domingo, enero 30, 2022

HORIZONTE NÁUFRAGO




Atardece sobre el oleaje
un racimo de tulipanes
dibujándole un ajuar de 
peces a la tarde




Mientras el sol juega a 
escanciar el dorado uva
de su copa sobre un 
horizonte náufrago




Hasta que la noche
reclama sus espacios
para que renazca armónico
el fugaz relámpago de amor 
de los caballitos de mar


Atardecer en Caraballeda
fotos tomadas por danielita barrolleta
el 29 de enero del 2022
texto / mery sananes

Y UNA CODA MATUTINA




Antonio Vivaldi / La Notte 
Concierto para flauta y orquesta
No. 2


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jueves, enero 27, 2022

EL ASOMBRO DE SIEMPRE


EL ASOMBRO DE SIEMPRE                              
Wolfgang Amadeus Mozart  (1756-1791)
 
Hoy salí a buscarte por todos
los caminos pregunté
por ti en las anchuras solitarias
en los lechos de piedra
en los almacenamientos de flores 
de geranios con alumbres
y en cada caso me encontré
con los silencios de las huellas
y el estrellamiento de los destinos
que se detienen en los portales
que dan paso al atardecer que sabe
de la siembra de ataúdes
 
Inquirí por tu rostro y el calor eterno
de tus mensajerías de iracundia
y decidí convocarte mediante
el atuendo de una obra que conocía
pregunté y volví a preguntar
y desde la dimensión del andar
de la tierra encendida surgió el decir
que está más allá de todas las palabras
 
Comprendí entonces que
te ocultabas en los saltos de cocuyos
en el alumbramiento de las aguas
en tempestades y en las sensaciones
intrépidas del florecer
de ditirambos y trompetas
 
En verdad que necesitaba
hallarte para saber de tu condición
de alto testigo de estos
duros y comprometedores tiempos
y de pronto me miraste enternecido y
vibrante con la capacidad manifiesta
de todas las profundidades y con el
sabor y el aroma de la vida itinerante
 
Atiné en ese momento a preguntarte
por el hacer que pusiste a recorrer
por el mundo de los hombres
dispuestos a confesarse con la vida
 
Llegamos así  a la hora en que vimos
tu presencia en el misterio de la magia
con la que me respondiste
sí yo Wolfgang Amadeus Mozart soy la
poesía y vivo en el camino de los jamases
donde no me podrán sitiar ni silenciar
 
Formo parte de las escalinatas de la
eternidad y de las indescifrables mutaciones
de los pétalos que se guarecen
en himnos cantatas réquiems oberturas
y en los cantares del cantar
de todos los corazones
 
Y es por esto que dispongo
que nunca nadie deberá  asumirme
ni hacer compromisos en mi nombre
 
Nací para morir todos los días en la
sombra de la soledad de cada
uno de los hombres y para revivir la
vida con el concierto de risas para
niños y orquesta opus infinito del amor
que verán desaparecer las cercas 
para que el sentir del hombre alcance
al fin su plena condición
 
Entonces no tendrán que buscarme
en los pliegues rotos de las palabras
ni en las hojas desvanecidas de
de libros antiguos habitaré por siempre
en el recinto abierto de los suspiros y en
el remolino imperecedero del asombro
 
Hoy salí a buscarte por todos
los caminos pregunté
por ti en las anchuras solitarias
en los lechos de piedra
en los almacenamientos de flores 
de geranios con alumbres
y en cada caso me encontré
con los silencios de las huellas
y el estrellamiento de los destinos
que se detienen en los portales
que dan paso al atardecer que sabe
de la siembra de ataúdes
 
Inquirí por tu rostro y el calor eterno
de tus mensajerías de iracundia
y decidí convocarte mediante
el atuendo de una obra que conocía
pregunté y volví a preguntar
y desde la dimensión del andar
de la tierra encendida surgió el decir
que está más allá de todas las palabras
 
Comprendí entonces que
te ocultabas en los saltos de cocuyos
en el alumbramiento de las aguas
en tempestades y en las sensaciones
intrépidas del florecer
de ditirambos y trompetas
 
En verdad que necesitaba
hallarte para saber de tu condición
de alto testigo de estos
duros y comprometedores tiempos
y de pronto me miraste enternecido y
vibrante con la capacidad manifiesta
de todas las profundidades y con el
sabor y el aroma de la vida itinerante
 
