1979
domingo, diciembre 30, 2012
PARA ESCANCIAR SIETE VECES LA VIDA
a víctor y gladys
por su hospitalidad1979
Un
arbolito encendido
un veinticuatro
de noche buena
inició
el reparto de los sueños
siete
sueños para cada uno
y
siete días para el año nuevo
siete
veces tocando los cristales
para
inventar alegrías que se compartan
y
se multipliquen en los días buenos
Un
treintiuno de noche nueva
siete
días después
continuó
el reparto de ofrendas
y
el rito de los vinos
cebada
trigo maíz o uvas
de
la tierra salieron
granos
y frutos
para
que el viento los meciera
y
la noche los cubriera
y
el día los sorprendiera
en
manos del hombre que los trabaja
hasta
convertirlos en agua para los ritos
para
la consagración de la vida
y
la celebración de las alegrías
Siete
veces más allá de las doce campanadas
para
abrir un año siete veces alegre
ese
fue el sueño de la noche buena
que
se prolongó en las mañanas
de
todos los días buenos
siete
alegrías que hacen toda la alegría
porque
incluye las penas y el rito
para
convertirlas en creciente
para
alcanzar siete veces
la
dimensión de la vida
Por
eso fueron siete las botellas
de vino
y siete veces proclamamos
los
días y las noches buenas
El
primero vino tinto
de las
campiñas francesas
color
de uva madura
de
rosa de las tardes
de
noche que se prende
de
los últimos rayos del sol
vino
suave y seco
augurio
de los días de cada día
en
que se inventa la alegría
porque
se detiene uno a mirar las colinas
o
el viento o el rostro de alguien
que
conocimos desde siempre
El
segundo fue rosado
de las
viñas portuguesas
color
de amaneceres
color
de rostro que se sonroja
cuando
entrega su risa más dulce
uno
de los siete colores
del
arcoiris
de
las alegrías que vienen
porque
las hemos ido construyendo
repartiendo
rosas y recogiendo cantos
El
tercero blanco de las orillas
del
rhin
río
de hombres fuertes
claro
como el agua que llena
los
ríos desde las colinas
color
de mediodías
para
las alegrías que nadie puede
quitarnos
las
de adentro las más altas
que
se prolongan en la risa
que
se entrega
en
el afecto que se cultiva
en
el amor que se despliega
para
que no sea de nadie
que
lo limite ni lo cerque
El
cuarto blanco de blancos
como
quien en vez de ver el río
ve las
gotas de agua que forman el río
que
suben de nuevo niebla neblina nube
para
descender lluvia tempestad rocío
El
quinto dijimos que era
para
se supiera que nada termina
ni
se agota sino que se multiplica
siete
veces en la vida
y
reinventamos el rito de los vinos
oscuros
color de las pasiones
que
no concluyen ni en los silencios
ni
en las ausencias
sino
que allí se levantan rubor
por
la vida asombro de los días
Y
de mano de los niños vino el sexto
blanco
de blancos otra vez
pero
ahora especialmente seco
para
que no fuera ni lo suave ni lo dulce
lo
que confirmara la celebración
sino
el sabor de las frutas ácidas
de
las piedras blancas de sol
y
las caracolas blancas de espuma
de
mar
El
séptimo ya no importaba el color
ni si
las viñas eran francesas alemanas
españolas
o de aquí
era
saber que todas las viñas
son
nuestras
las
laderas llenas de claveles
y
rosas de galipán
los
campos de trigo de checoslovaquia
los
campos de oliva de españa
las
siembras de albahaca y orégano
de
italia
las
tierras de siete colores de grecia
con
sus vinos amargos
y
los campos donde nada brota aún
sino
el sol y las piedras y la arena
El
séptimo color de todos los colores
que
tiene la vida
color
de tristeza y alegría
de
pena honda y de asombro infinito
sabor
de todos los vinos y todos los frutos
olor
de todas las rosas y todas las hierbas
Allí
nos detuvimos
en la
octava botella que no estaba llena
porque
no debía estarlo
que
era como iniciar una nueva ronda
para
celebrar siete veces los encuentros
Así
partí aunque no partiera
porque
no me llevé las rosas
ni
las flores ni las hierbas
ni
los palitos de madera seca
ni
las hojas de los árboles que seguirán
cayendo
y renaciendo
ni
el polvo de la tierra que se instala
polvo
de casa polvo de ciudad
para
regresar polvo de simiente y de raíz
Así
me fui sin haberme ido
aunque
no vuelva o vuelva
porque
estoy cuando se escancia
en
cualquier sitio una botella de vino
que
abra puertas y no las cierre
que
invente alegrías y no las dañe
que
construya afectos y nos los venza
que
haga crecer el amor
y
lo que comparte
para
celebrar la vida
porque
estoy donde una pena o un dolor
quieren
oscurecer el día bueno
y
donde una canción anuncia
la
tarde buena que viene llena de sol
Porque
estoy en cada uno de los siete
días
en que se cumple el cuarto de luna
y
estoy siete veces encendiendo fuegos
para
alumbrar estos tiempos obscuros
Y
por ello que haya siempre
vino
que no se envejezca en las despensas
y
que las despensas siempre guarden
una
botella de vino
que
no sea la última
¡Salud!
