lunes, diciembre 13, 2010

LAS EMBUSTERÍAS DE WALTER SAAVEDRA




¿Quién es Mery Sananes? Nos lo hemos preguntado desde que comenzamos a leer sus palpitantes, vitales, vibrantes escritos.

Sus textos rebosan de un deseo de darse hacia quienes reciben sus escritos de manera plena. Pero ella es desafiante. Es dulce pero desafiante. Es soñadora pero desafiante. Es comunicativa pero desafiante. No le gusta darse a conocer sino cuando no la conocen...

Mery está llena de misterios, agarra la pluma para esconder la mano con una sonrisa pícara, con una canción llena de emoción pero que te desafía a buscar lo que no podrás encontrar. La prestidigitación que domina es lo que más se aprecia en ella: la creación volitiva impresa en todos los temas que toca.

No, no se la podrá encontrar aunque se logre hallar lo que se busca, no se la podrá encontrar. Ella -porque de ella, de Mery Sananes hablamos-, estará siempre escondida por ese velo de misterio que gusta echar sobre sus palabras cuando las descubre, cuando más las descubre.

Mery Sananes está llena de acechanzas, está pletórica de juego de manos, de esas manos mágicas que lograr enhebrar la bisutería que gusta darnos para que la contemplemos, sin querer decirnos que es ella la mejor bisutería que Mery Sananes ha creado, bisutería llena de arabescos que nos sumergen en los laberintos insondables de la creación pletórica de ideas y belleza.

Quizás por eso su blog se llama "Embusterías"... lo que nos remite a ese personaje de la mitología nórdica llamdo Loki, conocido como El embustero. El nombre de su blog nos dice que ama el engaño... ¿exactamente igual que Loki? ¿O, más bien, está siguiendo a Sun Tzu?

Mejor leamos lo que Mery Sananes nos ha enviado: un trabajo hermoso sobre el poder... que tiene el poder de la evocación y la fuerza de la realidad.

Walter Saavedra


Guayasamín / Ternura


Qué hermosas palabras. Qué orfebrería de afectos se tejen con ellas. Que telar colorido  prodigan para cobijarme y a la vez compartir las bisuterías mayores de la vida. Qué modo de descubrir sin descubrir, adivinar a sabiendas de que se conocen los secretos. Esos que nos juntan más allá de territorios y fronteras en ese paisaje común que nos establece como hermanos. En fin: una embustería.


Walter Saavedra, quien dirige, con muchos otros, un extraordinario blog: http://tutaykiri.blogspot.com/, voz del Colegio Profesional de Antropologos en Lima, y cuya razón de ser es: servir a los antrópologos, a la antropología y al Perú, ha escrito estas palabras a modo de introducción al texto Letanía del poder, que publicáramos recientemente y que le enviara para compartir angustias y ansias comunes.

No suelo difundir lo que dicen de mí. No me corresponde a mí ese oficio. Sin embargo, cuando quien dice sobre otro, a su vez, dice de sí mismo, con tanta vehemencia y florilegio, el texto cobra una vida propia, alcanza una estatura que complementa, suma, agrega a lo escrito una voz que dice, sin decir, mucho más de lo que allí está dicho. Y además dibujado con el pincel fino de un Monet , el trazo insumiso de un Guayasamín y con la pupila de quien sabe, con José María Arguedas, que 'la semilla es pequeña / pero rompe cualquier piedra, cualquier roca / y la hace florecer'.

¿Cómo entonces no entregarlas al viento al cual pertenecen?




Nota

Walter

Releeo tus palabras y me has hecho ir de vuelta a Loki y a Sun Tzu. Y me he preguntado si de verdad descubres que estoy cerca de uno o del otro. Y vuelvo a mis embusterías y reitero lo que he dicho de ellas: EMBUSTERÍAS SON LAS IMÁGENES DEL VIVIR QUE ANIDAN EN LAS PUPILAS DE UN NIÑO. EN ELLAS ESTÁ SEMBRADO COMO UNA ARBOLA EL PORVENIR.

Y en las pupilas de un niño caben todas las embusterías del universo, pero ni uno solo de los engaños de Loki, ni de las estrategias de Sun Tzu para hacer de la guerra un arte. 

Mis embusterías son embusterías porque este mundo real en el que vivimos, construido por nosotros mismos, nos ha arrebatado la magia del asombro, el resplandor de la ilusión, la algarabía de la risa. Y nos lo han cambiado por el juego de la mentira y la ciencia de las armas.

Ni lo uno ni lo otro. Mi cristal es más sencillo y transparente. Quiere recrear la mirada del niño para que el mundo no pierda su aroma floral y la vida rescate su dúlcima instancia de ternura.

No amo el engaño, ni jamas lo amaré. El engaño es un instrumento del poder y el poder mata toda embustería y le roba la risa a los niños.

No tengo otro misterio que aquel al que se asoma todo ser humano cuando trasciende lo accesorio y se mira a sí mismo en el mirar del otro, que le pertenece. No acecho, ofrendo. Y cultivo los mediodias para poder abrazar la noche en su nocturnidad. 

E igual pienso, Walter, que me consentiste y por tener tantas ganas de consentirme, te fuiste a los dioses que no siempre son buenos consejeros.

A cambio te regalo las manzanas de la eterna juventud, para que la orfebrería propia de tu palabra siga siempre dibujándole incógnitas a lo que se muestra como verdadero. ms

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