jueves, febrero 29, 2024

EN EL CORAZÓN DE UN ALLEGRO




Luna del 04 / 09 / 18



Cuerdas desatadas
de un violín cincelando
adagios en el corazón
de un allegro



texto y foto
mery sananes
de El Libro de la luna
inédito
2018


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lunes, febrero 26, 2024

HABITANTE DE LOS DÍAS QUE VENDRÁN




HABITANTE DE
LOS DÍAS QUE VENDRÁN

 Para el hermano compañero
 y amigo de siempre
Manlio Sardi


 


 
Del agua venimos
y hacia la tierra
dirigimos las
esquirlas del vivir

 
Somos transeúntes
en un tiempo
que no se elige
ni se decide
pero en el que nos
tocó hospedarnos
sin otros instrumentos
que el transitar por
la vida y la muerte

 

Y al irse desgajando
el tiempo de lo no
advertido comprendimos
que es nuestra la tarea
de reinventar una 
tierra un planeta
el espacio de nuestra
presencia
en un mundo capaz
de recuperar su
infinita belleza
y el inmenso tesoro
de quienes lo habitan





Y en ese espejo
mi queridísimo Manlio
hemos sido y seguiremos
siendo fabricantes de
sueños en vida y decididos 
defensores de la tierra 
y el cielo de los ríos 
y sus guijarros
de sus frutos y sus
pájaros

 
Por algo elegimos observar
las despedidas de la luna
para ver aparecer el sol
cada día

 

Y en esta fecha de un
nuevo registro de tu respirar
venimos a consagrar tu tiempo
para el presente y el futuro
tan lleno del vivir capaz de 
tocar las horas del hoy
para ir en busca del mañana
que mantendrá  en sus arcas
el destino de tus vuelos 
que se juntan al canto
cundeamor del colibrí


 


Por eso sabemos Manlio
que en cada uno de los
espacios donde tocas
has dejado huellas 
y tuyo es el cultivo de los 
bosques junto al beber
de tus amaneceres
para sostener el
hilo sagrado de seguir
siendo habitante de
los días que vendrán

En eso estamos 
comprometidos
hoy y siempre
 
 

La Pandilla de Los Pinos
26 febrero 2024

 

 

 

 

 

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domingo, febrero 25, 2024

PÍO TAMAYO: CARTA A UN AMIGO MÍO

 

Pío Tamayo

CARTA A UN AMIGO MÍO


Presentación


El texto de José Pío Tamayo, titulado Carta a Un Amigo Mío, constituye un documento de primera importancia en la historia de las ideas de Venezuela y América. Su contenido revela una concepción de la historia muy alejada de la visión historiográfica tradicional, mediante la cual se daba cuenta del proceso vivido en el continente y en el país, a partir de los llamados movimientos independentistas. 


Aquel prisionero de Juan Vicente Gómez, sobre quien pesaba una condena a muerte, precisamente por el carácter y proyección de su ideario, se consideraba a sí mismo, ‘peón jornalero en labores de belleza y libertad’. Y en tales faenas, producto no sólo de una acción revolucionaria, diseminada en su estadía tocuyana y su recorrido americano del exilio, sino también en el propio Castillo de Puerto Cabello, donde fundó Escuela de idealidad avanzada y dictó permanentes lecciones de porvenir. 


Para este joven tocuyano de apenas 31 años, Venezuela “ha ignorado siempre la Revolución”. Y cien años de vida republicana dan como saldo: la codicia del erario público, la satisfacción de sensualidades y desencadenamiento de soberbias, una completa carencia de conciencia nacional y la anulación de todo sentido de responsabilidad social. Ante este cuadro, Pío Tamayo invoca –si adversas circunstancias no detienen su marcha- la fuerza de la juventud, encaminada a forjar nuevas ideas y acciones, llamadas a hacer la obra pedagógica que el país necesita: fundar escuela de revolución.


