para anala
Como una hoja alumbrada de
sol vivir es una travesía
por las nervaduras del tiempo
el esplendor de un vuelo inconcluso
por los rieles de una piel hecha
de pomarrosas
Acantilado donde se estrella el
mar en su sueño de ser cima y
oleaje que en vez de bordar
en la arena su arete de espuma
la piedra le silencia su canto de
laúd dejándole sólo la lágrima
Vivir es un abrevadero seco que
busca en los cauces subterráneos
un camino de agua para su arcilla
Un tremor de árboles en medio
de un bosque desahuciado la
desdicha de un pájaro sin nido
la soledad de un alfabeto detenido
en el umbral de un vértigo
Hemisferio sin su mitad
que nace en los linderos
de noches sin rubores ni
perplejidades
perplejidades
Trabajo de náufrago en el torrente
de un delta de penas
¿Y cómo más podría ser este intervalo
de flor en un paisaje sin huertos?
Sólo la mirada que teje milagros
quiebra la intemperancia
Sólo la pócima dúlcima que mana
de un panal enardecido
rescata el polvo enamorado
que aglutina la casa del suspiro
Sólo la ardiente paciencia que
nace de un corazón que ha parido
restituye la alegría expropiada
de los niños de pan de jobo
Sólo la perseverante labor de los
fabricantes de diques en cielos
despejados alcanza la lumbre
de los amaneceres sin ocaso
Sólo la alegría que irrumpe
intempestiva de los socavones
de la tristeza hace reverdecer los
predios baldíos de la desesperanza
Y sólo por este oficio de floreceres
sobreviviremos hasta que algún día
retoñe la plenitud en la terredad
devastada del hombre
retoñe la plenitud en la terredad
devastada del hombre
texto y foto / mery sananes
02 de enero del 2014
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