Y de qué muertes hablamos en
medio de una huella que la pólvora
dibuja sobre rostros ya amortajados
por un morir que no cesa
De qué terror abjuramos
si ya ha tomado por asalto
la inocencia y amanece prendido de
nuestras pupilas como si fuese
un juguete anidado en nuestro
regazo
Cuándo cómo y por qué
el dolor un día se vuelve rutilante
estandarte noticioso y verso
militante capaz de tomar partido
por alguno de los asesinos
que juegan a la guerra con
la risa de los niños que nada
saben de historias amañadas
o de campos minados
En qué abrumada insolencia
y muertes que nos estremecen
De qué madera seca estamos
inquietudes dejando tapiado
sin intersecciones ni treguas
El mundo navega al ritmo inverso
de la vida convirtiendo el planeta
en una inmensa y acongojada sepultura
mientras nosotros elegimos algún
aluvión de estampidas como si
algunos muertos nos pertenecieran y
Y en esa compleja anatomía
propios pasos sin sentido
¿Será que perdimos entre los
En estos días en los que nos da por diferenciar, dividir, clasificar las muertes, en vez de clamar porque se detenga, donde quiera que estén, decimos estas palabras con la intención de que, de tanto insistir, algún día logremos, en verdad, hacer el necesario, indispensable, irrevocable deslinde entre los sepultureros y la risa hoy truncada de los niños del mundo, para al fin dar inicio a un tiempo de y para el hombre.
mery sananes
27 julio 2012
6 comentarios:
Extraordinario poema querida Mery.
Tu fuerza poética y vital atraviesa el horror, aunque el dolor te atraviese.
"de un vivir que no existe", escrbiste. Sí. Pero inventás el "vivir".
Yo sé cuánto cuesta (y te cuesta-duele-renacee) eso de estar inventando la vida entre tanta muerte.
Todo, y también y mucho tu reflexión final en prosa, es un alarido de vida, aun y todavia. Gracias Poeta, mujer de cristal, amiga !
Cristina Castello
Julio 2021
La frase de "una muerte continuada " no puede ser más correcta. Todas las muertes nos pertenecen y ningún ser caído por la barbarie y la ignominia nos debe ser indiferente.
Sé muy bien Navil que ese es un sentimiento común, que sientes y pregonas y hasta vives con mucha intensidad. Y multiplicarnos es siempre algo que celebrar. Mi abrazo.
La música y el poema se unen en palabras perfectas y tristeza mortal . Dios Misericordioso ayúdanos
Abrazos Margot inmensos. Gracias por tu compañía.
Nos hablas del dolor que horroriza de los Gazatíes, de los Ucranianos, de los Malienses, de los campesinos del Tarra...
Y me siento culpable de no decir ni levantar la voz.
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