Ramón
es un enamorado de la vida y de las embusterías
un árbol gigante que no se cansa de mirar las estrellas
y de comerse el sol de los mediodías
para sembrar los solares de aroma de duraznos.
Un día nos escribió para decirnos que
"la embustería es una fábrica muy grande
donde se confunden verdades y mentiras inventadas
por la existencia de la magia divina y creativa de los niños
que se oponen a cada uno de los adultos
que envidia desde sus entrañas
el magma imaginario de sus pensamientos.
Y esto le respondimos
Nadie sabe todavía
que nació para
hacerse deambulador
de espacios y moledor
de instantes para que
alcancen para sus
cosechas de ternuras
anisperadas y las
ruedas de música
que piden los dedales
a los circundantes
cundiamores del fuego
enardecido nadie
sabe todavía que es y
será el mensajero mayor
de las embusterías de
todo amanecer
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