Val-Mont Suiza, 29 de diciembre de 1926
dos soledades
que no roce la tuya?
hasta las otras cosas, sobre ti?
en un rincón extraño y mudo
donde tu estremecimiento no pudiese esparcirse.
Pero todo aquello que tocamos, tú y yo,
nos une, como un golpe de arco,
que una sola voz arranca de dos cuerdas.
¿En qué instrumento nos tensaron?
¿Y qué mano nos pulsa formando ese sonido?
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