domingo, mayo 15, 2011

JAVIER HERAUD 48 AÑOS DESPUÉS DE SU ASESINATO

JAVIER HERAUD
19  de enero de 1942 / 15 de mayo de 1963


Sólo soy
      un hombre triste
           que agota la palabra



Contaba con apenas 21 años cuando más de treinta balas alcanzaron su vértigo mientras intentaba cruzar el río al cual tanto le había escrito.

Como tantos otros, Javier, de maestro y poeta, un día decidió subir a las montañas a ponerse traje de guerrillero, para ir a socavar los cimientos de una tristeza centenaria clavada en el desamparo y miseria de sus hermanos peruanos.

Llevaba la muerte, desde hace mucho, tejida en su pecho. La había visto venir y la aguardaba. Y sabiéndolo fue a su encuentro en esa tarea de ofrendar la vida por la alegría de los otros.

Cuántos como él no hicieron el mismo trayecto hacia los sueños, armados sólo con sus pupilas de niños, sus palabras de alfarero, sus esperanzas libertarias. Y cuántos no fueron y siguen siendo aniquilados, extinguidos en ese oleaje incesante de las balas.

Cuarenta y ocho años después, en sus ojos hechos de pájaros y flores, que aún ven tras las tinieblas de la memoria, qué no dirá el corazón de Javier.

Aún queda tanto por hacer y deshacer, en este tiempo de canciones rotas, de sueños despedazados, de muertes que se enseñorean sobre todos los paisajes.

Sólo queda decir que Javier, y los tantos que como él, no temieron abrirle el pecho al odio de las balas,  en su sacrificio y su entrega se perfila ese mundo que deseamos, ese tiempo sin metrallas, esa ilusión de una casa bordada de madres, aromada de frutos, pletórica de niños sin fusiles, regando su asombro por los linderos del planeta. ms 



mi casa
    1
    Mi cuarto es una 
    manzana, 
    con sus 
    libros, 
    con su 
    cáscara, 
    con su cama 
    tierna para 
    la noche dura. 
    Mi cuarto es el 
    de todos 
    es decir, 
    con su 
    lamparín que 
    me permite reir 
    al lado de Vallejo, 
    que me permite ver 
    la luz eterna de 
    Neruda. 
    Mi cuarto, en 
    fin, 
    es una 
    manzana, 
    con sus libros, 
    sus papeles, 
    conmigo, 
    con su 
    coraazón.

            2
    Por mi ventana nace 
    el sol casi todas 
    las mañanas. 
    Y en mi cara, 
    en mis manos, 
    en el dulce 
    clamor de la luz pura, 
    abro mis ojos entre la 
    noche muerta, 
    entre la tierna 
    esperanza de 
    quedar vivo un 
    día más, 
    un nuevo día, 
    para 
    abrir los 
    ojos ante la 
    luz eterna.

                    

Del poemario: "El Río". Lima. 1960

ARTE POÉTICA

En verdad, en verdad hablando,
la poesía es un trabajo difícil
que se pierde o se gana
al compás de los años otoñales.
(Cuando uno es joven
y las flores que caen no se recogen
uno escribe y escribe entre las noches,
y a veces se llenan cientos y cientos
de cuartillas inservibles.
Uno puede alardear y decir
«yo escribo y no corrijo,
los poemas salen de mi mano
como la primavera que derrumbaron
los viejos cipreses de mi calle»).
Pero conforme pasa el tiempo
y los años se filtran entre las sienes,
la poesía se va haciendo
trabajo de alfarero,
arcilla que se cuece entre las manos,
arcilla que moldean fuegos rápidos.
Y la poesía es
un relámpago maravilloso,
una lluvia de palabras silenciosas,
un bosque de latidos y esperanzas,
el canto de los pueblos oprimidos,
el nuevo canto de los pueblos liberados.
Y la poesía es entonces,
el amor, la muerte,
la redención del hombre
.

1961

Enlaces a sus poemas completos

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