Consciente de que’ sólo puede afirmar que ha vivido una generación que deja a la que vendrá más de lo que recibió de la precedente’, y que los verdaderos forjadores del porvenir son aquellos que, en vez de aplicarse a usufructuar lo que es, obran en dirección de lo que va siendo. Pío Tamayo repite una y otra vez lo que considera nuestro mal fundamental: no haber tomado en cuenta al pueblo como primer elemento de acción social. Y para sustentar su afirmación Pío establece lo que podríamos considerar como el primer cuadro de clases sociales en el país.


Importante, en este sentido, detenerse en este análisis, que coloca a Tamayo como pionero en la aplicación de la perspectiva marxista a la realidad americana y venezolana en particular. Y no se trata de una copia mecánica o de una superposición de los esquemas del marxismo a la que aprehende en nuestro proceso histórico, sino por el contrario, un escudriñar en la causalidad de sus procederes y en la dirección de su acción. Y es por ello que la caracterización de cada una de estas clases lo conduce inevitablemente a profundizar en los propios rasgos de una mayoría, de un pueblo “compuesto de individualidades, que no de colectividades”, cuya conciencia social está por forjarse.


De este modo, Pío estudia, analiza y absorbe las experiencias acometidas en otros países americanos, como México, Argentina, Uruguay, Panamá, Cuba y los convierte en “campos de experimentación cuyos resultados prácticos debemos aprovechar adaptando y asimilando, nunca copiando servilmente, porque cada país debe dar su expresión característica, cosa no considerada por les legisladores venezolanos transplantadores de constituciones y códigos extranjeros a un medio que les era exótico, perfectamente distinto”. 


Estos elementos son básicos para comprender el pensamiento e ideario piotamayista que, a pesar de haber sido expuesto, a buena parte de la dirigencia política que habría de asumir el mando después de la muerte natural del tirano Gómez, debatido y difundido desde la Escuela de la Carpa Roja del Castillo de Puerto Cabello, continúa, hasta el día de hoy, sumido en el más profundo olvido y aislamiento. En vísperas de celebrarse el primer centenario del nacimiento del Floricultor de Hazañas, e iniciadas las actividades preparatorias, hacemos causa mayor la difusión de los materiales dispersos de José Pío Tamayo, para que constituyan fuente y punto de partida para la historia del pueblo y referencia obligada para la construcción de la historia que vendrá. 


Esta carta sale del castillo de Puerto Cabello, como todos los papeles de Pío, de manos amigas, en hojas que deben ser reconstruidas o con la alquimia de las tintas invisibles o en los pedazos recompuestos de un rompecabezas incompleto. Por ello, la versión que se conoce es una copia a máquina hecha por familiares y amigos de las letras menudas de Pío. Clementina Tamayo, la hermana, refiere no haber sabido nunca el nombre de ese ‘amigo mío’, destinatario de una carta que debió seguramente formar parte de una correspondencia más numerosa. De allí que no dispongamos de mayor información que la que suministra su propio contenido.


Su importancia, sin embargo, trasciende el peregrinaje de sus letras y compromete a difundir su contenido, con miras a incorporarlo como parte sustancial de una concepción de la historia del pueblo, que tiene en el autor su primera revelación. Una concepción que luego se difumina y disuelve en las contradicciones, incoherencia, contradicciones y olvidos de una historiografía que prefería precisamente dejar de lado la acción del pueblo.


Hoy, en el marco de este año centenario, echamos a andar esta carta con la seguridad de que servirá de punto de partida de futuras investigaciones, estudios y debates, que conduzcan a reconstruir la parte de la historia olvidada y oculta: la que pertenece a las grandes mayorías, hasta hoy utilizadas en favor y en función de intereses clasistas, pero que aguarda su tiempo de convertirse en la verdadera forjadora y protagonista de un porvenir distinto. 


 Agustín Blanco Muñoz
Mayo, 1997.





