jueves, noviembre 30, 2023

HACIA UN BOSQUE DE LUCIÉRNAGAS






En este último día
del mes de noviembre
diciembre se adelanta
engalana las hojas secas
con sus galas 
de lumbre blanca
y se derrama sobre
todas las superficies
escribiendo arpegios
de amor sobre la 
tierra

El blanco toma
su espacios sin rubor
alguno
sabe que tras cada
una de sus estrellitas
se resguarda un 
arcoíris
y una memoria
milenaria 

Y que ha de dibujarle 
al corazón de los grises 
 sus más hermosos matices 

Mientras las raíces
regresan a su tarea de
hacer crecer la belleza
de una nueva estación
y los tallos de las flores
se quedan erguidas
aguardando el milagro
de su renacer

Ay si el hombre
pudiera al menos
configurar en su desvivir
la lección del invierno
y la fortaleza de la flor
este mundo de llanto
se convertiría en un
paisaje para la alegría
un canto sin nombre
esparciendo en el bosque
la eterna luminaria
de las luciérnagas 



texto / mery sananes
imagen / de la web
30 de noviembre del 2023



Antonio Vivaldi
El Invierno
Las Cuatro estaciones








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miércoles, noviembre 29, 2023

CONJUGAR EL ABECEDARIO DEL INVIERNO





Ay de la luna
que en el comienzo
mismo de su menguante
la nieve ha tomado
su paso
arrebatándonos la alegría
de asomarnos
a buscarla en los
amaneceres




 
Aun el fulgor del sol
procurar traspasar
el velo del agua
convertida en copos
que parecen florecer
en las ramas desvestidas
de los árboles





Y nos dice que hay
que aprender a conjugar
el abecedario del invierno
para hacer de los días
y noches un refugio
de estrellitas luminosas
dándole de beber a
la tierra que las aguarda




 
Mas como dejar que
el concierto del invierno nos
haga extraviar la presencia
de seres que carecen de
un refugio un techo un
manojo de troncos para
encender una fogata que
les devuelva el calor
que requieren para
sobrevivir

 



 Y se mezcla en nosotros
el misterio del agua y el
del llanto de las madres
que no pueden arropar
a sus hijos sino con la
llamarada de su amor


 



Ay de este mundo en el
que los denominados
humanos no han podido
resolver el enigma de un
vivir compartido



 
Y la lúdica visión del
invierno se nos vuelve
un cristal roto un espejo
sin envés
una pena de penas
mientras seguimos
aguardando la conversión
del hielo en fuego
y del fuego en brasa
y la brasa encendida
en la risa de los niños
arropados en el
mágico calor de las
madres y de un vivir
sin congojas y penurias





 
Y del invierno aguardamos
toda resurrección
de un vivir que alcance
a cada niño en este
desolado mundo en el
que nos toca ser
más que nunca voz
canto y esperanza  
 
 
texto y fotos
    mery sananes
29/11/23 

 

 Antonio Vivaldi
Andante RV 277


 

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lunes, noviembre 27, 2023

HACIA UNA PALABRA-PÁJARO



IMAGINERÍA DE LA PALABRA

HACIA UNA PALABRA-PÁJARO


Con la ilusión de alcanzar
la palabra-pájaro
que en vuelo sobre sí misma
funde al fin
la preterida historia
 del hombre


LA PALABRA-ADAGIO

La palabra, ese arrullo que se adormece en la garganta, queriendo convertirse en música, en adagio que remonte las estancias de la ternura hasta convertirse en un beso alado y vivo, que siembre mandarinares en los rostros, pomarrosares en los huertos, aromerías en la vida.

Ese grito perplejo, que viene de las profundidades de los pozos buscando un párpado que la ataje y la haga suya hasta convertirla en piedra de honda, en guijarro que desciende hacia el río, en corteza de un bosque que aún no ha nacido.

Esa disonancia que se convierte sin querer en grieta, herida, tumulto de lágrimas que no la contiene alfabeto alguno, sino que se derrama como un arroyo desbordado sobre la sed de quienes no tienen risa ni suspiro.

