miércoles, agosto 05, 2015

LA OTRA RESURRECCIÓN





LA OTRA RESURRECCIÓN

Hoy siento de nuevo el repique del cello
clavado en una inmensa constelación de
relicarios y plegarias
mientras tu risa de sin embargo sigue
su andar tras  las rutas del florecer de las
bendiciones sembradas en las crecientes
de un oboe de sahumerios y magnolias

Y ya en tu jardín comencé por preguntar
al clarinete por el nombre y augurios de tu
acompañante  y fueron las trompetas 
cultivadas con tanto afán las que me dijeron
que lo nombran soplo encanto  asunción y
cantor para todos los recuerdos y presencias
de los tiempos

Después agregaron que a ti te ven cada día
al lado de los tropeles que crea junto con los cielos para que avance relampagueante la construcción de los viveros que han sido llevados al plano
de las mareas que apuran tu entrada a la casa de los dioses que nacen en los picos de la inocencia de las noches sin cantos de tunas ni trigos

Y seguí preguntando por tus pasos y todas las
flautas señalaron que eras de la manada de los
papagayos que dejan su aroma en los confines
prendados de la vida y  salvación que nunca
habrá de terminar

Lo que siguió fue el deseo de saber de dónde
y cómo saliste para convertirte en sonora
expectante y profunda centella que se vuelve
sinfonía al lado de un titán que a  la hora
de las soledades y tragedias advertidas por
Sor Juana Inés y disipadas por Juan El Bautista
le da entrada a cada pecador al territorio de la
eternidad que le corresponde

Y supe también que en tu misión de unirte a  las plegarias de Pablo y Mateo te acercas cada vez más a Gustav para llevar su oración al extremo de los sonidos de las trascendencias que comienzan por los cellos bajos contrabajos  seguidos por fagotes oboes percusión cuerdas y trompetas que abren todos los espacios de las indagaciones inmemoriales

Entonces tuve la certeza de que el mundo al fin sabrá de la llegada de esta  hora en que se juntan  el dulzor de tus siembras de mamones con rosas y las oraciones sinfónicas que levantan con gran aliento a las espigas dispuestas para presidir la gran velada de la inmensa misa que llevará la condición de lo humano a la instancia de lo interminable por el camino de la resurrección

Y fue así como todos vimos India Mía que seguías y seguías junto a Mahler sembrando a dos manos las voces mayores que saquen de lo más profundo del sentir la parte de Dios que está en cada uno de los hombres

Es por eso que sabemos que cuando  cumplan con esa faena de llevarle a tantos y tantos mortales el mensaje del mañana contenidos en el rezo en si menor de Juan Sebastián  el re en muerte de Frank llevado a lo fantástico por Berlioz y  a réquiem por Mozart cada quien tendrá que dejar en su camino el encargo de cumplir en la tierra con la resurrección que habrá de continuar por las inmensidades de todas las trasmutaciones de las nubes que siembran las alegrías para siempre

agustín blanco muñoz
05 de agosto del 2015



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