AMIGO MÍO


Necesito por estas letras, agradecerle aquella carta suya que fue a llevarme su saludo y su entusiasmo a mi celda de prisionero enfermo, donde la soledad oía cuentas al mar. No pude contestarle desde allí y tampoco fuera respuesta la corta comunicación que llevó “Jesús”. Ahora, sí, y quede reanudada nuestra correspondencia intervenida por un año de imposibilidades. Vanidoso me dio a sonreír su elogio, prodigado con el despilfarro de los generosos. ¡Defiéndeme contra las vanidades me celoso yo crítico, que ganas le dan a mi mediana de creerse “alto representante de la juventud de Hispanoamérica”! y vea que declara mi franqueza, no faltante el deseo de serlo, pero el conocimiento de mí mismo, mide exacta la estatura: peón jornalero en labores de belleza y libertad. 


Con la palabra bella ha sido escrita, de lo que para engrandecerla y darle adorno humano y glorioso hemos de hacer, escribamos que esa preocupación de la libertad de los hombres necesitará todavía mucho decir y largo batallar.


La prisión no fue para el conjunto estudiantil, atajo puesto en el camino de su avance ideológico y antes, afirmación convencedora de lo que en muchos comenzara entusiasmo rebelde, no lo ha sido tampoco para los que poseyendo la clara noción de nuestras obligaciones, hemos trabajado conforme la situación y los medios lo han permitido. El nivel de la entereza moral se eleva y paralelo el de educación de un revolucionario porvenirista, cada día más completo y ya van dejando ver núcleo pensamental, que formará por agresiones, la gran unidad del mañana, en donde pondrá encajar ese partido que tanto nos escribiéramos, apto para representar “la revolución en el gobierno”.


Venezuela, por un desgraciado proceso de detallar, pero ya estudiado entre los nuevos, ha ignorado siempre la Revolución. Nuestras turbulencias, obedientes a personales ambiciones –ayudadas por una demagogia desaforada y por un intelectualismo cargado de teorías librescas y proyectado fuera de un campo que padecía necesidades naturales no observadas ni satisfechas- condujeron a la resultante fatal que nos tiene en prisión. Se peleó por términos abstractos, dentro de una ignorancia acaso absoluta y sin ninguna honda preocupación que se ocupara de la salud del pueblo. Por encima y al lado de la masa trabajadora del país, creció una turba cuartelaría, cuidada de mantener en pie por los caudillos, que engordaban a esperanza y profesión de derribar gobiernos.


Detrás de cualquier carátula vendida por retóricos del republicanismo y la constitucionalidad se verificaron todas nuestras “revoluciones”, a las que nunca, nunca informó un propósito firme de dotar al país de una civilización superior y conformada al medio, ni de imponer una norma y programa, que atendiendo a las necesidades reales –espirituales y económicas- aseguraran a sus postuladores en el mando, por el hecho sencillo de su cumplimiento. Codicia del erario público, como botín y medio el más seguro de enriquecerse al rápido, satisfacción de sensualidades desencadenamiento de soberbias, en los directores, completa carencia de conciencia nacional a pesar del idolatrismo heroicista y anulación del sentido de responsabilidad social, son para hoy el producto de cien años de vida republicana.


¡Sólo biología de individualismo primario actuando desenfrenadamente! Hegemonía del hombre sobre la sociedad. Fatigado el pueblo que no pudo encontrar en las llamadas “revoluciones” lo que esencialmente deben ser educación en grande escala y desde lo alto, dejó adueñar firmemente del poder a los últimos triunfadores de un pugilato en el cual había concluido por participar a puro cuento de posibles provechos de saqueo, y ejemplarizado de egoísmo vive esa vida de ente biológico solitario, de “monada” aislada que señala Leibnitz, tan distinta a la vida del ciudadano en la república democrática y sobre todo tan enormemente distante del “ser social”, entidad perfecta de un conglomerado donde triunfa el pensamiento, producto máximo de la colectividad humana.


