Escucharlo es viajar por todos los episodios del aire, desde la brisa leve que dibuja filigranas en el corazón, los vendavales que mueven simétricamente las espigas, las tempestades que horadan el silencio hasta convertirlo en coral magnífico, hasta las atronadoras encrucijadas donde los vientos se encuentran y desencuentran para que se mueva la tierra en dirección a la trascendencia.
Su sonoridad escribe una historia de amor que es una ofrenda gigante que nos conduce a los vastos territorios del alma, donde la vida respira su humanísima condición de centella. La dulzura de los suspiros que emanan de los metales de su trompeta, le devuelven al hombre la canción de cuna que siempre le ha pertenecido, que es decir, el canto de siempre.
En este día invitamos simplemente a escucharlo, a detenerse en sus andanzas para que cada quien haga de ellas un equipaje para su tiempo, un espacio para el vivir, un recinto para la ternura arrebatada, que regresa irremisiblemente, cada vez que el hombre es capaz de andar al ritmo de la armonía del universo.
Agradecemos a la tecnología de http://www.youtube.com/ que podamos contar con este almacén de tesoros que ponen a nuestro alcance tantos instantes únicos, desde escuchar a Granada entonada en la trompeta de Maurice André, hasta detenernos en ese hermoso contrapunteo en Scarlatti, o en ese dueto con Dizzi Gillespie que junta sonoridades distintas en una sola y única textura de arte, trascendencia y amor.
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