Atiné en ese momento a preguntarte
por el hacer que pusiste a recorrer
por el mundo de los hombres
dispuestos a confesarse con la vida
 
Llegamos así  a la hora en que vimos
tu presencia en el misterio de la magia
con la que me respondiste
sí yo Wolfgang Amadeus Mozart soy la
poesía y vivo en el camino de los jamases
donde no me podrán sitiar ni silenciar
Formo parte de las escalinatas de la
eternidad y de las indescifrables mutaciones
de los pétalos que se guarecen
en himnos cantatas réquiems oberturas
y en los cantares del cantar
de todos los corazones
 
Y es por esto que dispongo
que nunca nadie deberá  asumirme
ni hacer compromisos en mi nombre
 
Nací para morir todos los días en la
sombra de la soledad de cada
uno de los hombres
y para revivir la vida
con el concierto de risas
para niños y orquesta
opus infinito del amor
que verán desaparecer
las cercas y el sentir
del hombre para que alcance
al fin su plena condición
 
Entonces no tendrán que buscarme
en los pliegues rotos de las palabras
ni en las hojas desvanecidas de
de libros antiguos habitaré por siempre
en el recinto abierto de los suspiros y en
el remolino imperecedero del asombro
Wolfgang Amadeus Mozart
Requiem


agustín blanco muñoz
27 enero 2018
ofrenda musical inédito



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miércoles, enero 26, 2022

DE LA SHOA Y OTRAS FUGAS





DE UNA A OTRA MASACRE

Un dolor sin medida atraviesa el aire y se extiende más allá del azul de este triste planeta. Cada día uno amanece con la altiva alegría del sueño de los niños, esos verdaderos bordadores de vida. Pero cada día, cada minuto, nos devuelve una realidad exhausta de muerte, oscuridad y horror. Como si nada aprendiéramos, las guerras, la violencia, la destrucción siguen ininterrumpidas. Y aún no logramos hacer algo para detenerlo.

El tiempo histórico está lleno de masacres advertidas e inadvertidas, producidas a granel o a cuenta gotas. Y cada uno de nosotros lleva silenciosa esa herida gigante que detiene nuestra alegría hasta convertirla en una mueca.

Y hasta que conmemorar no sea detener la masacre donde quiera que se produzca, cada uno de nosotros seguiremos siendo cómplices ciegos del destrozo. 26 de enero del 2022.


DE LA SHOA Y OTRAS FUGAS
26 de enero del 2013

a paul celan

El asesinato de un solo hombre, desconocido y anónimo, en cualquier erial abandonado, es una tumba cavada en el aire, una herida abierta en la piel de la vida, en la corteza del mundo, en la línea vertical del horizonte, que queda cosida en el espejo del universo.

El asesinato de muchos hombres no es sino la repetición de una misma tragedia, la extensión de la negra leche del alba sobre los cielos de la vida, que agiganta la herida hasta ocupar todos los espacios donde alguna vez brotó la risa.

Hoy se conmemoran 69 años de la Shoa, una tumba inmensa habitando las nubes. La memoria de la masacre de más de seis millones de judíos,  en manos del nazismo.

Pero la muerte ha crecido de tal manera sobre este planeta, que en el calendario no quedarían días libres si quisiéramos conmemorar las masacres, las matanzas emprendidas, el atropello individual o colectivo que el hombre ha acometido contra el hombre.

Junto a los seis millones de judíos masacrados, hay otros millones de seres que fueron objeto de la misma furia por parte de los mismos asesinos, en ese mismo tiempo y por razones similares Tal vez su sentencia a muerte se cumplió con otros procedimientos, pero igual desaparecieron exánimes como los primeros.

Tal vez sus tumbas no fueron cavadas en el aire, tal vez no tuvieron fosa ni sepultura ni nube en la cual posarse. Tal vez nos tocó beber la alada miel de los atardeceres, tocando la fragilidad de los sueños.

Por ello conmemorar ese brutal acto criminal que se ensañó contra un sector de la población europea, con descabellado cinismo, tiene y debe ser la señal del repudio hacia el crimen, individual o colectivo, donde quiera que se produzca y quien sea que empuñe el arma homicida.

No hacerlo, nos convierte de alguna manera en cómplices de las muertes no rememoradas, de los asesinatos en masa justificados, de la muerte cotidiana que la violencia le impone a seres indefensos, sin posibilidad alguna de sobrevivencia.

Un hombre cae y con él caemos nosotros. Muchos hombres caen y muchos caemos con ellos. La herida es la misma. El desafío es el mismo.

