Hay días de días
aquellos en los que uno
se retira al silencio
buscando el cauce
sagrado de la música
Hay otros en los que
se disgrega uno en los
los bordes de los acantilados
mientras soñamos
ser pájaros de alto
vuelo sin piedra
de mar que nos reciba
El nuestro es un tiempo
que carece de reglas
humanas porque desde
el inicio mismo de nuestra
más antigua existencia fueron
destrozadas y extinguidas
¿Qué somos entonces
danzando en columpios sin
cuerdas en un espacio
siempre ajeno
y miles de lenguas
irreconocibles?
Somos un papagayo roto
el canto de una chicharra
que se ha quedado sin alas
un tiempo de invierno
sobre la infinita floresta
de una hierba que canta
Se han extinguido los
sueños de los floricultores
de hazañas y apenas
quedan brotes de un
tiempo clausurado
Sobrevivir es entonces
una larga tarea de urdir
esperanzas sobre un campo
destrozado
mientras la pólvora sigue
dejando sus rastros
de muerte
Y nos aferramos a la flor
que sigue urdiendo su aroma
para entregarnos su magia
y a la risa de los niños
que hace bailar las hojas
y reinventar una alegría
que aún guardamos en la
vasija de una luna creciente
y los pétalos de una rosa
inquebrantable
mery sananes
24 julio 2024
Antonio Vivaldi
La Notte
Concierto para flauta
Jean Pierre Rampal
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