EL ASOMBRO DE SIEMPRE
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Hoy salí a buscarte por
todos
los caminos pregunté
por ti en las anchuras
solitarias
en los lechos de piedra
en los almacenamientos de
flores
de geranios con alumbres
y en cada caso me encontré
con los silencios de las
huellas
y el estrellamiento de los
destinos
que se detienen en los
portales
que dan paso al atardecer
que sabe
de la siembra de ataúdes
Inquirí por tu rostro y el calor eterno
de tus mensajerías de iracundia
y decidí convocarte mediante
el atuendo de una obra que conocía
pregunté y volví a preguntar
y desde la dimensión del andar
de la tierra encendida surgió el decir
que está más allá de todas las palabras
Comprendí entonces que
te ocultabas en los saltos
de cocuyos
en el alumbramiento de las
aguas
en tempestades y en las
sensaciones
intrépidas del florecer
de ditirambos y trompetas
En verdad que necesitaba
hallarte para saber de tu condición
de alto testigo de estos
duros y comprometedores
tiempos
y de pronto me miraste
enternecido y
vibrante con la capacidad
manifiesta
de todas las profundidades
y con el
sabor y el aroma de la vida
itinerante
Atiné en ese momento a
preguntarte
por el hacer que pusiste a
recorrer
por el mundo de los hombres
dispuestos a confesarse con
la vida
Llegamos así a la hora en que
vimos
tu presencia en el misterio de la magia
con la que me respondiste
sí yo Wolfgang Amadeus Mozart soy la
poesía y vivo en el camino de los jamases
donde no me podrán sitiar ni silenciar
Formo parte de las
escalinatas de la
eternidad y de las
indescifrables mutaciones
de los pétalos que se
guarecen
en himnos cantatas réquiems
oberturas
y en los cantares del
cantar
de todos los corazones
Y es por esto que dispongo
que nunca nadie deberá asumirme
ni hacer compromisos en mi nombre
Nací para morir todos los
días en la
sombra de la soledad de
cada
uno de los hombres y para
revivir la
vida con el concierto de
risas para
niños y orquesta opus
infinito del amor
que verán desaparecer las
cercas
para que el sentir del
hombre alcance
al fin su plena condición
Entonces no tendrán que buscarme
en los pliegues rotos de las palabras
ni en las hojas desvanecidas de
de libros antiguos habitaré por siempre
en el recinto abierto de los suspiros y en
el remolino imperecedero del asombro
Hoy salí a buscarte por todos
los caminos pregunté
por ti en las anchuras solitarias
en los lechos de piedra
en los almacenamientos de flores
de geranios con alumbres
y en cada caso me encontré
con los silencios de las huellas
y el estrellamiento de los destinos
que se detienen en los portales
que dan paso al atardecer que sabe
de la siembra de ataúdes
Inquirí por tu rostro y el calor eterno
de tus mensajerías de iracundia
y decidí convocarte mediante
el atuendo de una obra que conocía
pregunté y volví a preguntar
y desde la dimensión del andar
de la tierra encendida surgió el decir
que está más allá de todas las palabras
Comprendí entonces que
te ocultabas en los saltos de cocuyos
en el alumbramiento de las aguas
en tempestades y en las sensaciones
intrépidas del florecer
de ditirambos y trompetas
En verdad que necesitaba
hallarte para saber de tu condición
de alto testigo de estos
duros y comprometedores tiempos
y de pronto me miraste enternecido y
vibrante con la capacidad manifiesta
de todas las profundidades y con el
sabor y el aroma de la vida itinerante
Atiné en ese momento a preguntarte
por el hacer que pusiste a recorrer
por el mundo de los hombres
dispuestos a confesarse con la vida
Llegamos así
a la hora en que vimos
tu presencia en el misterio de la magia
con la que me respondiste
sí yo Wolfgang Amadeus Mozart soy la
poesía y vivo en el camino de los jamases
donde no me podrán sitiar ni silenciar
Formo parte de las escalinatas de la
eternidad y de las indescifrables mutaciones
de los pétalos que se guarecen
en himnos cantatas réquiems oberturas
y en los cantares del cantar
de todos los corazones
Y es por esto que dispongo
que nunca nadie deberá asumirme
ni hacer compromisos en mi nombre
Nací para morir todos los días en la
sombra de la soledad de cada
uno de los hombres
y para revivir la vida
con el concierto de risas
para niños y orquesta
opus infinito del amor
que verán desaparecer
las cercas y el sentir
del hombre para que alcance
al fin su plena condición
Entonces no tendrán que buscarme
en los pliegues rotos de las palabras
ni en las hojas desvanecidas de
