dulce cristal pregonando en el atardecer que
inundaba cada uno de los dedos de los sueños
de la contemplación de los crecientes
musicales de las marejadas del mayo de las
violas que se atrincheran en los recodos de
los riachuelos de tu nombre
Fue un decir de aguas de amor que se volvió
samán de esencias en el propio lamento de
los truenos que nacen caballitos llenos de
monte de aroma y risas
y de allí emanó la sensación de los corceles
que se empeñaban en florecer al filo de las
doradas mañanas de los nazarenos
Por eso hoy vuelvo a sentir el cobijo de tu
sonido remontando el augurio de tus
despertares de cuidadora de ojitos frenesí
Y sé también que en la hendidura de cada
uno de tus días andas haciendo nido para el
imperio de tus pedacitiquitos de amores
de cebada y sol de manantial que incólumes
te invaden
Y te invoco cuando estamos más allá de los
remolinos que trascienden los peces de los
octubres y ya no puedo dejar de activar el
recuerdo de un mañana en el que te sabré
romancera de las consagraciones de todos tus
quereres
Hoy es festival para cada una de las
aproximaciones que se establecen desde la
fuente que sembraste en el umbral de tu cielo
de rumbera de eternidades por eso digo y
quién no sabe que eres una mata higuera de
los tiempos para todos los crisantemos de la
esperanza de los cantos
abm / ofrenda musical
J. S. Bach / Air / Suite para Orchesta No. 2
Interpreta / Orquesta Barroca de Amsterdam
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