Esa arma que se carga de dolores tercos, que desenvuelve sin pudor el cristal de su inocencia para dinamitar muertes, como si fueran estrellas fugaces de un firmamento que ha perdido su luz.

Ese invento inútil del hombre por alcanzar la sonrisa del hermano, que se convirtió en piedra de amolar fuegos ajenos y extraños, en los que se perdió la transparencia  de una risa sin congojas.

LA PALABRA-ESPEJO

Ese errático estatuto de injusticias, de proverbios amañados, de salmos sin ánforas de miel y de mirra, de voces apagadas y cuentas opacas sin mágicos abalorios en los cuales inscribir la vida.

Ese juguete aromado que se dobla y quiebra en simetrías y acordes para ajustarse a un ritmo y un corte que es un delirio de sueños sin despertares, de acompasados versos que caen en el precipicio de un canto quebrado que no encuentra su camino en la escalinata interminable de los deseos.

Esa huella de cicatrices clavadas en el costillar como un ritual fúnebre que no sabe descifrar la magnitud sonora de un latido sin traducción ni ortografía.

Ese cuchillo que destroza la piel de los encantamientos y la luz de las fulguraciones hasta convertir el sobresalto del día en un tropel de oscuridades.

Ese rictus sin melancolía ni esperanza que se dibuja en los rostros sin palabras ni alarido.

Ese párpado desprovisto de pupila que deambula ciego sobre las frondas de un tiempo que no reconoce como suyo.

Esa anfitriona que endulza y embauca, domestica y paraliza, seduce y condena, hasta apagarse en si misma como un candil sin cedazo.

Ese tumulto de florerías que se quedó atrapado en los solares del olvido, que no logró acampar en el hemisferio central de un corazón enardecido y que sepultó sus ansias jardineras en el estropicio de una vida convertida en muerte.




LA PALABRA-LÁGRIMA


Ese instrumento que de ser canto y melodía para convocar la lluvia, la primavera, la cosecha y el abrazo, se trastocó en sistema contable, en almacén de números que no guardan en su interior sino la clave de todos los maleficios, inventados sin consonantes, para que rijan cada uno de nuestros pasos, como si fuese la palabra viva de un manantial.

Esa herramienta sin cinceles ni azadones, que se disputa el filo de las metrallas y el estruendo de los combustibles que se vierten sobre los niños que no comen caramelos.

Esa desfachatada creación de la muerte para confundirnos la vida y hacer estallar en sollozos el rito de amor que nos pertenece por razón de especie.

Esa inútil voltereta de los labios que no conocieron el sabor a duraznos de los besos niños.

La palabra fraccionada y herida en mil palabras que se desentienden y disgregan, separan y desvanecen, hasta que no nos reconocemos sino en la palabra muerta que nos dejaron inscrita en los viejos libros de una historia que se repite incesantemente. 

LA PALABRA-METRALLA

Con esa palabra desvencijada y fracturada hemos acometido todos los crímenes, hemos descrito la historia milenaria de nuestras propias inutilidades, hemos albergado la esperanza para luego verla disuelta en un vertedero de lágrimas que aún no logran estructurar su sal en verbo que contenga el alto grito de la vida.

Con esa palabra hemos dibujado la tristeza en todas sus dimensiones, y hemos endulzado los manjares amargos que nos entregaron desde el nacimiento para llenar nuestras alforjas de proscritos de la vida.

Con esa palabra hemos avalado y justificado, consentido y permitido, que se haga ley y costumbre, república y frontera, la palabra que acalla y adormece,  extingue y aniquila.

Y hasta con esa palabra, con la que no logramos entendernos, hemos distraído nuestra nuestra vida hasta convertirla en palabra muerta y exhausta, de tanto contener silencios que no silencian y gritos que no despiertan a nadie.





LA PALABRA-AURORA

Y es tiempo y hora de una palabra-aurora que se acueste sobre la noche para producir el alba. Una palabra que nos devuelva el lenguaje de la especie que somos, del umbral de infinito que nos contiene, de la dimensión estelar de la que formamos parte.

