viernes, enero 15, 2021

LA ESCARPADA AVENTURA DEL VIVIR




Vivir es siempre ese
ejercicio ininterrumpido
de saltar escollos
traspasar murallas
desafiar el grito
cultivar el silencio
donde crece el verdadero
canto
 
No hay vida alguna que
se presente como un camino
recto se asemeja más bien 
a un laberinto construido
para que transcurran los
días buscando salir de él
 
El tiempo en verdad
no hace sino cronometrar
nuestros pasos sobre ese
territorio minado al cual
somos lanzados
 
La vida mientras transcurre
en las trochas en el cauce
raudaloso de las aguas en la
fogata que enciende el sol
cada día si la geografía del
aire y de la pólvora no la apaga
 
Y es allí a escondidas y en medio
de los neblinares y los sismos
donde hay que ir a encontrarla
 
Jamás en la superficie ni en los
espejos construidos para aturdirnos
sino en su envés allí en ese mágico
territorio donde desgranamos la
mazorca para hacer un pan con
tesitura de miel y amor
 
En el corazón de la flor
y el misterio del alba en el
vértice del ojo que traspasa
los muros y que identifica en
la piedra la biografía de una
rosa
 
En los atardeceres que nos
devuelven el rubor expropiado
y en las noches en las que las
estrellas procuran hablarnos
en la lengua original que
nos habita
 
Pero nada nos será gratuito
ni llegará como un regalo de
los dioses o de los gendarmes
lo que alcancemos estará a
orillas de un abismo en las
fronteras de una herida en el
enigma que se desliza junto
a nosotros sin saberlo
aguardando que aprendamos
a desenvolverlo como la
sal sobre los que se marcharon
hasta llegar a escuchar la música
sin rima de sus latidos
 
Y ese viaje sin fin es a la vez
la causa del llanto y la hechura de
aquella lágrima en la que nos anunció
León Felipe que vendría de regreso
la luz extraviada con tal luminosidad
que sobre la faz de los hombres se
habrá de refundar la palabra
happiness de whitman
 
Y hay que dejarse seducir por la
aventura del vivir contraviniendo
las instrucciones que nos limitan
a ser caballos de tiro de una historia
impuesta hay que descender a los
pozos más hondos para poder
reconocer la verdadera luz
 
Hay que ser bosque para aprender
el alfabeto de los árboles
y ser pájaros en vuelo hacia
el interior de nosotros mismos
allí donde anida floreciente
el amor
 
Y es en esas correrías por los linderos
de la tristeza donde encontraremos
el verdadero instrumento del vivir
el que nos lleva a los límites para
exigirnos cumplir el mandato
de un vivir compartido de creación
e inventiva para dejar a los que
seguirán después de nosotros
las claves para seguir adelante
en el oficio de recrear en el diminuto
instante de nuestro estar la
dimensión de que lo será cuando
al fin se pueda restituir colectivamente
la humana condición vulnerada
y expropiada
 
15/01/21

 
texto y foto
mery sananes


Ludovico Einaudi
Andare

 



5 comentarios:

siroco-encuentrosyamistad dijo...

Precioso alegato en defensa de la vida. Me gustaría que me dejaras publicarlo en mi blog así como en el grupo Poesía en la nube creado por las bibliotecas públicas municipales de Málaga. un beso desde el sur de España.

Juan Martínez Iglesias dijo...

}
LLEGAREMOS AL CREDO TRAS LA BÚSQUEDA

Nos tenemos que andar el recorrido
donde la claridad nunca termine
aunque las discordantes rabias muerdan
y el desconsuelo quiera ser victoria.
Por más que los reinados impostores
y que las sinrazones
quieran apoderarse de nosotros
albergamos la luz y los silencios
que son nuestros mayores aliados.
Nuestra insistencia
tenaz y voluntad de voluntades
nos alumbra con llamas insistentes
para encender de nuevo
los oscuros rincones mandatados.
En nuestras manos vibra
el acicate exacto y necesario
-latido, lavativa,
inundación de espacios compartidos-
para seguir buscando
la ruta que los otros opacaron
y poder culminar en la presencia
de un mundo sin equívocos.
Llegaremos al credo
porque en el credo está siempre latente
toda la venturanza
y en sus romas esquinas nos espera
la paz de la conciencia y los encuentros
de las siete verdades que añoramos
para emprender con éxito la fuga
del desconcierto de la incertidumbre
y reencontrar la calma de sabernos nosotros.

Administrador dijo...

Ay mi queridísimo Juan, cuando la palabra se vuelve esa "inundación de espacios compartidos", deja de tener autoría, y como el pequeño afluente que se suma al río, y el cauce que va al encuentro del río mayor, con el sueño de ir a dar a la mar, el verso es la orfebrería de un telar anónimo en dirección al credo del más alto vivir, más allá de todos "los oscuros rincones mandatados". Gracias Juan, inmenso albor de los días.

Maravillas Cora dijo...

Hermoso, Mery, hermoso

Administrador dijo...

Mi muy apreciado Víctor Manuel: no requieres permiso alguno, Todo lo contrario. Me produce mucho contento estar entre tus páginas: ese constante revuelo de asombros que creas incesantemente. Y te lo agradezco

Y además, la autoría es un comodín de muy poco valor. Lo que en verdad vale es aquello que nos junta al otro.

Un abrazo reiterado y todo mi afecto, mery