Llueve, llueve mucho, llovizna a cántaros sobre los cristales, sobre el cobijo de las tortolitas, sobre los ojos y el pavimento, sobre la grama del jardín que apenas se divisa desde estas alturas.
Llueve sobre los jazmines que recogen sus pétalos aguardando. Sobre la madrugada que no se quiere desprender de la noche. Sobre la risa que se acalló para escuchar los sonidos del agua.
Llueve tempestades lejanas que enardecen el mar que se orilla sobre las laderas de la montaña. Sobre los rostros que aún no han llegado a casa. En los niños sin regazo, los bancos desolados de los parques, el estanque vacío y las calles sin luces que reflejan los espejos de agua de su soledad. Llueve sobre cajas de cartón que contienen el tremor de lo deshabitado.
Llueve sobre el beso que no fraguó el suspiro. En el abrazo que se resbaló sobre los charcos. Llueve por las cartas que no han llegado a su buzón de adioses, desatando nostalgias de sequías sin amaneceres.
Llueve como si siempre hubiera llovido y la luna se mantuviera escapada a otro solar de estrellas. Como si todas las nubes estuvieran estacionadas en el carril de los cielos mirando el rectángulo del valle. Llueve sin refugio y sin regreso.
Llueve kyries enamorando a las vertientes para que amainen sus estampidas. Adagios tristes, que se cuelgan de las cuerdas de una flauta que perdió el espacio de sus respiraciones.
Llueve en torrentes que derriban inocencias y clausuran fogatas, tocando a las puertas de la desazón que golpea los techos que el viento secuestra, sin tino ni medida, avizorando orfandades.
Llueve sin remedio. Y los ríos subterráneos se pueblan de acontecer y comienzan a buscar sus cauces hacia el mar, dibujándole a las montañas la geografía del dolor. Y el agua pierde su esplendor y en conjunción con la tierra se desborda sin freno sobre pupilas que no conocieron el asombro.
Llueve vientos que le quiebran a los árboles la exacta simetría de sus años. Truenos sobre cocuyos que encandilan la oscuridad que ya se ha apropiado de todos los colores. Llueve sin cuentagotas sobre una ciudad atrincherada que prefiere los muros a la movilidad musical de las ramas que nacen.
De la lluvia vienen los matices. A veces es el abrazo que consagra el amor. La hacedora de los pocitos encantados donde los niños acometen sus primeras navegaciones. La sinfonía de la prisa sobre el instante detenido.
Un mar de risas dúlcimas que se envuelven en el alma. Un conjuro de caricias. Un espejo que devuelve los sueños que dejamos ir. Un tiempo sobre las hierbas para enamorarse de las aspavientos que anuncian el sol. Travesía de pez en el suspiro. Irisada canción de melancolías.
Llueve y el agua se cuela hacia el interior de la piel poblándola de almácigos que algún día brotarán en florerías.
¿Y cuál será la lluvia nuestra en este tiempo de estrépitos y desbandadas? ¿Seguiremos a la espera de la consagración de las lluvias en tiempo de encantos y para las melodías de todos los arrabales?
¿No será tiempo de ver llover sobre la propia lluvia que se columpia en el interior de los misterios que inventan cada una de las gotas que dan origen al porvenir de las alegrías?
Algún día el agua se precipitará sobre las baldosas del dolor y le dibujará espejos de flor a los rostros de los niños que no conocen la canción de los aguaceritos. Escapará de la piedad para asumir el gloria donde habita el eterno vivir de los recolectores de amores.
Su cauce le abrirá agujeros a los muros que resguardan las sequías y trepará hasta las nubes en tiempo de cosechas. Los ríos volverán a escribir sus pentagramas de peces en los deltas de las imaginerías y el mar surcará en navíos de espumas a inventarle archipiélagos a la alegría del hombre aún por nacer.
Parcela 40, más que un libro de poesía, constituye todo un ceremonial; un canto celebratorio a la mama (así, sin tilde)lleno de lucidez, dolor y los mejores sentimientos del universo; el canto de una hija que no escatima sujetos ni predicados para nombrar el amor con todas las palabras de su nombre. Un libro singular, entrañable, como sólo pueden serlo aquellos que dejan huellas imborrables. René Rodríguez Soriano [Caracas, Venezuela, 1942]. Adquiéralo en Papel http://www.lulu.com/…/parce…/paperback/product-23633658.html
Memorias de pájaros y hombres
Palabras Conjugadas
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Pablo Neruda / Mikis Theodorakis
Todo era vuelo en nuestra tierra y hoy ni vuelo ni tierra ni aire ni canto escapan a la soledad de una vida sin recintos. ms
Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: “es como una flor”.