Este centenario de desgracia historia de un pueblo parece que va a marcar el jalón para encaminar al primer mito. Así lo promete –si adversas circunstancias no detienen su marcha- el desarrollo de la conciencia juvenil. Elaboradores de ideas nuevas, estudiantes de una conciencia que, embargada de racionalismo científico, procede a base de moderno pragmatismo y formula cláusulas precisas, sacadas de la eficacia de los hechos; y, desligados para siempre del pasado por el severo juicio a que el pasado nos obliga, no nos presentamos como enemigos de un individuo, sino del individualismo biológico y de todo un régimen que debe quedar vencido. Esta evaluación total de concepto es sumamente importante y sirve señalar el nacimiento de una era venezolana que de alargarse en tiempos realizados, aparejará al país con las naciones que marchan de avanzada.


La tarea –considerable y muy seria- pide cierta implacabilidad en la lucha y un esfuerzo continuado y tenaz, así como una afirmación cada vez más precisa de los conceptos fundamentales. La nueva juventud tiene aquella e irá expresando éstos conforme el momento lo requiera. 


Ya aquí, fue así cuando al constatar su divergencia de opiniones e ideas con elementos de quienes esperó guía para la búsqueda y la más completa orientación, los encontró encasillados en credos desacreditados por abstractos e imperfectos, y atrasados en la hora y el sentido actual de libertad y gobierno. Sabían que “un pueblo que acorta el paso ha cesado virtualmente de vivir”, que Venezuela lo trae atrás corto, y que aún sus opositores contra algún déspota, su “hombres representativos, pierden el rumbo, se desorientan, siguen creyéndose videntes cuando ya son estrábicos en vano intentan probar caminos, pues cambiar el derrotero no es seguir adelante, ni basta cambiarle para adelantar, que cuanto han capitalizado los ancianos en su memoria y los pueblos en su tradición, tanto disminuye su vitalidad creadora y fecunda para plasmar el porvenir” y que “la exigüidad del pasado es precisamente lo que hace capaces de nuevas culturas a los pueblos jóvenes, cuyo destino está en defenderse de todo senil tradicionalismo, que intente envenenar las fuentes que acrecerán al cáncer de su venidera grandeza”.


Lo sabían con Ingenieros y que el ensayista argentino les había agregado reafirmado: “La juventud de los pueblos nuevos debe vivir en tensión hacia el provenir más llena de esperanzas que de recuerdos. Mire con ojo amigo a las viejas estirpes que le ofrecieron de sus ubres las savias iniciales, pero no olvide que si es provechoso heredar algunas fuerzas vitales aún capaces de obrar, nada hay más funesto que apuntalar derrumbamientos de culturas decrépitas y repensar supersticiones de agonizantes abuelos”, y este conocimiento determinó su actitud estableciendo divergencia inamenguable.


En lo que se refiere a dar el esfuerzo requerido, voy conociendo acciones que esperanzan, ilusionando de alas en los hombros. Prólogo del empeño será sin duda la caída del barbaró.crata del momento. Entre tanto la primera parte del esfuerzo ha comenzado. Consistirá en hacer la obra pedagógica que el país necesita. Fundar escuela de revolución. Es la parte más penosa y exigente y la que mejor comprensión requiere: ya sus inicios son promesa de realizaciones totales. Es parte larga y laboriosa comprometida esta parte del cometido por las juventudes mexicanas del 917, peruana del 923, argentinas, uruguayas, ecuatorianas y boliviana de la última generación, los productos de la dedicación son los tiempos alcanzados.


