Y se deshizo el aire entre los peldaños
en la vertiginosa espiral de los suspiros
que sólo se detuvieron a orillas de un verde
extraído de antiguos lechos de ríos
y cascadas de montañas devenidas en
diminutas lajas sin aldabas ni cerrojos
Sucumbió la perplejidad en medio
de una travesía que no conocía su rumbo
ni destino sin tiempo de aferrarse
al dintel de las pupilas ni al acantilado
de las previsiones
Descendió en tropel la abigarrada
tesitura de acordes aún no escritos
en la policromía de los adagios
y advino fuga y contrafuga el andante
con brío en dirección a los pozos
que aún horadan la tierra en busca
de migajas de agua
Y sin embargo se hizo vertical
el horizonte quebrado de los sueños
sin fin y la alegría se irguió de nuevo
como una saeta en dirección a la luz
Viaje inconcluso al lugar de donde venimos
hechizo de ventiscas que remontaron
los vértices del descenso hasta recostarse
de nuevo en la explanada iridiscente
de todas las risas extendidas en el canto
abismal de los días por venir
11 de diciembre del 2007
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