La percepción de la vida como un milagro, es algo que no me gustaría perder, porque si perdemos esta percepción, la vida se hace oscura y monótona.
El niño que hay dentro de cada uno de nosotros es el que nos salva. Por más cansados y agobiados que estemos, cuando el niño se duerme, en lo último que piensa es en la mañana siguiente, y lo hace con ilusión.
Sin esta percepción del milagro que está por venir no puede haber una vida plena independientemente de la edad.
Vitali Shentalinski, poeta, escritor e historiador ruso
La inteligencia, ese atributo tan complejo y particular, que acompaña y distingue al hombre, tiene como función primordialhacernos humanos.
Un tiempo y una etapa a la que aún no hemos arribado. Y hacia dónde debemos dirigir todos nuestros esfuerzos, aportes y poder creador.
Triste sería que el hombre desapareciera de la faz de este planeta vulnerado, sin haber alcanzado la dimensión humana que le corresponde desarrollar y multiplicar.
A esa tarea esencial convocamos.
LAS GOTAS DE ROCÍO DE TERENZIO FORMENTI
En 1998 comenzó Terenzio a publicar estas gotas diarias y a esparcirlas por el planeta, en la certidumbre de que algún día arroparán toda tristeza y disiparán las penas que le roban la risa a los niños.
Nosotros, desde nuestras Embusterías, también creemos en ese sueño y en ese propósito y traemos a Terenzio a estos recintos para que no se detenga nunca su cosecha de amor.
2986 - 18 de enero del 2008.
Forse la vera certezza è quella che nasce e cresce nelle praterie del mistero... e anche la poesia appartiene a queste certezze.
Quizás la verdadera certeza es aquélla que nace y crece en las praderas del misterio... y también la poesía pertenece a estas certezas. http://groups.yahoo.com/group/dewdrop/
APRENDER A LEER EL UNIVERSO EN LAS PUPILAS DE UN NIÑO
Desde estas Embusterías, desde El Pájaro Amarillo, La Rana Verde, El Hilo del Cometa y El Vuelo del Azulejo, estamos convencidos que las verdaderas imágenes que se dibujan en los celestiales del universo, con un solo click aparecen como en un carrousel en las pupilas de los niños. Sólo que hay saber hacer click y saber ver en el interior de esas pupilas.
Como a veces los grandes solemos andar muy ocupados en cosas serias, y por lo general inútiles para la vida, proponemos hacer el camino a la inversa. Tal vez desde estas imágenes astronómicas que reflejan cada día las gigantescas coordenadas sobre las que se sostiene el universo todo, podamos aprender a descubrir en ellas, las pupilas de los niños.
Las que están cerca de nosotros, las que están lejanas, las que no logran abrirse al diámetro de la vida, las que son ofuscadas de tanta tristeza, las que nunca han visto el mar, ni el color de los ojos de la madre. Las que ríen de asombro, las que se esparcen por el mundo tiñendo de alegría los planetas.
Tal vez allí comencemos de nuevo a leer el libro de la vida y a sembrar en nuestros ojos el porvenir, que ya está escrito en ellas. A ese extraordinario y simple ejercicio invitamos.
MIGUÉL HERNÁNDEZ - JOAN MANUEL SERRAT
MIGUÉL HERNÁNDEZ
HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA
Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos, seguiremos besándonos en el hijo profundo. Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos, se besan los primeros pobladores del mundo.
BAILAR CON ZORBA
ANTHONY QUINN, THEODORAKIS Y ZORBA, A LOS 84 AÑOS
La música de Zorba es una música de vida. Y para vivir una vida a plenitud hay que amar. Y yo amo.
ANTHONY QUINN
EN ESTE AÑO 2009 INICIAMOS UN NUEVO INTERVALO DE 25 AÑOS EN LA CÁTEDRA PÍO TAMAYO, CON NUESTROS ESFUERZOS Y EL DE QUIENES CONTINÚEN Y SIGAN ACOMPAÑANDO ESTA ACCIÓN FLORICULTORA, NECESARIA E IMPRESCINDIBLE EN ESTOS TIEMPOS SIN PIEDAD.
LA VIGENCIA DEL PENSAMIENTO PIOTAMAYISTA ES HOY MAYOR QUE NUNCA. SU ESCUELA DE IDEALIDAD AVANZADA AGUARDA ASENTARSE EN LA CONCIENCIA Y EL CORAZÓN DE UN COLECTIVO QUE DEBERÁ ORGANIZARSE PARA ENFRENTAR
VICTORIOSA Y PACÍFICAMENTE LA VIOLENCIA DESATADA Y LA DESTRUCCIÓN PERMANENTE QUE RIGE HOY ESTE EXPAÍS Y EL PLANETA EN SU CONJUNTO.
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