Una palabra oceánica que haga cesar los naufragios y que le devuelva a las orillas ese sabor a estadía en la casa del hombre que ha borrado las fronteras de los otros, las verjas de metal ancladas en los costados del agua, para hacer prisioneros a los sueños de una palabra que vuela en su lamento más allá de sus ausencias.

Una palabra-barreno que dinamite los claustros, las reclusiones que convierten la palabra en un despojo del viento, en un grito sin viga que lo sostenga, en el ruido sordo de un tormento.

Una palabra-gigante que rompa los linderos de las lenguas, que tome por asalto las manos, las miradas, los gestos, los abrazos y hable con ellos palabras de amor que hagan acallar los verbos de odios enardecidos, de conjuros extraños, de silencios ensordecedores y malignos.

LA PALABRA-MOLINO

Una palabra-molino que desgrane la tristeza hasta convertirla en una harina para el pan de los días que se viven, tomados de los días de los otros, que hicimos nuestros en un intercambio de cuerdas sonoras que nos otorgue el don de escuchar y comprender la palabra del otro como nuestra propia memoria.

Una palabra-horizonte que le teja caminos a la palabra que aún no alcanzamos, que le tienda un manto de soles a las oscuridades que nos arropan, que le borde cánticos a los llantos estremecidos de a quienes les arrebataron hasta el habla, dejándolos solos con una muerte a cuestas que nos toca y golpea como un madero furioso lanzado por un torbellino.





LA PALABRA-LIBERTARIA

Una palabra libertaria que desenvuelva los linos, las mortajas, las inmensas sepulturas de que están hechos nuestros sueños vulnerados por una palabra que nos atraviesa como el filo de una noche ensimismada de menguantes.

Una palabra que navegue en los charcos hasta anegar las sequías, que arrulle en el elípsis de sus conjugaciones, una sonata para niños  que aún no conocen la risa.

Un palabra escudo, que detenga en la urdimbre de su tejido, toda violencia que acometa la ausencia de palabras y la presencia de una bala certera que rasga el corazón de las azucenas que nadie recogió.

LA PALABRA-COLIBRÍ

Una palabra que comunique, que lleve en sus acordes el reverbero de las abejas cuando producen su miel, el revuelo de los pájaros cuando regresan a su nocturnidad,  el aleteo incesante que produce la mágica inmovilidad del colibrí a orillas de un pétalo esculpido de polen y azúcares.

Una palabra recia que inunde los sinsentidos y las sinrazones de quienes usan las palabras como un instrumento para herir, acumular, expatriar o masacrar.

Una palabra enfurecida cuyo furor no llegue más allá de la letanía de los números que  cuentan los muertos y su repunte en la bolsa de valores donde se rematan los restos de palabras que ya no sirvieron ni para adormecer.

Una palabra que teja un manto de encantamientos en los escampados del alma, que le traiga florerías a los atriles de los días por vivir, que se convierta en el abrazo que el niño entrega generoso a la brisa que le alboroza los rizos de los que están hechos sus suspiros.

Una palabra que ponga en desbandada la maldad, y que le entregue a cada quien su porción de alfabeto, el predicado con el cual habrá de hacer florecer su huerto, sin subjuntivos ni condicionales.

LA PALABRA-PEZ

Una palabra-pez nacida de los pliegues de los párpados que se sumergen en el agua de los nacimientos para que la palabra que se gesta en el murmullo inicial de la vida, no pierda jamás la dulzura de la lluvia, el resplandor de los aguaceritos, el acorazado de los cielos despejados de grises.

Una palabra de agua que inunde todas las vasijas y los cántaros que dan de beber a la sed su manantial de palabrerías alegres.

Una palabra sustantiva, que se conjugue en gerundio, que no se detenga hasta aplacar la ira de los otros.

Una palabra recia que ascienda hasta el interior de los morteros y desarme la pólvora, que alcance el corazón del uranio y lo regrese a los macizos donde pertenece.

Una palabra que no retroceda, que no se quiebre al erguirse sobre quienes quieran acallarla, que retumbe, como quería León Felipe, desde el fondo de los pozos, para que puedan escucharla los hombres que han quedado sordos de tanta palabra amañada y mentirosa.





