Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
La luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.
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1 comentario:
Marcos Ana: "No sé si mis versos eran buenos, pero sí necesarios. Eran un arma para luchar"
Siempre descuenta los 23 años que pasó en la cárcel.
Gracias por compartir esa alma voladora
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