Me voy hacia aquel estanque en el que tu padre te enseñó que las aguas más claras pueden convertirse en sepultura de los sueños. Y me pregunto cómo estarán de crecidas las azucenas de tu madre en los umbrales en los que se reencontraron.
Descifro en el cielo azulísimo de este septiembre los abrazos con Piero y los mensajes que entre ambos van dejando en las nubes para Rebel y para Carmen.
Y se me hace que hay una hidrografía, que aún no conocemos, capaz de convertir las cervezas artesanales en el agua mansa que anuncia la vida por venir. Y que mañana no podrás escaparte de sellar con tu algarabía la llegada de otro Piero, que recomponga los días veintidós para convertirlos de nuevo en banquete de los días, en huerto de cantos y jardín perenne de siempre vivas.
Y que mañana, en el ajuar de los campanarios del viento, Piero y tú estarán presentes para que la luz que se enciende de nuevo en tus moradas ilumine por siempre los días que vendrán.
Mas no olvides de dejar en manos de Carmen los manuscritos de las obras que has escrito en los tropeles de las tempestades, desde aquel marzo en el que te fugaste hacia los espacios alados donde el tiempo desaparece y se eterniza esa palabra tuya que tanto requiere este mundo destrozado.
Quienes te conocemos bordándoles rizos a los niños sin sonrisas, sembrando en los jóvenes el espíritu de la magia y el poder de la rebeldía, desbaratando los alfabetos para construir una lengua en la que todos nos miremos, seguimos contigo en tus caminares, dibujando en otras fugas, el sentido mayor del infinito, atrapado en el vuelo colibrí de las palabras a las que la descosiste todo hilo ajeno para estamparles el amor del que fuiste hecho y sigues alumbrando en el silencio de tu andar y el estruendo de una obra cincelada en el corazón de los hombres más sencillos.
Que este 23 selle la recuperación de una alegría extraviada y la convierta en fuente de agua fresca aromada de jazmines y lechos de yaguarales.
Con el quererte de siempre, que nada sabe de despedidas sino de arribos, te dejo estas letras para que tú le compongas la música desde tu atrilería de los milagros.
1 comentario:
Hay tanta poesía en esta misiva, tanto amor, que sólo sonrío e invoco a un dios para que los milagros se cumplan.
Sigo coleccionando tus palabras nuevas, gracias
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