y las horas y los suplanta por una
que cubre cada uno de nuestros pasos
Y descubre uno entonces que
subterráneamente la savia continúa
abriéndole cauces infinitos al amor
y que nunca cesa su recorrido
Allí el espacio y el tiempo cobran una
nueva dimensión un itinerario que aún
no recogen ni los tratados de sabiduría
ni el trabajo de los entomólogos
y que sólo alcanza a los invisibles
hortelanos de un vivir que traspasa
toda muerte y toda ausencia
Y nosotros que procuramos ser
silenciosos mensajeros de la esperanza
deshabitados intérprete del nosotros
incansables transeúntes del camino que
recorren la cigarras para alcanzar el
instante de su canto siempre andamos
a la caza de las recados del adentro que
nos dejan quienes no se marchan jamás
Y por ello entre cada julio que
celebramos el nacimiento y andar
de la abuela en aquel territorio tan
desértico de vida como el de hoy
y aquel agosto que la vimos partir sin
otros enseres que su mágico pañuelito
de pronto vemos brotar sin esperarlas
en el pequeño huerto de un estrecho
balcon a inmensa distancia de su patio
de azahares y granadas las flores de baile
que ella un día nos entregó como su
mágico talisman
Y cuando eso ocurre toda su aroma
de confitura de guayaba vuelve a
derramarse sobre aquella silleta que
ahora se mece en el porche de su
alado vivir desde donde expande
sus caricias y lecciones a quienes seguimos
y seguiremos atados siempre a su escuela
de entrega incesante y su acerado temple
para vadear toda geografía del dolor sobre
este planeta de la muerte que no cesa
6 comentarios:
... quienes nos se marchan jamás.
Qué hermoso recuerdo!
Recibidas sus caricias y lecciones de entrega y temple. En ellas se aloja esa mensajería silenciosa de esperanza y esa certeza de que no se dice que se ha vivido y se vive si el amor de abuela no ha sido prodigado.
Siempre allí, michina, prodigando, compartiendo, reinventando un mundo distinto. Te abrazo inmenso. Sobrevive uno ciertamente por esas fuerzas cósmicas y tan terrenales a la vez, mediante los cuales las conjuncione prmanecen como esas vigas maestras del vivir. Y qué privilegio el de uno de haber podido habitar en el corazón de esos seres que jamás se ausentan. Muuucho
...silenciosos mensajeros dela esperanza....que poema tan hermoso Mery ,es una reflexión de vida, es hermosísimo gracias por compartirlo,me encanta el humanismo,la sutileza, esa dulce profundidad de sentimientos en tu poesía, gracias
Y a mi me conmueven mucho tus palabras, Trina. te las agradezco porque miran siempe hacia adentro. Un fuerte abrazo.
Bellísimo! Esa constante de estar arropado por nuestros seres queridos con una inmensa ternura y esperanza ... alegra tanto! 🌹
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