Nunca supo la hondura de la ausencia
que dejó aquel agosto de penumbras
porque ocupaba su tiempo en macerar
en aliñar los días con la sazón de
vecindarios que le cabían
Experta en el arte de las confituras
convertía la piel de las toronjas en un
derroche de mieles y procesaba
en un río de azúcares que tomaba
hasta que la larga paleta de madera
cumplía sus labores de cuajar
aquel hervor en generosa ofrenda
de conservitas que ofrecía a los
visitantes que se detenían en
Conocía mejor que nadie la ciencia
del maíz de donde emergían
Guardaba celosamente en el costado
de su vestido un diminuto pañuelo
capaz de escanciar todas las lágrimas
y que cuando lo desenvolvía dejaba salir
de sus pliegues cantos de pájaros
y cuentos de aparecidos que a veces
Aprendió del maestro esteban
niños iban llegando a su regazo
nunca faltó el guarapo que mitigaba
que lo devoraban
Tenía el don de la alegría construido
sobre las más terribles de las tristezas
un día se le fue marcos cuando apenas
y luego se le fue rafael el mayor de todos
cuando el frágil andamiaje que lo sostenía
alzó vuelo con su sonrisa de niño a cuestas
Sobrevivió tantas batallas anónimas
que sería imposible enumerarlas
pero su rostro jamás cambió su temple
porque en el anverso de sus manos
cabían todas las caricias
Se nos fue un agosto que jamás
los anocheceres con su aroma
en el polen que da cuenta de la
regazo de azahares a deletrear
se encienden las lámparas
mery sananes
Las canciones favoritas de la Abuela
Nelson Ned
16 comentarios:
Cuán bellos versos, Mery, son como vasijas atesorando un alma...
Mucho de esas vasijas sabes tú, mi querido LA. De allí sacas siempre esas hermosas palabras que brotan sin rima al hablar de los tuyos, de todos aquellos que nos dejan huellas indelebles. Gracias.
Muy hermosa tu homenaje. Abzs y saludos.
Demasiado hermoso ese escrito 🍊🍠🍍🍓
Me provocó y me puse hacer mermeladas 😸
Mi querida Suglén no puede haber una respuesta mas amorosa que la que has dado. Lo que nos ha enraizado esa manía de no dejar que nadie se vaya de casa sin haber probado o llevado consigo algún manjar dulce hecho por nuestras manos, aprendidas de nuestras abuelas. Gracias, me emocionaste.
Hermosura! Lo dedico con tu permiso a la mía!presencias tan necesarias.
Que siguen habitando en nuestros corazones como caricias.
No requieres de permiso. Todo lo contrario que se lo dediques a tu abuela es ya un hermoso regalo que me haces y te o agradezco de corazón.
Muy bello y emotivo prima
Nos ofreces el barro de tu cántaro para embriagarnos, dulces, con tu canto: el canto de la vida y la alegría que tanto nos alegra nuestras vidas.
Gracias, Mery.
Ay, mi tan querido Juan, eres un árbol de dulzura que siempre vas regando hojitas de abrigo y cariño. Y cuanto bien nos hace recibirlas.Gracias, poeta.
Ternura! Hondura! Sentimiento!
Belleza total la de este poema! Felicitaciones, Mery. Mi abrazo grande para ti.
Qué maravilla relatada en ese dulce de guayaba, que me lleva hasta el patio...ese azul de despedidas y esa presencia de carácter y valores humanos. Gracias Mery Sananes, porque nos traes a la abuela de vuelta, a muchas abuelas de tantos y reafirmas en la paleta de madera la esencia de su ser.
Bellísimo...🥲
Que preciosa !!
Que poema más tierno , destila un gran amor 💕 a una abuelita comparada a la Dama de Noche y sus quehaceres 🧺 del vivir
Hermosa manera de recordarlo, con sus manos generosas para dar.
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