Cuando los crímenes se acumulan, se tornan invisibles. Cuando los padecimientos se tornan insoportables, ya no se oyen los gritos. Cuando golpean a un hombre, el espectador se desmaya. Eso es natural. Pero cuando el crimen viene tal como cae la lluvia, ya nadie grita para que se detenga.
Así es, pues. ¿Cómo podemos impedirlo? ¿No existen medios para impedir que el hombre vuelva la espalda a los horrores? ¿Por qué vuelve las espaldas? Lo hace porque no ve ninguna posibilidad de intervenir. El hombre no se demora en el dolor de otro si no puede ayudarle. Se puede detener el golpe si se sabe cuándo cae, dónde cae y por qué, con qué finalidad cae.
¿Entenderemos alguna vez la dimensión
MS
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