Allá en el caserío Guaribito, mi padre siempre
insistía: la cosa no es que yo sepa inyectar sino que ustedes también aprendan.
Y siempre lo repetía:tienen que
aprender a inyectar porque en cualquier momento les puede hacer falta. Y de
verdad que nosotros no entendíamos bien la razón de tanta insistencia.
Por eso,
uno escuchaba aquello y no le hacía mucho caso. Pero tiempo después uno se
acuerda de las cosas que él nos decía que debíamos conocer por una situación
que se presentó. Un día una señora fue a
la casa a que le inyectaran a la hija que tenía un quebranto. Mi papá buscó su
cajita de metal donde guardaba sus instrumentos, allí tenía una inyectadora de
vidrio, una sierrita para cortar el envase del agua destilada y hacer la
combinación con el polvo de la penicilina indicado en el tratamiento.
En una
bolsa más grande tenía algodón y alcohol. Él se preparaba muy bien para cumplir
con su oficio. Buscaba una olla parahervir el agua y desinfectar la inyectadora. Luego selavaba sus manos y preparaba la medicina. Esto
él lo hacía muy a menudo. Siempre lo buscaban. Peroese día era diferente a los demás. En el
mismo se produce la muerte de un amigo de papá. Su mujer le fue a llevar el
desayuno al conuco y lo consiguió muerto. Se dijo que murió de repente. Pero
entre los lugareños se corrió la noticia de que le había dado un infarto. El
saludo de mi papá y el señor que murió era de “Miasmanos”, es decir se
tratabancomo hermanos.
Una vez que
termina de inyectara la niña, él se va
a llevar el burro al potrero donde dormía. Mi mamá sale a buscar agua a la
laguna que estaba cerca de la casa. Cuando
regresa mi mamá con el agua mis hermanos le comentan que su hermana pequeña
dice que se comió algo y que lo tenía en la garganta. La madre se preocupacon la novedad de la hija quedecía haberse comido algo que le hacía sentir
muy mal. La niña presentaba un leve y continuo llanto. Sus ojos se llenaban de
lágrimas, los hermanos mayores y la mamá le daban agua, pan, y aquello no se le
bajaba.
De
inmediato se manda a buscar al abuelo que vivía cerca de la casa. Éste mira a
la niña y procede a ensalmarla. Le reza las oraciones que corresponden, pero no
consigue alivio en la niña. Entre tanto el padre, la madre y los hermanos están
preocupados. Buscan a ver si era que se había tragado la tapa del frasco de la
medicina, pero nada.
Pasaron las
horas y había que ir a dormir.La niña
agotada se había quedado dormida. Estaba cansada del llanto. Su mamá la cobijó
para ver si con el dormir lograba alguna mejoría. Porque si seguía mala, a la
mañana siguiente debían tomar rumbo hacia la ciudad, que quedaba muy lejos, en
busca de la medicina para curarla.
Estando mi
padre adormitado en el amanecer, cuenta que siente que algo lo roza por debajo
de su chinchorro y se le presenta de frente y le dice con voz de otra
dimensión: “Miasmanos”. Él se despierta y le dice de manera interrogativa:
¿Miasmanos? ¿Ah eres tú quién me está asustando a mi muchacha? Pues te vas de
mi casa y si tenías algo pendiente búscalo en otra parte, a mi hija me la dejas
tranquila. ¡Te me vas deaquí! Te
acompañé al momento de tu muerte y entierro y fuiste como mi hermano y vienes a
hacerme esto… ¡Me haces el favor, te vasde mi casa y más nunca vuelvas!
La mamá que
estaba muy cansada por el llanto de la niña y que no había podido dormirse, le
preguntó: ¿y con quién hablabas? Conel
muerto que es el que nos tenía asustada a la muchacha. Pero ya no nos va a
molestar más, duérmete que ya se ha ido. Y así fue. Por la mañana la niña ya no
lloraba, todo volvió a la normalidad.