Todas ellas saben que sólo puede afirmar que ha vivido una generación que deja a la que vendrá más de lo que recibió de la precedente y que los forjadores del porvenir en vez de aplicarse a usufructuar lo que es, obran en dirección de lo que va siendo. En Venezuela sólo Bolívar y su generación obraron así. Los demás, inclusive los que, partícipes en la gesta independentista, actuaron después en la República, abandonaron y traicionaron este principio. Lo que el país adeudaba a los Páez, Monagas y Mariños, como guerreros de la Independencia, le fue cobrado con creces por los “hombres de presa” –clase expoliadora y egoísta- que ellos fueron luego. El nuevo sentido crítico de la historia colocando al héroe en su lugar, desnudándole a ser humano, ha elevado valores y ha clasificado mejor, encasillando en adecuadas casillas a cada quien. 


Lo he dicho y repetido y he de afirmarlo muchas veces más: nuestro mal proviene de no haber tomado en cuenta al pueblo como primer elemento de acción social. Camarillas oligárquicas, europeizadas su cultura y teoría política y celosa de conservar privilegios heredados de la española oligarquía, pugnaron contra el empeño democrático encauzado por caudillos a cuyo alrededor se agrupaba la turba cuartelaría y el sentimiento, mal definido y no explicado, de las mayorías, que después de dar soldados para una guerra de independencia y de “abolición del dominio del hombre por el hombre”, fijaban en un nombre -propósito- Guzmán, Falcón, Hernández, etc.- la realización de sus esperanzas, satisfacción de las necesidades de emancipación política y economía de los más. 


Pero el caudillo vencedor y su grupo, como las vencedoras burguesías de la Francia del 94 y del resto de Europa del Siglo XIX, adueñadas del poder, traicionando la democracia se erigían en minoría explotadora, conduciendo a la población indígena a una creciente depauperación y arrebatándole cada día más toda esperanza de efectiva liberación. Unos desmoralizados aceptaron el vencimiento y continuaron bajo servidumbre como bajo ley natural, otros, los menos, que desde los comienzos descubrieron mejor la falsedad de los postulados, cultivaron como un medio de defensa económica y moral, su asilamiento, hasta llegar a la expresión de “monodismo” actual. 


Coexistieron y coexisten pues cuatro clases:


1.- La Oligarquía goda, empeñada en salvar las preeminencias heredadas y que recurre el caudillo militar del origen democrático para defenderlas. Páez es el primer ejemplo de traición a los intereses de su clase, la mayoritaria, al hacerse jefe de estas aristocracias.


2.- La casta militar, surgida de la mayoría democrática, servida por los demagogos intelectuales y de donde se seleccionan los caudillos, a cuyo encubrimiento contribuye aquel anhelo y aquella necesidad de los más que ya he citado. Adueñada del poder, esta casta, aliada con hacendados y comerciantes, contribuye la oligarquía liberal.


3.- Los productores independientes, aristócratas y clase media del dinero “que no quieren saber de política”, pero que si no van al poder ni intervienen las luchas desencadenadas aprovechándose del orden de cosas y del sistema en calidad de explotadores del trabajo y mantenedores de la ignorancia.


4.- Y la clase trabajadora propiamente dicha –jornaleros del campo, obreros de la ciudad, conuqueros, pescadores, tribus indias, semi civilizadas,  servidumbre doméstica y artesanía, clase de la numerosa, desatendida, explotada a base del sistema de trabajo servil y bajos salarios, heredado del período esclavista, y clase donde el ambicioso político recluta sus soldados por halago de saqueo ignorante de todo derecho y doctrina, enseñada a un amo, y que aquejada de apremiantes necesidades ante el espectáculo del goce y de la lujuria de los privilegiados, sirve al caudillo como medio para alcanzar el mando y la riqueza que proporcionan los placeres de que está privada.


La mayoría venezolana es pues individualista, pueblo compuesto de individuos, no de colectividades, se explica bien su personalismo como expresión política cada vez más alejados de doctrinas y programas, ajenos ya a todo sentimiento de solidaridad social, la atención y las convicciones convergen hacia el hombre único, y se reproduce en Venezuela –con una rapidez a la que da razón al período colonial- el proceso de descomposición de la República Romana, asentada sobre bases oligárquicas y explotadoras, o el proceso español desde la Reconquista. 