enero / 1979
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MS Floreceres
lunes, diciembre 24, 2012
PARA GLORIFICAR LA VIDA
Johann Sebastian Bach
Y si alguna vez glorificáramos la vida
por encima de todo designio divino
para que ésta en verdad alcance la
dimensión de los cielos que le fueron
prometidos a todos los que se sacrificaran
en nombre del padre
Y si en nombre de la tierra germinaran
sinfonías pastorales en el corazón de los
hombres para la resurrección de la vida
desde el interior de los silencios que
otorgaron salvaciones en ajenos
continentes de un tiempo sin memoria
Entonces todo nacimiento tendría
el resplandor de alguna lejana constelación
le dibujaría travesías auroradas
a los días de un vivir con sabor a bosques y
letanías de siembras fosforescentes
le restituiría a los soles la
eternidad de sus fogatas y al hombre
la alta majestuosidad que contiene
la vivace brevedad de su humano intervalo
mery sananes / libro del hombre
Johann Sebastian Bach / Oratorio de Navidad / completo
CHOCOLATICOS DE ILUSIÓN
La navidad en embusterías
es una manera de sacar
a pasear las ganas de
comer los chocolaticos
es una manera de sacar
a pasear las ganas de
comer los chocolaticos
que se fabrican en el cielo
de las ilusiones
de las ilusiones
agustín blanco muñoz
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domingo, diciembre 23, 2012
LEDO IVO Y EL SASTRE DE LAS MARIPOSAS
Ledo Ivo ha decidido irse, como un río, para ir a fabricar el agua de
las lágrimas. Como quien se va a la mañana siguiente en busca del sastre de las
mariposas. Sé que lo conocí por Juan Carlos Mestre y este poema que le dedicó.
Cuando lo leí, supe que iba al encuentro de dos poetas de la estatura de la
vida. Y poetas así siempre acampan en el porvenir y se quedan para siempre, aún
en medio de los mayores naufragios. Aquí no hay despedida. Pero sí hay que ir a
su encuentro, en ese viajar entre la sombra y la luz, para que con sus señales
podamos algún día fabricar faros marineros, candiles de pueblo, faroles de
plazas, incendios de amaneceres. mery sananes
CAVALO MORTO de Lêdo Ivo
En
Cavalo Morto, las muchachas acostumbran a salir de paseo con los soldados. Y
luego a quererse.
Sucede
entonces algo inverosímil: después de hacer el amor, bordan en las nubes, con
un alfabeto azul y blanco, el nombre de los enamorados: José Antônio, Manuel,
Joâo.
Las
muchachas vuelven más jóvenes de esos amores entre la maleza. Regresan
intrépidas, excitadas por el filtro de la luna. Y para ellas no hay ya
exigencias, cobardías, acontecimientos. Sólo existen los soldados del batallón.
En
agosto, enero, igual septiembre, las muchachas aman en Cavalo Morto. Pasan
abrazadas a sus enamorados y dejan en la arena del camino algo como un rastro
de espuma o velo. Los soldados no saben hacer sonetos, ¡pero cómo aman!