de libros antiguos habitaré por siempre
en el recinto abierto de los suspiros y en
el remolino imperecedero del asombro
Wolfgang Amadeus Mozart
Requiem
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
los caminos pregunté
por ti en las anchuras solitarias
en los lechos de piedra
en los almacenamientos de flores
de geranios con alumbres
y en cada caso me encontré
con los silencios de las huellas
y el estrellamiento de los destinos
que se detienen en los portales
que dan paso al atardecer que sabe
de la siembra de ataúdes
de tus mensajerías de iracundia
y decidí convocarte mediante
el atuendo de una obra que conocía
pregunté y volví a preguntar
y desde la dimensión del andar
de la tierra encendida surgió el decir
que está más allá de todas las palabras
te ocultabas en los saltos de cocuyos
en el alumbramiento de las aguas
en tempestades y en las sensaciones
intrépidas del florecer
de ditirambos y trompetas
hallarte para saber de tu condición
de alto testigo de estos
duros y comprometedores tiempos
y de pronto me miraste enternecido y
vibrante con la capacidad manifiesta
de todas las profundidades y con el
sabor y el aroma de la vida itinerante
por el hacer que pusiste a recorrer
por el mundo de los hombres
dispuestos a confesarse con la vida
tu presencia en el misterio de la magia
con la que me respondiste
sí yo Wolfgang Amadeus Mozart soy la
poesía y vivo en el camino de los jamases
donde no me podrán sitiar ni silenciar
eternidad y de las indescifrables mutaciones
de los pétalos que se guarecen
en himnos cantatas réquiems oberturas
y en los cantares del cantar
de todos los corazones
que nunca nadie deberá asumirme
ni hacer compromisos en mi nombre
sombra de la soledad de cada
uno de los hombres y para revivir la
vida con el concierto de risas para
niños y orquesta opus infinito del amor
que verán desaparecer las cercas
para que el sentir del hombre alcance
al fin su plena condición
en los pliegues rotos de las palabras
ni en las hojas desvanecidas de
de libros antiguos habitaré por siempre
en el recinto abierto de los suspiros y en
el remolino imperecedero del asombro
Hoy salí a buscarte por todos
los caminos pregunté
por ti en las anchuras solitarias
en los lechos de piedra
en los almacenamientos de flores
de geranios con alumbres
y en cada caso me encontré
con los silencios de las huellas
y el estrellamiento de los destinos
que se detienen en los portales
que dan paso al atardecer que sabe
de la siembra de ataúdes
Inquirí por tu rostro y el calor eterno
de tus mensajerías de iracundia
y decidí convocarte mediante
el atuendo de una obra que conocía
pregunté y volví a preguntar
y desde la dimensión del andar
de la tierra encendida surgió el decir
que está más allá de todas las palabras
Comprendí entonces que
te ocultabas en los saltos de cocuyos
en el alumbramiento de las aguas
en tempestades y en las sensaciones
intrépidas del florecer
de ditirambos y trompetas
En verdad que necesitaba
hallarte para saber de tu condición
de alto testigo de estos
duros y comprometedores tiempos
y de pronto me miraste enternecido y
vibrante con la capacidad manifiesta
de todas las profundidades y con el
sabor y el aroma de la vida itinerante
Atiné en ese momento a preguntarte
por el hacer que pusiste a recorrer
por el mundo de los hombres
dispuestos a confesarse con la vida
Llegamos así a la hora en que vimos
tu presencia en el misterio de la magia
con la que me respondiste
sí yo Wolfgang Amadeus Mozart soy la
poesía y vivo en el camino de los jamases
donde no me podrán sitiar ni silenciar
Formo parte de las escalinatas de la
eternidad y de las indescifrables mutaciones
de los pétalos que se guarecen
en himnos cantatas réquiems oberturas
y en los cantares del cantar
de todos los corazones
Y es por esto que dispongo
que nunca nadie deberá asumirme
ni hacer compromisos en mi nombre
Nací para morir todos los días en la
sombra de la soledad de cada
uno de los hombres
y para revivir la vida
con el concierto de risas
para niños y orquesta
opus infinito del amor
que verán desaparecer
las cercas y el sentir
del hombre para que alcance
al fin su plena condición
Entonces no tendrán que buscarme
en los pliegues rotos de las palabras
ni en las hojas desvanecidas de
de libros antiguos habitaré por siempre
en el recinto abierto de los suspiros y en
el remolino imperecedero del asombro
Wolfgang Amadeus Mozart
Requiem
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