Con estas condiciones y este espíritu, el triunfo del absolutismo personalista deviene un hecho natural. Otros países de América narran historia semejante, pero muchos han logrado superar el mal o atajarlo. Argentina, Uruguay donde la democracia camina ya con firmeza hacia la socialización, México, cuyo doloroso y terrible esfuerzo parece al fin culminar en éxito y EE.UU, que librados a poco de su nascencia, comienzan hoy la lucha de clases “de las dos clases únicas” –en que el materialismo científico divide a la sociedad- dentro del más alto ‘standard’ de vida conocido.


Considerado así el problema, las razones de ser de los partidos venezolanos del futuro resultan económico-sociales. Clásicas razones de ser de los partidos que realizan su cometido de civilización, lucha y progreso, en los países donde existen. La resurrección de las dos viejas banderías: conservadora y liberal, tremoladoras de fórmulas políticas importadas, resultaría una involución. Será el único haber, contra todos los daños, que le abonaremos al absolutismo, la destrucción de sus banderías históricas, absurdo político que hizo fracasar el natural desenvolvimiento económico del país. No a la existencia de partidos, mal gravísimo, porque anula la vida nacional y la pervierte. 


Yerran los que creen elogiar a un Jefe de Estado declarándole liquidador de todos los partidos existentes, en realidad anuncian que aquel hombre secciona las vías arteriales de su pueblo. pero aquí el prolongado período de inanición de los viejos partidos, ha permitido a las generaciones que nosotros somos, libres de obligaciones y apasionamientos, hacer su crítica, descubrir su falso basamento y desalojarlos en el tiempo, sustituyéndolos por el deseo de los que han de venir, acodes con las necesidades autóctonas y reales y con la verdad contemporánea.


Algunos supervivientes del fenecido plataformismo político, adeptos de las fórmulas democrático-parlamentarias estilo franco-inglés y con mistura yanke, crean en la reminiscencia de este credo como bandera de lucha y agrupación en nuestro medio. Criminal resultaría ni rectificar no proceder conforme lo exigen nuestras condiciones naturales, la observación y los procedimientos y el suceso de caos similares en Estados extranjeros. Ejemplos estos últimos que sólo deben servir como simples referencias útiles. México solucionando el problema del reparto agrario, la cuestión de las indiadas y de los petróleos, minas y nacionalización del capital y la propiedad extranjeros. Argentina resolviendo a formas peculiares el viejo pleito unitario federalista, legislando para reducir el latifundio existente e impedir la formación de otros, nacionalizando industrias, minas ferrocarriles, impulsando la inmigración y sometiéndola a método científico. 


Uruguay creando su Consejo de Administración Económica –hoy parodiado por naciones europeas y su sistema de coparticipación y control de los partidos, que acabó con las guerras civiles, y todos desanalfabetizando y poblando, así como favoreciendo la formación de muy diversos partidos –donde expresadas bien distintas doctrinas el estímulo y la sanción se desarrollan-, creando con rapidez una conciencia pública, consciente de su responsabilidad histórica, son sin duda nuevas lecciones para sacar de ellas lo que más nos convenga y necesitemos, campos de experimentación cuyos resultados prácticos debemos aprovechar adaptando y asimilando, nunca copiando servilmente, porque cada país debe dar su expresión característica, cosa no considerada por los legisladores venezolanos transportadores de Constituciones y códigos extranjeros a un medio que les era exótico, perfectamente distinto.


Ya colocado en este punto, podemos trabajar el tema de nuestra correspondencia ininterrumpida. ¿Cuál debe ser el partido venezolano de juventudes y cómo construirlo? Pero ya será materia para otros días, en cuyo entretanto habré recibido su respuesta, con observaciones y consideraciones a la presente.


