Una tarde de diciembre y frío invierno, una paloma se detuvo justo frente a la ventana desde donde me asomo para ver a los pájaros en su comer de alpiste. No era de las palomas blancas y negras que suelen revolotear en las plazas. Esta era color sepia, marrón claro. Y nunca la había visto antes por estos corredores del viento.
Y fue como si la vida entera se hubiese detenido en aquellos ojos inmóviles que me miraban desde el lugar donde se había posado. Y como si todas las palomas de mi infancia hubiesen comenzado a volar de una sola vez, danzando su alegría sobre las migajas de pan de jobo que llevaba en mis diminutas manos de niña.
Recordé que cuando era pequeña mis padres a veces me solían llevar a la Plaza de las Palomas que queda en Macuto, con nuestro equipaje de arroz y migas, con los cuales alborozábamos los días y construíamos memorias.
Cuando mis hijos comenzaron a dar sus primeros pasos, allí los llevé con sus recortes de pan y sus sonrisas a que les dieran de comer en sus manos. Y ellos a su vez construyeron sus memorias. Y aún en tiempos recientes, he bajado a la plaza con los hijos ya grandes, a esparcir granitos y recibir alegres revoloteos. O me he ido en solitario a desandar caminos de aves y pan.
Me gustan las palomas, las que arman su bullanguería en las plazas y las que de pronto salen volando de los ojos como si fuesen palomares. Las que beben en las fuentes de las plazas, las que se posan en la mano amiga que les ofrece el grano. Las que se van y regresan. Las que no vuelven. Las que nacen en el corazón de los niños. O en el diafragma de los enamorados.
Las que pintó Pablo Picasso para garabatear la paz sobre este mundo de muerte. La que dibujó inmensa sobre las alas del mar René Magritte. La de Rafael Alberti que se equivocaba creyendo que el trigo era agua y el mar el cielo, que las estrellas eran rocío, y que en vez de irse a dormir en la cumbre de una rama, hacía silencio a orillas de un regazo.
La paloma que Efraín Huerta hizo anidar en el hombro derecho de la muchacha negra para que una sonrisa de oro se hiciera luz en sus labios. La que se hizo collar entre las letras de Ibn Hazm, para que en su plumaje en vuelo esparciera las señales más altas del amor.
Las que se quedan mansas y tiernas sobre el palomar de unas manos y luego salen en bandadas de los párpados como rayos de luz. La paloma que llega a los ventanales con las recaderías de aquel a quien se extraña.
Las palomas que a veces nadie quiere porque lejos del agua se anidan en los dinteles, en los charquitos, en las goteras y en los zaguanes, llenándolo todo con sus plumas pequeñitas que como hojas de otoño se despiden en el viento como las cuerdas de un fagot que se silencia lentamente. Las que llaman los niños con sus manitas extendidas con hebras de trigo, y las que la gente grande espanta, sin advertir que con ellas se marchan sus propios suspiros.
Las que llevan mensajes en sus piquitos escritos con la tinta indeleble de sus propias respiraciones. Las que hacen nido en el anverso de los latidos. Y esparcen la espuma que les regalan las piedras. Las que son espejos móviles del agua. Parámetros de los azules oceánicos. Estampida del aire.
Y a quién que haya nacido en tierras de orilla no le va a gustar el mar. Lo llevamos por dentro y lo escanciamos en los días de sequías. Aliñamos los días con su sal. En su oleaje hemos escrito todos los versos del universo. En sus piedras nos hemos sentado a reinventar la vida, a desaparecer los horizontes para que todo fuese cielo o todo fuese un mar inmenso.
En sus tonalidades hemos conocidos todos los verdes y los azules y el plata de la luna cuando se zambulle en las noches en busca del rumor de los peces. O hemos encendido todas las fogatas que nos regala el sol cuando al fin se rinde ante la majestuosidad de las aguas.
En sus orillas hemos soñado travesias en bajeles de velas azules siempre con sus brújulas en dirección a los sueños. Y hemos lanzado nuestras atarrayas para hacernos de un equipaje de espumas y de susurros de agua.
Hemos desandado la tristeza de los pelícanos en su último vuelo, perseguido a los cangrejitos entre las piedras, nos hemos sumergido en busca de un caballito de mar o de un collar de corales para engarzarnos el cabello. Y le hemos robado al viento el rubor con el cual desata las crines del agua.
Todo eso me trajo a la mente la visión de esta palomita solitaria que acampó en mis espacios y se quedó más de diez minutos inmóvil mirándome y yo a ella en un diálogo silencioso para que su música quedara entretejida en la noche que no termina.
Que recuerdos tan lindos de la infancia tienes y sales muy guapa en las fotos. Ahora entiendo porque el mar y las palomas de Macuto andan contigo siempre. Simplemante para darnos cada día estas embusterias tan llenas de tu dulzura y tu risa. Un abrazo grande Poeta. Te quiere Ro.
Parcela 40, más que un libro de poesía, constituye todo un ceremonial; un canto celebratorio a la mama (así, sin tilde)lleno de lucidez, dolor y los mejores sentimientos del universo; el canto de una hija que no escatima sujetos ni predicados para nombrar el amor con todas las palabras de su nombre. Un libro singular, entrañable, como sólo pueden serlo aquellos que dejan huellas imborrables. René Rodríguez Soriano [Caracas, Venezuela, 1942]. Adquiéralo en Papel http://www.lulu.com/…/parce…/paperback/product-23633658.html
Memorias de pájaros y hombres
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Pablo Neruda / Mikis Theodorakis
Todo era vuelo en nuestra tierra y hoy ni vuelo ni tierra ni aire ni canto escapan a la soledad de una vida sin recintos. ms
Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: “es como una flor”.
