de los nísperos se congrega en el
ala de un pájaro detenido para
sembrar en las nostalgias
un ramillete de hebras sin nido
Atardeceres en los que el tiempo
le expropia al horizonte los
gajitos de mandarina que tiñen
de melancolía los adioses
Horas en las que emerge
un naufragio de cálices que
aún no han alcanzado la sed
Y sobreviene una sequía de
noches un estremecido recorrido
por las mesetas de un rostro cuya
ausencia es un tren desvalijado
en el andén de los silencios
23 enero del 2012
2 comentarios:
qué belleza, mery querida !
Cristina Castello
Estupenda metáfora, Mery.
Liliana Fasciani
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