sábado, julio 01, 2023

AL HOMBRE


El que resiste
y le abre una grieta
al muro más denso




El que atraviesa las piedras
y se hace entre sus pliegues
guijarro de río


El que irrumpe verde
hierba sobre el insomnio
de las rocas


El que se yergue altivo
en el vuelo de sus ramas
en busca del sol


El que atraviesa toda
barrera con el sueño de
florecer sobre la línea 
vertical del horizonte



Trebol encendido
enseñándole a las comisuras
indelebles de la tierra
la majestad resplandeciente
de la orfebrería de sus pétalos


Síntesis del agua sobre el muro
danzando su alegría sobre
toda arquitectura funeraria


Corazón de una flor
habitando la sístole
de un diafragma sin 
roturas

Gustav Klimt

En cada uno de esos gestos
silenciosos cuya dimensión
jamás ingresa en la estadística
de los poderes divinos y terrenales 
se inscribe tenaz y amorosamente
la vida que alguna vez
será bosque florecido


escrito y publicado inicialmente
el 01 julio 2020
texto y fotos  / mery sananes



2 comentarios:

Laurencio Zambrano dijo...

Mi querida Mery siento que con amorosa nostalgia, ¿tal vez dolor? Loas a un “arquetipo” hombre-mujer
que tal vez ya no existe y tu poema lo reclama, lo exige y restituye, para vuelva a que vuelva a ser, permanecer y trascender. Para que se gane el mausoleo o la cruz de palo en legítima lid.
Por ahí, en un largo poema mío,hablo del hombre río que va de la naciente al delta, inocente, sin fe de erratas, rompiendo las piedras con el alma. Sólo con la esperanza de llegar al delta y desembocar en el paraíso que hemos sido incapaces de construir.
Siento que ese hombre, al que convocas, volverá
Te lo juro.
Te abrazo

Administrador dijo...

Siento Laurencio que hablamos ambos de lo mismo, a sabiendas de que no existe ese ser, con fuerza para hacerse presencia colectiva y decidida. Pero quien mejor que tú, en toda tu poesía y tu canto, para dejar ver que ese hombre sí existe, pero es invisible en un mundo ciego. Al punto de haberlo convertido en material de desecho. El hombre común, sencillo y puro de corazón, contenido en tus versos, es el que guarda en su interior, en su propia resistencia, los dones humanos más resplandecientes. Y ha sido y seguirá siendo derrotado al detal, pero jamás será extinguido del todo. En su nombre hablamos, creemos, sembramos, aunque la cosecha no la lleguemos a ver ni a saborear, sino al detal, como esta hermandad que nos junta mientras intentamos grabarle palabras a los silencios. Te abrazo en la misma magnitud.