lunes, septiembre 03, 2018

LA SAL DE LOS AMANECERES



a carlos morales del coso
por siempre orear la palabra
hasta dejarla sin escudos ni ataduras


Y cuándo la palabra
se derramará sobre la vida
como una fuga de juan sebastián

Cuándo se detendrá en los fraseos 
del teclado para entregarle
su respiración a a los piquitos
de los colibríes

Cuándo desatará la vertiente
fluvial de sus deletreos
sobre la fragua mágica de un
cerezo brotando
de una cuerda muda

Cuándo dejará ir su 
conmoción de mariposa 
para hacerse transeúnte 
de las mareas de poniente

Cuándo se irá la vocal
del claustro de la palabra 
para irse caño adentro rielando
torrenteras en los confines
de un espiral de suspiros

La palabra sigue siendo
un pájaro herido atrapado
en el remolino de un azahar
al que le han robado
su aroma

Y hay que dejarla ir
a paso de acantilado
hacia el delta de todas
las aguas hasta que amarice
en la estremecida sal 
de los amaneceres



texto y foto / mery sananes







1 comentario:

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

La palabra, ese aliento último que nos salvará, viaja entre colores de cielo siempre que haya personas como tú, Mery, haciéndole su paso más fragoroso por este reino lleno de ruidos y estropicios... que embrutece al ser y mata el alma. El decir de tu poema me hace creer más esperanzas de que habrá... un mundo mejor.

Un abrazo, poeta hermosa