LA PALABRA-RAÍZ

Una palabra-raíz que nos devuelva a la tierra de donde provenimos, a la arcilla y el agua, al fuego y al horno que cuece la vasija y el cántaro.

Una palabra-pájaro de alto vuelo y nidales encendidos. Una palabra-mariposa que reparta florerías de polen al planeta todo.

Una palabra-rebelde que se alce sobre todo atropello y deje correr su abecedario preciso y contundente para detener todo metal convertido en bala, metralla o reja.

LA PALABRA-LIRIO

Una palabra-dulce como el rizoma de un lirio, que extienda en el aire su murmullo de arpegios, hasta acabar de una vez con todas las guerras, las conflagraciones, los enfrentamientos y la muerte, hasta sembrar al fin en este vulnerable y triste planeta, la palabra-vida como la lengua definitiva del hombre.



texto y fotos
mery sananes



Publicado en Media Isla
el 27 de agosto del 2011


Tomaso Antonio Vitale
Chaconne
Violín Nathan Misltein




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sábado, noviembre 25, 2023

EL SECRETO DE SU SAVIA





Un árbol de encantamientos
inicia el proceso de 
deshojar sus ramas y 
 dejar que salga en vuelo 
el tesoro de sus filigranas
hacia la tierra que 
las aguarda

Los pájaros
ya se han marchado
y les ha llegado la hora 
de su más hermosa danza





Saben que el espacio
del aire les pertenece
y que antes de esparcirse
han de dejar el ritual
de sus despedidas

Y una lluvia de 
pétalos rojos ascienden
primero para descender
lentamente como 
las aspas de las 
bailarinas de Toulouse

Y sin embargo
hay hojas que aún no
han iniciado su baile
aún adheridas a la 
a la corteza del árbol




Y de pronto pareciera
que se reinventaran
en el brillo de su luz
desafiando la gravedad
y dejando una carta
de aromerías a quien
pasa por sus territorios
buscando el secreto
de su savia


texto y fotos
mery sananes


Autumn Leaves
Miles Davis





Antes de que acabe este
mes de noviembre
24/11/2023



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miércoles, noviembre 22, 2023

DESDE LA PIEL DEL AGUA





Todo poema es un canto de
amor escrito en un abecedario
de suspiros

Música leve que emerge
desde la piel del agua
y que alcanza la orilla donde
la ilusión lava sus
tristezas

Rumor de estrellas
ascendiendo por el andén
de los bosques que
resguardan el aleteo
incesante de los colibríes

Estafeta del asombro
en el riel de las despedidas

Señal de un tiempo
que aún no arriba
mientras la luna prosigue
sin detener el ciclo
eterno de sus ausencias




texto y fotos
mery sananes

22/11/23


Johannes .Brahms
Sinfonía No 3
III Movimiento
Leonard Bernstein




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lunes, noviembre 20, 2023

ESTA INMENSA Y ACONGOJADA SEPULTURA



Henri Michaux

Y de qué muertes hablamos en
medio de una huella que la pólvora
dibuja sobre rostros ya amortajados
por un morir que no cesa

De qué terror abjuramos
si ya ha tomado por asalto
la inocencia y amanece prendido de
nuestras pupilas como si fuese
un juguete anidado en nuestro
regazo

Cuándo cómo y por qué
el dolor un día se vuelve rutilante
estandarte noticioso y verso
militante capaz de tomar partido
por alguno de los asesinos
que juegan a la guerra con
la risa de los niños que nada
saben de historias amañadas
o de campos minados

En qué abrumada insolencia 
convertimos la congoja para llegar 
al cinismo aterrador de diferenciar 
entre masacres que se justifican
y muertes que nos estremecen 
como agitadas banderolas de 
un vivir que no existe

De qué madera seca estamos 
hechos que sólo miramos 
el ventanal de nuestras
inquietudes dejando tapiado 
en el espejo cóncavo de nuestra 
indiferencia la andanada indetenible 
de muerte que nos atraviesa
sin intersecciones ni treguas

