miércoles, junio 10, 2009

EMBUSTERÍAS DE EL PRINCIPITO

EL PRINCIPITO

Antoine de Saint Exúpery
09 de junio de 1900 – 31 de Julio de 1944

Por azar o coincidencia, Robert Desnos y Antoine de Saint Exúpery nacieron en junio y julio de 1900 y partieron uno en junio de 1945 y el otro en julio de 1944.

Desnos, el poeta, portador de un corazón que odiaba la guerra, se vio envuelto en sus fragores por defender la libertad y ella lo doblegó, cercando su poesía y su humanidad en un campo de concentración del cual no pudo salir.

Saint Exupery, tal vez advirtió o presintió, que en ese lugar donde titilan las estrellas lo aguardaría una morada con un principito y una rosa. Por eso su vuelo de reconocimiento nunca llegó a su destino de tierra, sino que se perdió entre los mares y el viento, en dirección hacia los cielos.

Creemos que ambos están de vuelta, en este tiempo de guerra, escribiendo versos anónimos, haciendo vuelos fugaces, deletreando la ilusión desde el silencio, para contribuir a refundar la vida en este planeta triste.


Las estrellas no significan lo mismo para todas las personas.
Para algunos viajantes son guías.
Para otros no son más que lucecitas.
Para los sabios son problemas.
Para mi hombre de negocios eran oro.
Ninguna de esas estrellas habla.
En cambio tú..., tendrás estrellas como ninguno ha tenido.


¿Qué intentas decirme?

Por las noches tú elevarás la mirada hacia el cielo.
Como yo habitaré y reiré en una de ellas,
será para ti como si rieran todas las estrellas.
Tú poseerás estrellas que saben reír.



Si tan solo el hombre
aprendiera a mirar las estrellas
a escuchar en cada una
el río de risas que titilan
en la noche
si tan solo se detuviera
en el asombro niño
de sus florerías
el planeta estaría poblado
de rosas
de zorros domesticados
de serpientes que regalan
a los transeúntes el secreto
de todos los enigmas
lo esencial se haría visible al corazón
y el principito estaría de regreso
entre nosotros
para dibujar corderos sin bozal

Dicen que antoine se fue a buscarlo
porque la tristeza de esta tierra
le había quebrado la risa
junto a las alas de los aviones
que no saben del vuelo de los pájaros
pero cada noche
los luceros anuncian
a quien habita los espacios
de los cielos
erguido sobre las ramas de las arbolas
que le regalan la vida a las mariposas
que regresarán
antoine y el principito
su rosa y el cordero
a celebrar el nacimiento
del planeta que será por siempre
la casa centelleante del hombre

mery sananes



1 comentario:

Raven dijo...

Me ha encantado el texto final, con su permiso citaré un breve trozo.

Un cordial saludo.