jueves, abril 30, 2020
CALENDARIO DE LUNAS . MARZO - ABRIL 2020
Dibujo de Federico García Lorca
Llegó el mes de mayo y dejo aquí
las lunas que he podido fotografiar
a veces sólo con el corazón
Hoy no agrego textos ni versos
sino la plena libertad de que
cada quien haga suya alguna
de estas lunas para que puedan
si así lo quieren
inscribir en ellas
sus propios asombros
Luna 14 marzo 2020
Luna creciente 27 marzo 2020
Luna creciente 01 abril 2020
Luna creciente 03 abril
Luna creciente 04 abril 2020
Luna creciente 05 abril 2020
Luna llena 09 abril 2020
Luna menguante 10 abril 2020
Luna menguante 11 abril 2020
12 y 15 am
Luna menguante 11 de abril 2020
6:30 am
Luna menguante 16 abril 2020
Luna creciente abril 28 2020
fotos / mery sananes
Etiquetas:
MS - El Libro de la Luna
PARA DESALUMBRAR LA NOCHE
Ay de la noche
que se despliega como
un lienzo esparciendo sus
azules para alumbrar una
luna creciente
Ay de la luna
que desalumbra la noche
Ay del sol
que la aguarda para fugarse
con ella antes de que se
engalane con esos besos de luz
que él le dibuja al filo de
su circunferencia a cambio
de la voluptuosidad de su
danza cósmica sobre
su corazón de fuego
texto y foto
mery sananes
Manuel de Falla
El Amor Brujo / Danza ritual del fuego
Antonio Gades y Cristina Hoyos
canta Rocío Jurado
Danza del fuego
que la aguarda para fugarse
con ella antes de que se
engalane con esos besos de luz
que él le dibuja al filo de
su circunferencia a cambio
de la voluptuosidad de su
danza cósmica sobre
su corazón de fuego
texto y foto
mery sananes
Manuel de Falla
El Amor Brujo / Danza ritual del fuego
Antonio Gades y Cristina Hoyos
canta Rocío Jurado
Danza del fuego
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MS El Libro de la Luna
domingo, abril 26, 2020
FEDERICO GARCÍA LORCA - GRITO HACIA ROMA
FEDERICO GARCÍA LORCA
Desde la Torre del Chrysler Building
de Poeta en Nueva York
Hace noventa años Federico García Lorca dejaba este poema, como un
grito, en las aceras de una calle cualquiera de la ciudad de Nueva York. Hoy lo
recogemos, como si nada hubiese pasado, y el ciclón del tiempo se
hubiese detenido tan sólo para para pasar de una tragedia por otra, sin que las
consecuencias varíen en la dimensión de la muerte, del desahucio.
Tampoco hay hoy quien reparta el pan ni el vino ni quien cultive hierbas
en la boca del muerto, ni quien abra los linos del reposo, ni quien llore por
las heridas de los elefantes.
Y como entonces habremos de gritar con voz tan desgarrada, hasta que las
ciudades tiemblen como niñas, y rompan las prisiones del aceite y la música, / porque
queremos el pan nuestro de cada día, / flor de aliso y perenne ternura
desgranada, / porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra / que da
sus frutos para todos.
Con León Felipe a un dorso y César Vallejo a la vera, Federico junta los
gritos del mundo, el llanto derramado y el dolor exacerbado para dejarnos aquí este
afilado expediente con los mismos dedos con los que conjuga música y desgarro
en el manantial de un verso sin carril.
GRITO HACIA ROMA
DESDE LA TORRE DEL CHRYSLER BUILDING
Federico García Lorca
Poeta en Nueva York
Manzanas levemente heridas
por finos espadines de plata,
nubes rasgadas por una mano de coral
que lleva en el dorso una almendra de fuego,
peces de arsénico como tiburones,
tiburones como gotas de llanto para cegar una
multitud,
rosas que hieren
y agujas instaladas en los caños de la sangre,
mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos
caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula
que untan de aceite las lenguas militares
donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma
y escupe carbón machacado
rodeado de miles de campanillas.