La percepción de la vida como un milagro, es algo que no me gustaría perder, porque si perdemos esta percepción, la vida se hace oscura y monótona.
El niño que hay dentro de cada uno de nosotros es el que nos salva. Por más cansados y agobiados que estemos, cuando el niño se duerme, en lo último que piensa es en la mañana siguiente, y lo hace con ilusión.
Sin esta percepción del milagro que está por venir no puede haber una vida plena independientemente de la edad.
Vitali Shentalinski, poeta, escritor e historiador ruso
La inteligencia, ese atributo tan complejo y particular, que acompaña y distingue al hombre, tiene como función primordialhacernos humanos.
Un tiempo y una etapa a la que aún no hemos arribado. Y hacia dónde debemos dirigir todos nuestros esfuerzos, aportes y poder creador.
Triste sería que el hombre desapareciera de la faz de este planeta vulnerado, sin haber alcanzado la dimensión humana que le corresponde desarrollar y multiplicar.
A esa tarea esencial convocamos.
LAS GOTAS DE ROCÍO DE TERENZIO FORMENTI
En 1998 comenzó Terenzio a publicar estas gotas diarias y a esparcirlas por el planeta, en la certidumbre de que algún día arroparán toda tristeza y disiparán las penas que le roban la risa a los niños.
Nosotros, desde nuestras Embusterías, también creemos en ese sueño y en ese propósito y traemos a Terenzio a estos recintos para que no se detenga nunca su cosecha de amor.
2986 - 18 de enero del 2008.
Forse la vera certezza è quella che nasce e cresce nelle praterie del mistero... e anche la poesia appartiene a queste certezze.
Quizás la verdadera certeza es aquélla que nace y crece en las praderas del misterio... y también la poesía pertenece a estas certezas. http://groups.yahoo.com/group/dewdrop/
APRENDER A LEER EL UNIVERSO EN LAS PUPILAS DE UN NIÑO
Desde estas Embusterías, desde El Pájaro Amarillo, La Rana Verde, El Hilo del Cometa y El Vuelo del Azulejo, estamos convencidos que las verdaderas imágenes que se dibujan en los celestiales del universo, con un solo click aparecen como en un carrousel en las pupilas de los niños. Sólo que hay saber hacer click y saber ver en el interior de esas pupilas.
Como a veces los grandes solemos andar muy ocupados en cosas serias, y por lo general inútiles para la vida, proponemos hacer el camino a la inversa. Tal vez desde estas imágenes astronómicas que reflejan cada día las gigantescas coordenadas sobre las que se sostiene el universo todo, podamos aprender a descubrir en ellas, las pupilas de los niños.
Las que están cerca de nosotros, las que están lejanas, las que no logran abrirse al diámetro de la vida, las que son ofuscadas de tanta tristeza, las que nunca han visto el mar, ni el color de los ojos de la madre. Las que ríen de asombro, las que se esparcen por el mundo tiñendo de alegría los planetas.
Tal vez allí comencemos de nuevo a leer el libro de la vida y a sembrar en nuestros ojos el porvenir, que ya está escrito en ellas. A ese extraordinario y simple ejercicio invitamos.
MIGUÉL HERNÁNDEZ - JOAN MANUEL SERRAT
MIGUÉL HERNÁNDEZ
HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA
Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos, seguiremos besándonos en el hijo profundo. Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos, se besan los primeros pobladores del mundo.
BAILAR CON ZORBA
ANTHONY QUINN, THEODORAKIS Y ZORBA, A LOS 84 AÑOS
La música de Zorba es una música de vida. Y para vivir una vida a plenitud hay que amar. Y yo amo.
ANTHONY QUINN
EN ESTE AÑO 2009 INICIAMOS UN NUEVO INTERVALO DE 25 AÑOS EN LA CÁTEDRA PÍO TAMAYO, CON NUESTROS ESFUERZOS Y EL DE QUIENES CONTINÚEN Y SIGAN ACOMPAÑANDO ESTA ACCIÓN FLORICULTORA, NECESARIA E IMPRESCINDIBLE EN ESTOS TIEMPOS SIN PIEDAD.
LA VIGENCIA DEL PENSAMIENTO PIOTAMAYISTA ES HOY MAYOR QUE NUNCA. SU ESCUELA DE IDEALIDAD AVANZADA AGUARDA ASENTARSE EN LA CONCIENCIA Y EL CORAZÓN DE UN COLECTIVO QUE DEBERÁ ORGANIZARSE PARA ENFRENTAR
VICTORIOSA Y PACÍFICAMENTE LA VIOLENCIA DESATADA Y LA DESTRUCCIÓN PERMANENTE QUE RIGE HOY ESTE EXPAÍS Y EL PLANETA EN SU CONJUNTO.
2 comentarios:
Que recuerdos tan lindos de la infancia tienes y sales muy guapa en las fotos. Ahora entiendo porque el mar y las palomas de Macuto andan contigo siempre. Simplemante para darnos cada día estas embusterias tan llenas de tu dulzura y tu risa. Un abrazo grande Poeta. Te quiere Ro.
bello, bellísimo, Mery.
abrabesos
pablo
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