Tanta muerte y el hombre no logra trascenderla. Aún sigue en la búsqueda de nuevos procedimientos para asesinar, liquidar, exterminar. La herida crece vertiginosamente. Como diría Vallejo crece sin medida.

Seguimos cavando tumbas en la geografía de los suspiros convertidos en balas.  

Y hay que detener esas heridas, y toda fuga hacia la muerte.

Hay que sacudir las nubes hasta que el alba nos dé de beber la leche cristalina de la alegría.

Hay que ir a despertar la vida.

texto y foto
mery sananes
26/01/2013 






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lunes, enero 24, 2022

A LOS ETERNOS BORDADORES DE VIDA


Obra de Rafael Franceschi

a los chipilines 
esos eternos bordadores de vida
donde quiera que estén


En el sorprendido 
corazón de cada niño 
nace un huerto de lirios 
que  alcanza todos los
 matices de los arcoíris

Un territorio sagrado
donde el amor danza
como un columpio de
hebras de yerba

La noche se transforma
en la vasija donde 
guardan los sueños que 
les cuenta el abuelo

Los amaneceres
se convierten en el
hospedaje de sus juegos

Y sus abrazos en la
dulce romanza de 
la alborada que les 
cultiva cada día la madre 
en el campo de golosinas
donde les sembró sus 
primeras sonrisas y la
eterna arquitectura
de sus asombros

Sólo basta abrir
las manitos y
llenarlas de sol
agregarles un dedal
de agua de lluvia 
recogida en el aposento
de las hojas
para que nazcan entre 
sus dedos para siempre
los mágicos girasoles 
de la alegría


texto / mery sananes
publicado inicialmente el 
24/01/22


Carl Orff
Música para niños


Orff explica la importancia 
de la música en la vida de los niños





Carl Orff / Gassenhauer



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sábado, enero 08, 2022

INFINITO EN CONSTRUCCIÓN





Buscaba un verso
y encontré una flor
y ella al instante se
engalanó con su más
hermoso traje de
aromerías para ir
a escribir al filo de
un tizón un poema en
el alfabeto del fuego

Y la fragua se hizo
huerto y el campo
floreció y el taller
que repartía centellas
de luz y astillas de
pronto se hizo 
solar 
de astros perfumados 
sobre la bóveda de
 los párpados
 
Y flor y canto
iniciaron su camino
hacia la consagración
de un infinito en
construcción
 
 


texto y fotos
mery sananes
Serie Atrilerías
08/01/2022

 


Bach / Partita No 2 /  Hilary Hahn



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miércoles, enero 05, 2022

DE QUÉ MATICES AMANECE EL AZUL


EMBUSTERÍAS DE REYES
a todos los zapaticos
que hay que lenar
con el revuelo de los ritos



Todos los días pueden convertirse en territorio para un ritual de amor. Sólo hace falta creer en la magia, ver el mundo a través de las pupilas de un niño y dejar correr la imaginación, como si fuese una brisa suave y leve capaz de descubrir en cada rostro, flor o paisaje, la esencia de lo que somos.

Creer que una hormiga es una diminuta locomotora. Que un pez es una mariposa que baila en el agua. Que las hojas de los árboles llevan inscritas en sus nervaduras palabritas que aun no aprendemos a descifrar.

Saber que podemos hablar con los pájaros, que las flores se enamoran de las abejas, que el polen es un átomo con ganas de parir. Que el cielo es el señuelo de la melancolía.

Que el sol cada atardecer le hace reverencias al mar y que la noche es el recinto que guarda los besos.

El  rito es entender que cada día es diferente y que cada amanecer trae un resplandor único e irrepetible que sólo el corazón puede distinguir.

Es comprender que en una parte de nuestro costillar nacen alas,  que por las rendijas de nuestros dedos se asoman siempre caricias inéditas, que nuestros pies son caminos de agua.

Es detenernos en el dintel de una ventana y preguntarnos de qué matices amaneció el azul, de qué sueños se vistió la noche, qué fragancia nos dejó la flor de baile.

Y es también llenar los zapaticos de los niños en el día de reyes con suspiritos de agua y palabritas de amor, para que cuando crezcan no olviden nunca que el ritual mayor es la vida, y que a nosotros nos toca ser cuerda de mandolina, cuero de tambor, el aire que hace resonar la flauta, o simplemente un campanario en vibración.