Porque ya no hay quien reparta el pan ni el vino,
ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,
ni quien abra los linos del reposo,
ni quien llore por las heridas de los elefantes.
No hay más que un millón de herreros
forjando cadenas para los niños que han de venir.
No hay más que un millón de carpinteros
que hacen ataúdes sin cruz.
No hay más que un gentío de lamentos
que se abren las ropas en espera de la bala.
El hombre que desprecia la paloma debía hablar,
debía gritar desnudo entre las columnas,
y ponerse una inyección para adquirir la lepra
y llorar un llanto tan terrible
que disolviera sus anillos y sus teléfonos de
diamante.
Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga,
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía,
ignora que la moneda quema el beso de prodigio
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.
Los maestros enseñan a los niños
una luz maravillosa que viene del monte;
pero lo que llega es una reunión de cloacas
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.
Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas
sahumadas;
pero debajo de las estatuas no hay amor,
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en la choza diminuta que lucha con la inundación;
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del
hambre,
en el triste mar que mece los cadáveres de las
gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las
almohadas.
Pero el viejo de las manos traslúcidas
dirá: Amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura;
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.
Mientras tanto, mientras tanto ¡ay!, mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de
los directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones del aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada día,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.
FGL
Poeta en Nueva York
Enero 1930
Paco Ibañez canta a Fereico
Etiquetas:
De las palabras - Federico Garcúa Lorca -
viernes, abril 24, 2020
ALAZANES COSMICOS
Se desborda el pincel
del sol sobre el mar
y le dibuja al oleaje
una aurora anticipada
Asciende el agua hacia
el cielo en bajeles de azul
y la tarde es un carruaje
de alazanes cósmicos
sostenidos por un cardumen
de peces de plata
Y el hombre atrapado en
el redil de los pescadores
es apenas un diminuto
guijarro sin branquias
que ya no respira
¡Ay del atardecer que
naufraga en el interior
de una noche sin mañana!
texto y fotos / mery sananes
El Libro del Mar inédito
mar caribe / agosto del 2013
Claude Debussy
El Mar / Diálogo del viento y el mar
Etiquetas:
MS El Libro del Mar
TIEMPO EN RE
Estalla la flor en
incandescencia solar
erguida sobre el húmero
de una rama
Derrama
arcoiris en sus hojas
cosidas al fulgor de una
tarde
Aguarda ser rumor
sobre la soledad
de un tiempo en el re
de los desahucios
mientras talla en la noche
un canto púrpura de
insurrección
23 abril 2020
texto y foto
mery sananes
Ludovico Eunadi
Life
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MS Galería floral -
martes, abril 21, 2020
SORPRENDIDA BELLEZA
En medio de un abril
en tiempo de tempestad
de pronto se derrama sobre
el cielo un arco que cruza
de norte a sur
Mas el arco lentamente
cede su iris a la nocturnidad
y las ramas se aposentan en un
vergel de violetas que anuncian
un instante de sorprendida belleza
Y la noche entonces busca
en silencio cruzar el alba
para alcanzar el corazón
de un hombre al que le han
cancelado todo amanecer
texto / mery sananes
fotos / The Tree Artist
19 abril 2020
Mozart
Fantasía in D minor K 397
con Glenn Gould
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MS - El Libro del Sol
domingo, abril 19, 2020
CANTO DE SOL
Hay que mirar
siempre al sur
e imaginar
imaginar y soñar
Abre la mañana sus postigos
y nos aguarda al fondo
un bosque que miramos a
través del azul noche de
un manojo de campanillas
alzando vuelo hacia el sur
Y la imaginación se desborda
por las fieras pupilas del día
inventando un tiempo sin
encierros abierto a los sueños
de un vivir donde la respiración
alcance el trino de los pájaros
hasta hacerse canto de sol
texto/ mery sananes
pinturas / Stanislav Zhukovsky
19/04/20
Antonio Vivaldi
Il Cardellino
Il Cardellino
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MS - Galería Floral
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