Entonces
mamá le dijo a mi padre: de ahora en
adelante usted trate a las personas por su nombre, no se juegue con más nadie
para que eso que nos pasó no se repita. Y así lo hizo. Ysiempre recordaba y contaba cómo una tarde ya
hacia la noche, el muerto miasmanos del caserío, que asustó a la familia y en
especial a su niña, recibió en su hora el ensalme que bien largo lo corrió.
Hoy 26 de marzo del 2021, se cumplen 129 del viaje del poeta a los territorios de las hojas de hierba cósmicas y siderales. Este texto lo escribimos en abril del 2003. Partimos de unas notas de Whitman en las cuales da cuenta de lo que significa la guerra. Y en ella seguimos estando. Si quitamos el nombre de Irak y colocamos hoy a Libia, acualquier otro, o tristemente a este expaís llamado Venezuela,todo lo demás queda igual o es aún más doloroso. La guerra, la violencia, la represión, el odio y los enfrentamientos, lejos de extinguirse se esparcen por todo el planeta, como un mal inextinguible. Y como dice Wright Mills, los llamados períodos de paz, no son más que breves intervalos entre guerras. ¿La detendremos alguna vez?
Estas notas quizá permitan echar una ojeada muy fugaz sobre aquella vida y aquellos horrorosos pormenores que nunca serán transmitidos completamente al futuro. La parte que transcurrió en los hospitales del drama entre 1861 y 1865 merece por cierto quedar escrita. En aquel drama de tantas facetas, con sus repentinas y extrañas sorpresas, sus mentís a todas las profecías, sus momentos desesperados, el pavor a la intervención extranjera, las campañas interminables, las batallas cruentas, los poderosos ejércitos a la vez macizos y bisoños, las levas, las donaciones, los inmensos gastos de dinero, como una lluvia recia y constante, además del infinito duelo universal de los últimos tres años sobre toda la tierra, de mujeres, padres, huérfanos; la médula de esta tragedia concentrada en aquellos hospitales militares (a veces parecía que el interés total del país era un vasto hospital central y que todo lo demás fuese un reborde); todo eso formaba la parte no contada ni escrita de la guerra, infinitamente más grande –como lo es la vida.- que los pocos borrones y distorsiones que se escriban o digan jamás.
Pensad- y es importante que lo hagáis- cuánto ha sido enterrado ya, cívico y militar, en la tumba de la tiniebla eterna.
Este es un texto escrito por Whitman sobre su experiencia con los enfermos y heridos, durante lo que él denomina el suceso primordial de su tiempo: la guerra de secesión. (1862-1865).
Tal vez lo que más valga la pena resaltar de esas páginas, transcritas de libretas teñidas de sangre y de dolor, es la afirmación de que la dimensión del horror, el tamaño de la degradación que alcanza el hombre, cuando emprende una guerra que lo enfrenta al hermano, sin saber a ciencia cierta por qué, llevado a los frentes de batalla por intereses, hegemonías y poderes, que nada tienen que ver su desvalida e indefensa humanidad, es la convicción de que el dolor es tal que no cabe en la palabra.
¿Qué diría nuestro viejo Walt, de las invasiones de hoy, si tuviera que cuidar a los heridos y desamparados, a los desalojados de sus tierras y a los lanzados desde tan lejos a zaherir y destruir a sus hermanos de otras latitudes?
¿Acaso ese soldado a quien han apertrechado con la última tecnología bélica y aquel hombre cubierto de miserias que resiste, tienen algo que ver con la disputa por el barril de petróleo que aún no se ha extraído o con la lucha de poderes que se desata a sus espaldas?
¿Será que el colectivo-hombre no podrá alguna vez detener la guerra permanente que le han impuesto?
La actual invasión, constituida en práctica aceptada, convirtiendo en prescindibles los hombres que habitan esas tierras no es el inicio de una nueva guerra, es tan sólo otro episodio de la masacre que rige el planeta.
Es la máxima expresión de la sobreexplotación y la mayor evidencia de la humanidad que aún no hemos alcanzado.