Y que esa música se vuelve risa en el regazo de los tiempos que vendrán, cuando crezcan los zapaticos y sin embargo, sigan impregnados sus pasos de la magia de la flor, el rito de las noches y las imaginerías del bosque donde los pájaros dibujan sobre los cielos, cada madrugada,  la palabra libertad.    

mery sananes
escrito en enero 2011

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martes, enero 04, 2022

TEMPESTAD DE ALLEGROS



Naciste con alas un día segundo
a las siete y diecisiete de un mes
y un año sin número y de pronto
una sonrisa ruqui ruqui le trazó
a la noche una tempestad de
allegros que aún perduran en
mis latidos como un reloj
eterno
 
Y el tiempo me fue descubriendo
una a una la materia mágica con la
que arribaste al salir de ese pozo
de dulces oleajes en los que
aprendiste a nadar a contracorriente
de un mundo que cada vez secaba más
el verdor de su esencia natural
 
Tu mirar primero reflejado en
mis pupilas contenía el perplejo
resplandor de un asombro que
aún perdura en el claro cristal
de tus lágrimas
 
Tus suaves movimientos me
anticipaban tu danza de claridades
y esa musicalidad que siguen
guardando tus pasos de girasol
 
Tus manitas móviles que se
sujetaban a las mías contenían
el lirismo de un columpio y el
eco de un vals antiguo
 
Pero ay! tus primeros sonidos se
me hicieron un andante sostenido
que aún escucho cuando no estás
 
La primera palabra vino ungida
de una dulzura destilada en los
trapiches del alma y sigue sembrada
en tu voz de miel y arrullo con la
que me alcanzas dondequiera que
estés
  
Y qué decir de aquel andar que
estremecía el espacio al querer
atrapar el infinito con tus brazos
extendidos hasta girar de prisa
hacia el oasis de mi regazo
 
Y fuiste creciendo a la medida de
tu estatura de cuerda tensada y
cascabel de alegrías
 


Tuyo era el mundo de las hojas
y las flores de las nubes y la lluvia
de la hierba húmeda y el canto
de los grillos y como una mariposa
saliendo de su capullo ibas de
rama en flor descubriendo ese
mundo exterior en sus efluvios
de rocío y de sol de estanque y
de cielo de la envergadura de los
amaneceres y el enigma de ese
paso hacia la profundidad de
las noches
 
Nada detenía tu curiosidad ni tus
ganas de beberte el universo y
sorber el rocío que despedían
las ofrendas que me traías como aún
lo haces al hemisferio de mi corazón
 
Pero ay mi niña vegetal de risa
ruqui ruqui y de alma de golosina
no advertí que traía la inocencia
a una realidad cada vez más oscura
la que me tocó vivir entre la ilusión
y el desengaño entre la realidad
y los sueños derrotados
 
Y los columpios se convirtieron
en andenes de tristeza en caminos
ajenos en dolores que hicimos
nuestros y tus ojitos de colibrí
se fueron silenciando de belleza
y habitando de desilusiones
 
Y aún así fuiste solidaria y amorosa
con aquellos a quienes nada tenían
para sostenerse y con tus manitas
niñas quisiste zurcir heridas aliviar
penas reinventar entregas
 
Las pequeñas guerras y los inmensos
conflictos los desmanes y las ausencias
te hicieron ver en plenitud el mal
de una sociedad y un mundo dividido
entre buenos y malos sin que a la
final pudiésemos determinar quiénes
eran los unos y los otros de tanto
parecerse en sus acciones y decires
 


Sobreviviste sin embargo una niñez
que conoció la libertad sólo en los
pájaros sin jaula que venían a comer
sus semillas en las rejas del balcón
 
Y entre cercas invisibles seguiste
las rutas de tu corazón hecho de
esporas de mar y flor de cactus
soñando con enderezar entuertos
sin lanza escudo ni rocinante
navegando en un dedal de velas
blancas jugando a ser guijarro
y lirio de agua
 


Y ahora eres tú la viga en la
que se sostiene la inmensidad
de una palabra que sueña con
ser ancla del viento rosa de
asfalto horizonte crepuscular
trizando las sombras con el
solo arcoíris de tu pupilas
de azabaches y jazmines
trepando por los huidizos
estrechos de la esperanza
 

 

texto y fotos
mery sananes


 Beethoven: Piano Sonata No. 17 in D Minor, Op. 31 No. 2, 
"The Tempest": III. Allegretto   Fazıl Say –


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