EMBUSTERIAS DE JACED

Jaced es un personaje a quien los niños llaman ‘el mago’, tal vez porque en su relación con ellos, él subvierte todas las reglas, incluyendo la de la gravedad, y comienza a bordar historias que maravillan, cuentos que enamoran, sustantivos que parecen volar como los pajaros, gerundios que cantan como los sapitos, verbos que se aglutinan en poemas que siempre quieren ser un himno a la alegría, a la vida y a la naturaleza.

Con los niños se va a hurgar la geografía de los caminos que dibujan las hormiguitas en los parques, trepa en el viento buscando definir las elipsis que trazan las mariposas, desemboca sus encantamientos a las orillas de los ríos para aprender de los peces su amor por el agua.

Jaced ha inventado páginas web para contar sus visiones sobre el planeta, los asombrosos designios que cada ser vivo borda sobre el espacio en que le tocó vivir, y sobre todo le habla a los niños para que no pierdan nunca la mágica condición de su risa, como si fuese el tren que habrá de llevarlos por siempre a los andenes de la ternura, la solidaridad y el amor.

Hoy nos llegó este poema de su mano. Hecho de embusterías, como todo lo que quiere alcanzar la dimensión de lo esencial que, como dice nuestro Principito, es invisible. Lo entregamos a nuestros lectores, y los invitamos a ver sus páginas:

http://elpajaroamarillo.blogspot.com/
http://hilodecometa.blogspot.com/
http://elvuelodelazulejo.blogspot.com/
http://laranaverde.blogspot.com/


La imagen que siempre queda

Que asombro ser hombre mujer humano
que hermoso ser humano hombre mujer
que felicidad ser mujer hombre humano
y que hermoso es empezar desde niño

Y ser portador de dos ojos y dos oídos
de un laberinto y de un caracol
de la iris la niña la pupila

Y que la dulce melancolía llegue
y se deleite en cada instancia
ascienda en alegría
y vaya dejando señales en cada parada

Y ya colmada en la ultima membrana del alma
contempla el tiempo medido en cada pasión
la imagen querida queda otra vez construída
y busca acomodo en su mecedora querida

Y desde el rincón más preciado del corazón
entre sus pliegues de células
abre las ventanas de sus válvulas
sorbe raudales de luz sobre Odas

Y en el paisaje verde con canto de pájaros
se pone a tejer sus sueños en filigranas
con los trazos que le regala cada estación
en el laberinto en el caracol
en la iris la niña la pupila de sus niños
y el tiempo lo hace imperecedero

JACED