mi Energía
Supe también del Sol
de sus misterios
de mi andar-desandar
lucha y porfía
para hacer de mi Esencia
la razón de volver
vida tras vida

Así supe de Espíritu
y Materia
Del Mundo que se toca
o se adivina
De ese sentir la Plenitud
del alma
en hallazgos de Luz
y de Energía
con danza de Colores
y de Música
que enaltecen
el Ser en su alegría
Al saber del amor
su quintaesencia
y encontrar
el sentido
de la  Vida.

Alquimia de mi Ser
Siembra y ofrenda
confirmación de Fé
Conciencia, Vida
Intercambio de Amor
que nutre el alma
Fraternidad, calor,
dulces encuentros
con  lo Trascendental
que en mis impulsos
me acerca al Don eterno
sin medida

Zaira Andrade


Zaira


Si no te conociera, te leería asombrada. Pero el asombro mayor sigues y seguirás siendo siempre tú.

Te radiografías, te dibujas, te defines, te designas, haces el mapa cósmico de tus travesías, las pasadas, presentes y futuras.

Firmas las señales de eternidad que lleva cada ser vivo en su ADN, así sea hoy piel y mañana aire, fuego, suspiro o galaxia.
Sabes abarcarlo todo desde el diminuto piquito de un colibrí. Nada te es ajeno ni distante. Y por eso te adueñas del universo a sabiendas de  que eres una parte de él que lo reproduce en toda su magnificencia.
Hermoso, preciso, certero, aromado, inmenso, profundo.
Cuántas más palabras tendría que inventar para nombrarte mi Zaira de la vida. Nunca me habrán de alcanzar.

Pero sí alcanza el amor que hace tu recorrido y va donde tú vas y tienes espasmos cuando tú los tienes, y le duele el alma cuando a tí se te acurruca entre los párpados.

Alcanza el abrazo y el regazo que nos pertenece.

mery sananes
11 de enero del 2015

1 comentario:

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Todo el amor y todo el reconocimiento de una ser gigante y hermoso, dador de vida desde su regazo y su "pequeñez".

Gracias por compartir esa ALQUIMIA