De
noche, Cavalo Morto nunca está despoblado. Y si pasas un día por allí y oyes
voces, risas y gemidos de amor, no te asustes por miedo a los fantasmas. Son
las muchachas amándose con los soldados de Cavalo Morto.
De Juan Carlos
Mestre
"La casa roja"
Calambur Editorial, Madrid, 2008
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
"La casa roja"
Calambur Editorial, Madrid, 2008
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Un poema de Lèdo Ivo es una luciérnaga que busca una moneda perdida. Cada moneda perdida es una golondrina de espaldas posada sobre la luz de un pararrayos. Dentro de un pararrayos hay un bullicio de abejas prehistóricas alrededor de una sandía. En Cavalo Morto las sandías son mujeres semidormidas que tienen en medio del corazón el ruido de un manojo de llaves.
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Lèdo Ivo es un hombre viejo que vive en Brasil y sale en las antologías con cara de loco. En Cavalo Morto los locos tienen alas de mosca y vuelven a guardar en su caja las cerillas quemadas como si fuesen palabras rozadas por el resplandor de otro mundo. Otro mundo es el fondo de un vaso, un lugar donde lo recto tiene forma de herradura y hay una sola tarde forrada con tela de gabardina.
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo es un río que madruga para ir a fabricar el agua de las lágrimas, pequeñas mentiras de lluvia heridas por una púa de acacia. En Cavalo Morto los aviones atan con cintas de vapor el cielo como si las nubes fuesen un regalo de Navidad y los felices y los infelices suben directamente a los hipódromos eternos por la escalerilla del anillador de gaviotas.
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Un poema de Lèdo Ivo es el amante de un reloj de sol que abandona de puntillas los hostales de la mañana siguiente. La mañana siguiente es lo que iban a decirse aquellos que nunca llegaron a encontrarse, los que aún así se amaron y salen del brazo con la brisa del anochecer a celebrar el cumpleaños de los árboles y escriben partituras con el timbre de las bicicletas.
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Lèdo Ivo es una escuela llena de pinzones y un timonel que canta en el platillo de leche. Lèdo Ivo es un enfermero que venda las olas y enciende con su beso las bombillas de los barcos. En Cavalo Morto todas las cosas perfectas pertenecen a otro, como pertenece la tuerca de las estrellas marinas al saqueador de las cabezas sonámbulas y el cartero de las rosas del domingo a la coronita de luz de las empleadas domésticas.
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
En Cavalo Morto cuando muere un caballo se llama a Lèdo Ivo para que lo resucite, cuando muere un evangelista se llama a Lèdo Ivo para que lo resucite, cuando muere Lèdo Ivo llaman al sastre de las mariposas para que lo resucite. Háganme caso, los recuerdos hermosos son fugaces como las ardillas, cada amor que termina es un cementerio de abrazos y Cavalo Morto es un lugar que no existe.
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Ledo Ivo,
MS Memoriales
miércoles, diciembre 19, 2012
SEMBREMOS GERANIOS PARA EL RENACER
SEMBREMOS GERANIOS
PARA EL AMANECER
CATEDRA PÍO TAMAYO
PARA EL AMANECER
CATEDRA PÍO TAMAYO
CENTRO DE ESTUDIOS DE HISTORIA ACTUAL
IIES / FACES / UCV
Estamos en el festín de un tiempo
que ya nada nos dice de la marcha
de los aromas por los solares que
decidieron mantener escondidas
las miradas de los amores
que se vuelven alegrías
los aposentos se inclinan
ante los nidos donde se concitan
las labores de los espalderos
de los días que van tras las huellas
que saben de nuestra necesidad de
alcanzar el canto para el propio
rescate de un vivir
cada vez más cercano a los bríos
atrapados por los geranios
ya dispuestos para la espera
del renacer de nuestra eterna
condición en risa de navidad
HACIA LA CELEBRACIÓN DEL
TRIGÉSIMO ANIVERSARIO
DE LA CPT 1983-2013
texto / agustín blanco muñoz
fotos / cpt
fotos / cpt
Agustín Blanco Muñoz / Mery Sananes / Danielita Barrolleta
diciembre 2012 – enero 2013
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CPT,
Mensaje 2012-2013
jueves, diciembre 13, 2012
EN LOS OJOS DE ANA MAGDALENA
Ana Magdalena Bach
Aún
los ojos de Ana Magdalena
permanecen
en la estación de
lágrimas
que construyó juan
sebastián
en el final de la pasión
del
cielo de Mateo
agustín blanco muñoz
serie / el ojo y el mirar
Las
Pasiones según San Mateo y según San Juan son, con toda seguridad, las
obras de arte más grandes que ha producido jamás el espíritu humano.
