Para
Laurencio
desmesurado juglar
del
canto el amor y la vida
Se recoge acaso el viento
cuando desatado desprende
las hojas de los árboles
Se atrapa el océano
cuando los dedos reciben
la breve filigrana de su
ajuar de espuma
Se detiene el latido a
orillas de un acantilado
o se sumerge vertical
hacia la mar
Se devuelve a los párpados
la lágrima que se derrama
cuando la tristeza inunda
los días que nos fueron
Se puede acaso retener
en el cuenco de las manos
los suspiros que navegan en
los caminos deshabitados
Dime si nuestra palabra
no es ya una desmesura
cabalgando sueños sobre
horas inconclusas
Y el verbo tan encerrado
a orillas de sí mismo
acaso alguna vez ha
aprendido a sembrarse
en los huertos de los
gerundios o sólo
se ha quedado inmerso
en su propio silencio
Desmesura es el agua
que se derrama del cántaro
el abrazo que sin arribar
a su meta decreta
que no existe el olvido
y restablecer
18 comentarios:
Hermosas palabras para Laurencio
Amiga, cuanto sentimientos en tus cálidas palabras. El lo merece y lo celebra desde donde esté. Abrazos con gratitud.
Bellisimoooo.
Maravilloso!Gratitud infinita.
Abrazo inmenso Mery querida!
Exquisita reflexión poética!...
Felicidades querida y admirada amiga Mery!...
Un placer leerte!. Gracias!!
la poeta -como suele hacer- nos presenta su elenco de intuiciones, su destello de voces, incendia todas las metáforas apropiadas para derretir la escarcha que se propone y construir un poema sublime, un canto desmesurado al amor y a la vida. Como remate he de decir que . . . no es que nunca aprenderemos a vivir sin esa desmesura que has diseccionado o, mejor dicho, has arrebatado a lo absoluto, sino que sin ella nunca podríamos evocar los prodigios, volar por encima del aire o desvelar lo que quieren decirnos las estrellas. . . Gracias, mery, me encantó este poema.
Ay mi querido JuanJo Tus palabras mucho me valen. Hay veces que uno escribe con esa desmesura y se pregunta uno si en verdad logramos capturar lo que queríamos. Lo había leido muchas veces antes de subirlo. Y tú me lo has entregado y devuelto en plenitud. Me leíste como acostumbras. Y te reitero las gracias. Me has devuelto la respiración. Un abrazo de estrellas.
Mery Sananes puedo decirte, desde mi sobriedad, que tus poemas rebosan siempre fervor y entusiasmo, delicadeza y ternura; las hileras de tus versos nos llevan siempre por senderos probables, por corazones poblados de belleza lirica, hasta la ultima frontera del horizonte, mar donde desemboca el poema con sus ríos. . . o hasta el borde de la herida que desmiente la emoción de lo invisible -y de los desnudos- . . .
Reconozco tu sobriedad, lo que le otorga aún más valor a lo que me dices. Tu manera de asomarte a mis palabras se constituye en la mayor de las ofrendas. Y es que al leer el mensaje tú lo recibes en su esencia, lo capturas y lo extiendes. ¿Qué más pedirle a quien tan generosamente se acerca a mis huertos?
Es un hermoso regalo que lo lleva a uno a trabajar más, porque -como tú bien lo sabes por lo que escribes-, en cada texto uno intenta dejar lo mejor de uno. En cada verso uno se examina a sí mismo, se pone a prueba lo que pensamos y decimos. Se juega uno la vida por no perder la coherencia, por seguir abiertos a seguir aprendiendo, por cultivar lo sencillo, por atesorar lo minúsculo con la misma fuerza que las grandes catástrofes que cubren este mundo desquiciado.
Y este permanente diálogo que venimos sosteniendo es el mejor ejemplo. Nos ponemos a prueba, nos revisamos, nos ajustamos y seguimos sin detenernos en esa permanente búsqueda del canto común, la palabra que redima. Gracias Juanjo. Para mí son tan importantes estas reflexiones como el poema mismo que las produce. Te dejo mi abrazo extendido.
Mery Sananes tu luz cumple con el oficio de nombrar la transparencia que yo siempre he perseguido y cuando te leo recorro en tus versos consonancias que parecen mias. Gracias, mery, rotundo abrazo
Estoy de acuerdo contigo en eso también. Hay consonancias que pertenecen a ambos. Seguiremos descifrando, intentando, trabajando.
Mery Sananes simpliçité, mery
Mery, ya nuestro poeta debe estarle buscando los acordes adecuados para convertir tu elegía en un canto que nos recuerde que mientras evoquemos sus desmesuras, siempre estará con nosotros.
Gracias Navil, estoy segura de que es así. Y mira que le di vueltas a ese poema. Y tú con ese acercamiento que tienes a mis palabras, que adivinas aún lo que no digo, me devuelve la serenidad de saber que lo leistes en la exacta dirección de mi empeño. Te sigo queriendo en puro crescendo.
A veces nos abrimos en canal para desbordarnos verso a verso.
Magnífico, querida amiga.
Así es mi muy querida Pepi. Abrazo grande.
Vivan las desmesuras, los seres en aparente contravía, los diferentes, esos que no se amoldan a nada de lo existente, esos que llena el alma de melodías distintas:
Gracias por compartir.
Mi estimada amiga, tus palabras alimentan el alma, es un placer leerte. Saludos.
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