Ojalá la palabra que el poeta no dijo nos despierte el alma hasta hacernos centinelas de la vida y no simples y pasivos testigos de la muerte.
Ojalá algún día las madres no permitan que les arranquen a sus hijos para llevarlos a la guerra, cualquiera sea la frontera la razón o la justificación que se levante.
Ojalá algún día ninguna mano se levante contra otra y la bala pierda su recorrido de muerte para convertirse en encendedor de lámparas de tierra.
Ojalá y al final de un día luminoso de un amanecer distinto se encuentre el hombre para abrazarse con el hombre desprovisto de detonantes y de minas equipado con semillas y pájaros, estrellas y mariposas.
Ojalá la sangre deje algún día de verterse para que el hombre se dedique a vivir una vida digna de ser vivida para una muerte-transformación de sonidos de cuerda en timbales oceánicos y cascadas de hierbas.
Ojalá cerremos algún día el libro del horror y comencemos a escribir el primer verso de la historia del hombre.
Algún día entenderá la humanidad que lo que tiene que dilucidar es cómo construir una sociedad fraterna y solidaria, sin dueños ni propietarios, armados del almácigo de su pensamiento y la leña encendida de su corazón viajero y peregrino.
Más vale, con el viejo Walt, rescatar del mañana las palabras del futuro la canción que vendrá, anónima y colectiva, como quería León Felipe, que suene tan duro y tan alto que apacigüe para siempre la trayectoria de los misiles y el cauce de la pólvora.
Ojalá y nos quede vida para esparcirla como lluvia sobre los campos devastados y los rostros ennochecidos.
Ojalá y no se nos apague la pequeña lumbre que nos entregaron al nacer para que la propagáramos al corredor de relevo que seguirá nuestros pasos para hacer un camino centelleante de alegrías.
Ojalá y no se nos haga demasiado tarde para ir a edificar las aristas que perdimos en este tiempo de asesinos al que asistimos.
Ojalá y se desaten las furias del amor hasta arrasar con toda extensión del odio.
Ojalá y volvamos al pozo primigenio del que insurge la mirada primera que inventó la risa.
A esas tareas invitamos a sabiendas de que solos no podremos sino en rueda rueda cada vez más gigante y planetaria.
mery sananes
escrito el 03 de abril del 2003 publicado previamente en embusterías el 11 de marzo del 2011
[1]Días ejemplares. Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 1975, pp. 145-146.
Parcela 40, más que un libro de poesía, constituye todo un ceremonial; un canto celebratorio a la mama (así, sin tilde)lleno de lucidez, dolor y los mejores sentimientos del universo; el canto de una hija que no escatima sujetos ni predicados para nombrar el amor con todas las palabras de su nombre. Un libro singular, entrañable, como sólo pueden serlo aquellos que dejan huellas imborrables. René Rodríguez Soriano [Caracas, Venezuela, 1942]. Adquiéralo en Papel http://www.lulu.com/…/parce…/paperback/product-23633658.html
Memorias de pájaros y hombres
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Pablo Neruda / Mikis Theodorakis
Todo era vuelo en nuestra tierra y hoy ni vuelo ni tierra ni aire ni canto escapan a la soledad de una vida sin recintos. ms
Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: “es como una flor”.
La percepción de la vida como un milagro, es algo que no me gustaría perder, porque si perdemos esta percepción, la vida se hace oscura y monótona.
El niño que hay dentro de cada uno de nosotros es el que nos salva. Por más cansados y agobiados que estemos, cuando el niño se duerme, en lo último que piensa es en la mañana siguiente, y lo hace con ilusión.
Sin esta percepción del milagro que está por venir no puede haber una vida plena independientemente de la edad.
Vitali Shentalinski, poeta, escritor e historiador ruso
La inteligencia, ese atributo tan complejo y particular, que acompaña y distingue al hombre, tiene como función primordialhacernos humanos.
Un tiempo y una etapa a la que aún no hemos arribado. Y hacia dónde debemos dirigir todos nuestros esfuerzos, aportes y poder creador.
