Para Joe Power
Joe hoy sigo detenido en aquel grito cuyo camino nunca
alcancé a encontrar aunque preguntara por tu asombro
a quienes andaban recorriendo los montes del arrullo
de las flores que siempre te empeñaste en sembrar
bajo la convicción de que nacerían y alumbrarían
todos los pasos que conducen a los nidos construidos
por las luciérnagas que imponen las risas de los niños
a los aniquiladores de sueños y destinos
Y por eso precisamente hoy vuelvo
a detenerme en el mismo punto donde dejé
la palabra que comenzaba por pedirle a quienes
estaban en el centro de tu creer y existir
que me dijeran qué habían hecho con tu risa
de arcángel mayor en permanente celebración
de todas las resurrecciones de dalias de sol y amor
que nacían en la propia siembra a que tenías acostumbrado
a cada uno de los seguidores de tus huellas
de papagayo y arco iris empeñado en llevarlos
a los territorios del señor de todos los pastores
de la consagración de la vida y a la negación de la injusticia
que se afilia a todo despojo de los suspiros nacidos
en el credo de la eternidad
Y por eso hermano sigo en la protesta que convierto
en grito mayor para acercarme a la alegría de tenerte
en cada uno de los amaneceres en los que el canto se vuelve
sinfonía en re para ver crecer el ánimo que enfrenta
la intención que mira hacia el olvido sin saber
que perteneces a la propia luz de nuestras vidas
De allí el duro recuerdo de aquel momento de vernos
a los ojos de las lágrimas arrimadas al escondite
para que nadie leyera que aquel podía ser
el instante supremo de una despedida que supimos
traspasaría el mutismo de la sinfonía de los adioses para
convertirse en el mayor silencio de gritos jamás escuchados
Seguí entonces en esta cuerda en la que el quererte desborda
los acordes conocidos para prolongarse más allá de todas las
muertes del no puede ser señor que nos golpees así y construir
contigo el propio canto de los días llamados a anunciar la vida
de la muerte que nunca permitirá tu lejanía
Agustín Blanco Muñoz
16 de diciembre del 2006
J.S. Bach / Concierto de Brandeburgo No. 3
http://www.epdlp.com/asf/bach24.wmv
1 comentario:
cómo podría contactarme con usted, epistolarmente, para saber qué más ha sabido usted de joe, y de su esposa cathy?... luego de la pena de su partida, no supe nada más de ellos.
atentamente,
aorozco@svs.cl
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