El mundo navega al ritmo inverso
de la vida convirtiendo el planeta
en una inmensa y acongojada sepultura
mientras nosotros elegimos algún
aluvión de estampidas como si
algunos muertos nos pertenecieran 
y
otros nos fueran ajenos

Y en esa compleja anatomía
del dolor apenas percibimos cuánta
muerte juntamos en la relojería 
desvencijada de nuestros
propios pasos sin sentido

¿Será que perdimos entre los
amasijos de nuestra propia 
inutilidad hasta el sueño de una
 historia y un tiempo sin el odio
de dios esparcido como un
 maná entre los hombres?


En estos tiempos de ira y muerte, tan iguales a los que nos precedieron y tan similares a los que sembramos cada día, sin que nada parezca detener la mortaja ni las armas de los asesinos, que toman tantas formas disímiles, que hasta nosotros a veces las empuñamos, como si fuesen agitadas lanzas de una paz inexistente…

En estos días en los que nos da por diferenciar, dividir, clasificar las muertes, en vez de clamar porque se detenga, donde quiera que estén, decimos estas palabras con la intención de que, de tanto insistir, algún día logremos, en verdad, hacer el necesario, indispensable, irrevocable deslinde entre los sepultureros y la risa hoy truncada de los niños del mundo, para al fin dar inicio a un tiempo de y para el hombre.


mery sananes
27 julio 2012

Con este poema cierra nuestro libro
Memoria de pájaros y hombres
Caracas, CPT-CEHA-UCV, 2017,  pp. 115-116


Benjamin Britter / War Requiem / Primera parte del Dies Irae
dirigido por Mstislav Rostropovich





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domingo, noviembre 19, 2023

jueves, noviembre 16, 2023

ABECEDARIO DE BRASA




Se escucha una melodía
y estalla una palabra
sin música que se adhiere
a las cuerdas de un
cello y una guitarra
para dejarnos
una esdrújula desconocida
que nos usurpa la
quietud donde nos
alojamos

Y las cuerdas se
derraman como un 
océano sobre la
noche un insólito
destello de luz
que desde el interior
se aferra a ser
andar de estrella fugaz
o detenido ángel
sin alas

Y el sueño de los
mediodías se transfigura
y nos escribe en
la armadura de nuestro
silencio  un abecedario 
de brasa 


Heitor Villalobos
Bachiana Brasilera No 5
Aria Cantinela
Hauser y Petrit Ceku






texto / mery sananes
imagen / web
16/11/23

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miércoles, noviembre 15, 2023

ESTA INMENSA Y ACONGAJADA SEPULTURA





Somos una diminuta alga en 
medio de un mar inmenso
 
El reconocimiento del dolor 
jamás debe atenuar la visión 
de la belleza el milagro de lo 
que somos como seres humanos

Ambos constituyen
una conjunción indeleble
 
He hablado siempre desde 
la tristeza y a partir de ese
territorio creciente
he construido jardines 
desde una raíz seca
 
Redescubierto el universo 
desde una luna nueva 
imperceptible
 
Conocido la ternura mayor 
en la mirada de un niño desolado 
que me regaló una sonrisa 
que aún conservo
en el alma
 
He absorbido la vida en todas 
sus dimensiones
 
Y ay si no fuese por el llanto 
interminable de alguien 
a quien no puedo abrazar 
¿cómo habría de alcanzar
el milagro de lo vivo?
 
Es allí en la hondura de ese pozo
donde logramos extraer aquella
piedra capaz de transformarse
en rosa



 
Nuestro andén es una cuerda que
quiere ser columpio y sin embargo
se quiebra en los ojos de un niño
mudo
 
 Nuestras alegrías beben del aroma
de los jazmines y del enigmático
sentido de los lirios y los girasoles
 
Y quebrados como estamos 
hemos convertido siempre 
el vivir en un abrir de grietas
en la soledad del hombre

 



texto y fotos
mery sananes 
15/11/23 

 
 
L.V. Beethoven
Egmont / Overture
Leonard Bernstein


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