También pertenece a esa categoría la Misa en sí menor. El lector
comprenderá que no diga nada sobre esas obras. Cuando las oí cantar –y
la Misa no la oí nunca entera, sino en trozos- me pareció como si un mar
inmenso se hubiese derramado sobre mí. El coro de la obertura de la
Misa, el gran grito del Kyrie eleison, seguido del silencio de las
voces, mientras los instrumentos tocan la más hermosa de las músicas, me
pareció siempre más allá de toda expresión. No habría palabras para
hacérselas comprender a los que no han oído esa Misa y las Pasiones. Las
palabras son, pues, superfluas. Estas obras procedían de lo más
profundo del alma de Sebastián.
ANA MAGDALENA BACH
Pequeña crónica
Caracas, Ediciones Desorden, 1975.
Caracas, Ediciones Desorden, 1975.
Coro final de la Pasión según San Mateo
de Juan Sebastián Bach
La Pasión completa
dirigida por Gustav Leonhardt 1989
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ABM El ojo y el mirar
miércoles, diciembre 12, 2012
ATRILERÍAS DE VIOLA
marc chagall
Voy al encuentro
de este día como
de este día como
la
estrella al torrente
estremecido
de la noche
el
canto a la cuerda
de una
viola enamorada
el beso
a la boca
que
derrama enjambres
de
panela y colibrí
mery sananes / atrilerías
12 / 12 / 12
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MS Atrilerías
martes, diciembre 11, 2012
NOCHE SIN OLVIDO
Entonces
el paladar se
volvió
noche sin olvido
mientras
mirábamos el
paso
de las alcancías de
los
enamorados que se
niegan
a jugar a los
lamentos
agustín blanco muñoz
serie decires
foto / mery sananes
Antonio Vivaldi
Concierto para dos cellos RV 531
con Yo Yo Ma y Ton Koopman
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agustín blanco muñoz
serie decires
foto / mery sananes
Antonio Vivaldi
Concierto para dos cellos RV 531
con Yo Yo Ma y Ton Koopman
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ABM Decires
lunes, diciembre 10, 2012
EL PALADAR DE LA NOCHE
Un sonido
de flauta se derrama
sobre el olvido
y reverbera su canto
en el iris de un beso
que no alcanzó
el paladar de la noche
texto y foto / mery sananes
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MS Atrilerías de flauta
lunes, diciembre 03, 2012
LA MIRADA DE LAS ASTROMELIAS
Cuando los ojos dejan
de
lado la canción
la
vida se queda en la
mirada
de las astromelias
agustín blanco muñoz
serie del ojo y del mirar
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ABM El ojo y el mirar,
Kapsberger Tocatta Arpegiatta
viernes, noviembre 30, 2012
Y MIRA QUE ME MIRAS
Y
mira que me miras
desde
el delta de la madre
desatando
la memoria
que
no se construyó
Y
mira que me dices
de los
vendavales que vadeaste
en
el silencio de tus congojas
Y
mira que me dejas
este
intervalo de silencios
en
mitad de la canción
que nunca
concluiste
Y mira que te digo que
si
pudiera contabilizar
la vida
como se enhebran
los
atardeceres
en el
cántaro de los ojos
recogería los días de tu risa
y los
sembraría en el
adagio
de tu despedida
para
destejer laboriosamente
entre
mis dedos los cordeles
de
la tristeza que me mira
desde tu mirada
y se
anida en la mía
como
un puente de lirios
que
cruza amoroso
el
espejo de la noche
texto / mery sananes
foto / danielita barrolleta
foto / danielita barrolleta
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Alberto Sananes,
MS Memoriales
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