viernes, enero 20, 2012

JAIME VANDOR - NUNCA KORCZAK LLEGÓ A JERUSALEM

    Januz Korczac

Estas palabras estrujadas unas con otras, como los niños con Janus, quiebran todos los moldes. Se salen de las clasificaciones, se desbordan de los papeles y de las nomenclaturas. Y es lo que queda de pie como estandarte, hasta que alguna vez, -si es que alguna vez será- que nos sentemos como hermanos y el Mal con mayúscula deje de ser ese obsceno misterio que nos engulle, destroza, inhabilita, trastorna, hasta convertirnos en meros espectadores. 

Aquí no hay nada que distraiga. Todo el texto es esa gota de dolor que hay que colocarse en la lengua, hasta que de tanto arder, entendamos que mientras nos creamos al margen no tendremos las manos limpias y que seremos culpables hasta que podamos hablar de la última masacre del hombre contra el hombre. Esto no es literatura, y como diría León Felipe, es una estopa en la garganta. 


Jaime Vandor


Pero si pones en tu lengua una gota de este dolor
destilarás quizá un extracto de la admonición:
una masacre nunca es la última
todavía no estamos sentados como hermanos y
sigue siendo un obsceno misterio
el Mal con mayúscula -
pero si pones en tu lengua una gota de este dolor
sabrás que el cabo es también para ti
la culpa final, cierto, a quién atribuirla
pero sí es nuestra la culpa finita sí
y mientras te creas al margen no tendrás las manos
                                                         [limpias.
No busques culpables, tú mismo has de cambiar
antes que las manos están los corazones
y mejor es no ensuciarse que pensar en la colada.
  
fragmento

INVITAMOS LEER EL POEMA COMPLETO EN EL SIGUIENTE ENLACE
DE DONDE TOMAMOS ESTE FRAGMENTO
SE TRATA DE LA PÁGINA
DIRIGIDA POR CARLOS MORALES

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que cuando más aprecio y admiro intelectos como el tuyo es en momentos como éstos, cuando aún abrigada en la cama, a oscuras, espero ver salir la luz y un sólo trino de alguna avecilla me anuncia que ya empezó el día y que éste puede ser de vida o de muerte según lo que sienta nuestro corazón...Gracias esta página tan hermosa. Hay para rato y lo iré leyendo de a poquito como todo lo que debe saborearse/pensándolo.

Saludos, cordiales.

Magali Rodríguez