HUELLAS DE SOLES Y
AZABACHES
Toda huella se nos queda en el tiempo
que quiere muchas veces ocultarse
hasta en las pirámides de los soles
más gruesos
Y sin embargo por cada respiro
de cuna y azabache se levanta
la risa del festejo que no se
repliega en ningún espacio carente
de la marca de los días de cantos
de tierreros enternecidos
por el compás de los sueños
sigue sus pasos para cobijarse
en las afueras santificadas de
las lunas de reyes y amapolas
para que el propio viento
nos conduzca al estar y el sentir
de las abuelerías que acompañan
por encima de toda otra imagen
de fantasía
Si hijo mío en este tanto
transcurrir hoy como ayer ando
contigo y sé que no tenemos
disfraces sino la mirada puesta
en el camino que ya nos señala
y que no acepta tropelías
sino llamados al combate que
envuelva el vivir en astromelias
de mañanitas en arcoíris y glorias
Y a esta hora todo nos lleva
a la reflexión para continuar
en los pasos que esperan
por la decisión de ver verdaderos
tiempos de vida para el amor
el arrullo y la conciencia de
porvenires del firme desprendimiento
que nace siempre en rima de juegos
y risas y sin inútiles y perdidos
remolinos de adioses y angustias
Anda hijo con la Chispita de tus
manos y el alma en todos tus
amaneceres para hacer junto
con ella muchos otros de los
rincones que establecen
las fiestas de los trenes
para más cosechas en tu recio
pasar de semillero en
amores para festejos de los
mayores encuentros para un
compartir de entregas y abrazos
del muy adentro
agustín blanco muñoz
06 noviembre 2022
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