Triste sería que el hombre desapareciera de la faz de este planeta vulnerado, sin haber alcanzado la dimensión humana que le corresponde desarrollar y multiplicar.
A esa tarea esencial convocamos.
LAS GOTAS DE ROCÍO DE TERENZIO FORMENTI
En 1998 comenzó Terenzio a publicar estas gotas diarias y a esparcirlas por el planeta, en la certidumbre de que algún día arroparán toda tristeza y disiparán las penas que le roban la risa a los niños.
Nosotros, desde nuestras Embusterías, también creemos en ese sueño y en ese propósito y traemos a Terenzio a estos recintos para que no se detenga nunca su cosecha de amor.
2986 - 18 de enero del 2008.
Forse la vera certezza è quella che nasce e cresce nelle praterie del mistero... e anche la poesia appartiene a queste certezze.
Quizás la verdadera certeza es aquélla que nace y crece en las praderas del misterio... y también la poesía pertenece a estas certezas. http://groups.yahoo.com/group/dewdrop/
APRENDER A LEER EL UNIVERSO EN LAS PUPILAS DE UN NIÑO
Desde estas Embusterías, desde El Pájaro Amarillo, La Rana Verde, El Hilo del Cometa y El Vuelo del Azulejo, estamos convencidos que las verdaderas imágenes que se dibujan en los celestiales del universo, con un solo click aparecen como en un carrousel en las pupilas de los niños. Sólo que hay saber hacer click y saber ver en el interior de esas pupilas.
Como a veces los grandes solemos andar muy ocupados en cosas serias, y por lo general inútiles para la vida, proponemos hacer el camino a la inversa. Tal vez desde estas imágenes astronómicas que reflejan cada día las gigantescas coordenadas sobre las que se sostiene el universo todo, podamos aprender a descubrir en ellas, las pupilas de los niños.
Las que están cerca de nosotros, las que están lejanas, las que no logran abrirse al diámetro de la vida, las que son ofuscadas de tanta tristeza, las que nunca han visto el mar, ni el color de los ojos de la madre. Las que ríen de asombro, las que se esparcen por el mundo tiñendo de alegría los planetas.
Tal vez allí comencemos de nuevo a leer el libro de la vida y a sembrar en nuestros ojos el porvenir, que ya está escrito en ellas. A ese extraordinario y simple ejercicio invitamos.
MIGUÉL HERNÁNDEZ - JOAN MANUEL SERRAT
MIGUÉL HERNÁNDEZ
HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA
Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos, seguiremos besándonos en el hijo profundo. Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos, se besan los primeros pobladores del mundo.
BAILAR CON ZORBA
ANTHONY QUINN, THEODORAKIS Y ZORBA, A LOS 84 AÑOS
La música de Zorba es una música de vida. Y para vivir una vida a plenitud hay que amar. Y yo amo.
ANTHONY QUINN
EN ESTE AÑO 2009 INICIAMOS UN NUEVO INTERVALO DE 25 AÑOS EN LA CÁTEDRA PÍO TAMAYO, CON NUESTROS ESFUERZOS Y EL DE QUIENES CONTINÚEN Y SIGAN ACOMPAÑANDO ESTA ACCIÓN FLORICULTORA, NECESARIA E IMPRESCINDIBLE EN ESTOS TIEMPOS SIN PIEDAD.
LA VIGENCIA DEL PENSAMIENTO PIOTAMAYISTA ES HOY MAYOR QUE NUNCA. SU ESCUELA DE IDEALIDAD AVANZADA AGUARDA ASENTARSE EN LA CONCIENCIA Y EL CORAZÓN DE UN COLECTIVO QUE DEBERÁ ORGANIZARSE PARA ENFRENTAR
VICTORIOSA Y PACÍFICAMENTE LA VIOLENCIA DESATADA Y LA DESTRUCCIÓN PERMANENTE QUE RIGE HOY ESTE EXPAÍS Y EL PLANETA EN SU CONJUNTO.