viernes, octubre 28, 2022

Y DÓNDE EL PÚRPURA DEL CORAZÓN HUMANO





Basta un diminuto cactus
abriéndose paso en el espacio
de una taza hecha para libar en
ella un café cerrero
para que el milagro de la
vida nos sorprenda

La regué una vez a la semana
con apenas un rocío de agua
y la coloque al sol para que
se cumpliera el prometido
regalo de una flor

Y cuando menos lo esperaba
en una madrugada en la que
sólo se escuchaba el trinar de
algunos pájaros de pronto
apareció un estallido de
rojo intenso apenas visible
haciéndose paso hacia
el asombro




Y se agigantó el espacio
de la belleza mientras
buscaba las alas del sol
para seguir el ritmo
de su vida infinita





Qué aprendizaje nos
deja la naturaleza en cada
una de sus expresiones
y cuándo haremos posible
que nuestro vivir se asemeje
a la voluptuosidad de su 
 estaciones




Cuándo y cómo lograremos
mostrar en nuestro hacer
el púrpura del corazón
que nos asiste que no
el denso humo de las 
metrallas y la destrucción
en la que se ha fundido
este mundo de penas




Esta diminuta flor
constituye una lección 
desafiante de rebeldía
que tal vez algún día
se convierta en la
verdadera estructura del
tejido humano capaz
de reconstruir la vida
que cada día se nos escapa
en los oscuros túneles
de la desesperanza
y la muerte 




texto y fotos
mery sananes
octubre 2022



Canto desde un jardín secreto



6 comentarios:

Miriam Maura Mallorquin dijo...


Preciosa tu flor y adorable tu decir.

Silvia Helena Failache dijo...

Cómo no emocionarse con tan bello poema? Cómo no querer abrir las alas y con el corazon púrpura salir al encuentro del infinito? Gracias mi querida amiga.

Marielos Dìaz dijo...

Buenos dias

Zulay York dijo...

Y si. Uno puede reconstruirse o renacer y con gotas de rocio que vengan de una mano amorosa que quiera deleitarse con la aparición de un minúsculo asomo de lo que será la flor; es más fácil y más encantador. El milagro de la vida. Gracias poeta por ser la mano mágica con cuyas palabras podemos contar dejando sembrado un ramillete de afectos en nuestros corazones.

Administrador dijo...


Ay mi chinita, que palabras tan dulces me dejas. En ese equipo andamos desde hace mucho. Y en tu maravillosa tarea con los niños, los trabajas como si fuesen flores con derecho inalienable de vivir como tales y desarrollarse a sembrar y cosechar alegrías. Tareas en las que siempre nos hemos empeñado, a pesar de todos los pesares que sin medida buscan torpedear ese soñar con un mundo más humano. Vamos siempre juntas con un cariño que nunca deja de crecer. Muuuuucho

Ana Rita Tiberi dijo...

Así es.
….son los milagros dulces y tiernos de nuestra cotidianidad.