No concluiré sin decirle que la actitud pensamental del gran grupo avanzado entre el conjunto estudiantil, iguala en conceptos con el grupo que hoy formamos aquí dentro unos cuantos, haciendo el único núcleo que prepara y se prepara en constante labor de preocupabilidad porvenirista. Los demás quedan individuos aislados, producto neto del proceso relatado y que han de resultar barridos por la nueva corriente revolucionaria, destructiva y constructiva a un tiempo. Los que así lo sienten o presienten se preparan para una defensa que echará quizás las bases de un partido o aglomeración opositoras conservadoras de ciertos privilegios y de una letra muerta: la resurrección de un constitucionalismo que debe abolirse para crear otro original y nuestro. 


¡Ojalá algunos bien intencionados no se equivoquen engrosando filas destinadas al fracaso! Filas tal vez gubernamentales en el primer momento, pero reducto último de un pasado vestido de espejismo y de retórica plagiada, destinada a una rápida derrota porque no llegarán jamás a representar el deseo del pueblo ni podrán satisfacer sus necesidades. Nosotros sí. ¡El futuro será nuestro, de los que agarramos el porvenir con la mano para moldearlo con líneas de ciencia y arte nuevo!


Van saludos de compañerismo para todos. Un voto por la mejoría de Gómez Rubio, de Mc Gill y de los demás enfermos y un abrazo cordial para el amigo cordial. 


Pío Tamayo
Castillo de Puerto Cabello, 
19 de noviembre de 1930. 


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viernes, febrero 23, 2024

¿CÓMO Y CUÁNDO JUSTIFICAR LA MUERTE?



¿CÓMO Y CUÁNDO
JUSTIFICAR LA MUERTE?

va con una sola imágen
recogida al azar 
y sin otra música que no sea
la que emite el alma
al sentirse traspasada


 No hay momento de la
historia en el cual la guerra
no sea el instrumento esencial
del dominio y el poder

 
En nombre de ese estatuto
una humanidad común
fue desintegrada dividida
repartida y asignada
 
Desde entonces unos
contra otros ha sido
la secuencia de un tiempo
imborrable que no se
detiene
 
¿Y dónde nos ubicamos
nosotros?
 
 Tal vez una palabra
 nos determine
somos parte de los
sobrevivientes
sin que jamás hayamos
podido definir
ni la identidad ni la
fuente ni las claras
consecuencias
de un mundo dividido
entre asesinos y asesinados
 
Los dueños del mundo
manejan a su antojo
sus instrumentos de
poder caiga quien caiga
y el planeta no es más
que un mercado donde
se vende y compra la
vida
 

Y nosotros los
sobrevivientes no somos
más que un espejo opaco
en el cual se sueña
rescatar la humanidad
convertida en despojo
y en muerte
cualquiera sea sus
formas
y no hay manera
de tomar partido


Y no nos queda sino
ese grito que brota
desde pozos muy profundos
que nadie escucha
porque hasta las bocas
de sombra han sido
convertidas en fosas

 
No tengo las respuestas
apenas un llanto contenido
un temblor que no cesa
una herida que no cierra
 

¿He llegado a alguna
parte con este derroche
de palabrerías?


¡No!
Seguimos cosechando
ese dolor de Vallejo
el grito de Nazim Hikmet
el sacrificio compartido
de Pío Tamayo
el ruego de Kafka
ante una puerta cuyo
dueño es el carcelero
la tragedia ininterrumpida
del mundo y quienes
lo habitan o deshabitan
 

Navegamos en medio de
inocencias convertidas en
errores aferrados a
verdades inexistentes 

Me preguntarán quienes
me leen con afectos
indiscutibles
¿a qué viene tanta queja
si el único arreglo a que
llega este mundo es el
que se disputa con las
armas los misiles y
la muerte continuada?

