domingo, octubre 26, 2008

RAÚL SEGNINI - LEVÁNTATE Y MIREMOS




Raúl Segnini es un poeta de aquellos que surgen cada cierto tiempo para dejar testimonio de una palabra única. Pero como suele ocurrir, cuando la palabra trasciende los ruidos metálicos de las griterías sordas, lejos de gravitar en los arpegios del viento, encuentra su hospedaje en el silencio. En ese Otro silencio (Caracas, CPT-UCV, 1996, 98 p.), que se construye el poeta, y en aquel que se levanta para amurallar los destellos que se escancian en su interior.

De allí que sus versos sean casi clandestinos, subrepticios, silentes. Sólo que la terca persistencia de quienes conocimos la materia exacta de que estaba hecho este poeta, y fuimos tocados por el ardiente acantilado de su diáspora, regresamos cada octubre de su encantamiento, a sembrar de nuevo en las especies del corazón, el canto apesadumbrado de una ternura que sin piedad nos nombra y nos designa en ‘la abertura herida de la tierra’.



LEVÁNTATE Y MIREMOS

Levántate y miremos el dragado interno
mostrando la filosofía
de cada elemento vital de subsistencia.

Nada nos ocultará en su origen
el por qué de las varillas doradas
que irradian fibrillas hidrógenos
calcinando hasta el último hoyuelo
grabado alrededor de todo extremo interminable.

Miremos la abertura herida de la tierra:
ella no tiene aún una base que suspenda
los huesos despegados de la tróclea,
ni las cajas vacías en el ápice
de una tumba proletaria.

Nada nos avasallará,
ni el humo esparcido por las venas
para estrechar con paliativos de musgo
las articulaciones recias del tejido
esponjado de la carne.

Levántate y miremos
que no ha mudado las escamas el viento.
Aquí, atisbando
hasta el último ojo ennegrecido
los alvéolos de arcillas derretidas;
contágianse de vértice a vértice
la pobreza regada en el humus
de las columnas geográficas.

No ha pasado del todo el invierno.
No han mudado del todo las hormigas corales
las arterias en los facsímiles
del contiguo pensamiento.
Se han mostradp para sí
los encarpados parajes,
escindidos en los agujeros
de las voces e complementadas peñas.
de falseadas dimensiones.

No ha pasado aún el por qué de los rostros seniles.
No han llegado todavía las arterias del humo.

Levántate y miremos
el dragado interno de los brazos
caminando hacia el limítrofe esquema del país.



27 de octubre del 2007

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