 
Mi respuesta como la de
tantos es apenas una
herida invisible
una queja sin recipientes
una flor que después
de ser convertida en brasa
continúa su tarea
de revivir en un jardín
de milagros

 
Aquí hoy y ahora somos
tristes espectadores de
una guerra mundial
que deja sus huellas ante
nuestros ojos
sin otro instrumento
para detenerla

 
¿Podremos lograr alguna vez
entregar el testigo al que viene
detrás aún con la ilusión
de llegar a una meta todavía
no establecida?
 


23 de febrero del 2024
  texto / mery sananes

 

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jueves, febrero 22, 2024

LA MÁGICA VOZ DE ALFREDO SADEL



ESTE 22 DE FEBRERO
VUELVE A CUMPLIR AÑOS
ALFREDO SADEL
UN 28 DE JUNIO SE NOS FUE
DEJANDO SU CANTO IMBORRABLE
GRABADO EN NUESTRAS NOSTALGIAS

1930 - 1989

Una voz mágica, de dulces sonoridades, 
que dejó su sello único y particular 
en cada una de las piezas que interpretó.


Hoy lo saludamos y celebramos, 
porque su canto nos ha acompañado 
desde siempre.

Aquí una selección elegida al azar, 
para que cada quien agregue su preferida. 
Porque, después de todo, 
quién alguna vez no ha arrullado 
sus soledades al ritmo dúlcimo 
de un canto, al borde de una copa 
danzando entre los dedos 
una partitura que nunca acaba.








 publicado inicialmente 
el 23 de febrero del 2018
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martes, febrero 20, 2024

THE HEART OF A DREAMER







A thin hair
fell over
a stone floor

And the breeze
captured its thread
took it into his soul
and painted a heart
that belongs to
a dreamer
 
Even what falls
still can be 
beautiful



Text and photo
Daniel Stearns
February 20 024


Ozzy Osbourne
I'm just a dreamer



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lunes, febrero 19, 2024

LA CANCIÓN DE MI ADIOS












LA CANCIÓN DE MI ADIÓS
Caballo viejo y solitario
Simón Díaz (1928-2014)

Simón hace días estaba por hacerte 
una pregunta qué es de la vida de la 
vaca mariposa y cuál fue al fin la 
suerte del ternerito

Dime si el lucero de aquella mañana 
a quien tanto le cantas te prestó su 
claridad para tú seguir los pasos de 
la amada que se te fue y te dejó en una
soledad que tanto te lleva a pensar
y desear su regreso

Dame noticias amigo Simón de tu 
querencia es que entre montes y flores 
de araguaney se sienten más las ganas 
por tu regresar en un amanecer

Es verdad que el amor llegó a ti sin 
haberlo buscado en fecha ni hora alguna 
sino cuando se juntaron dos voluntades 
en profundas ganas de amarse

Y todavía hoy tú le sigues preguntando 
al arbolito sabanero con el corazón 
apretado y triste si cuando ella se te fue 
esa luna llena  la vio irse con pasos 
alumbrados por los luceritos de la mañana
que tú mismo le procuraste en medio de tu
inmensa agonía

Sabemos que con esa luna en tus manos 
fuiste hacia los ideales que se te convirtieron 
en caminos para emprender la vida del 
caballo viejo que toma sabana sin detenerse 
en madrugadas ni atardeceres

Y allí te quedaste en el silencio de los 
esteros componiendo una canción 
en la vida del adiós que marcan las espigas 
de las mañanas que seguirán alumbrando 
los pasos azules de quien solo se fue y sólo 
el viento vio pasar en medio de la música 
que aún pare tu alma solitaria

Agustín Blanco Muñoz
Ofrenda Musical
Caracas, 2022, publicado por Amazon, pp. 217.

MI QUERENCIA


LA VACA MARIPOSA


TONADA DE LUNA LLENA


EL BECERRITO


CABALLO VIEJO

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