viernes, noviembre 27, 2015

AL BORDE DE UN MÁSTIL



Ay! de las pupilas tan laceradas
que la luz deja de irradiarles
pinceladas a sus iris
y las que de tanto resplandor
retenido olvidan el pozo hondo
y oscuro en el que habitan

Ay! de las miradas que no miran
y de las que de tanto mirar se les queda
grabado en sus cristales el paisaje
de sus sueños sin advertir que un tiempo
sin tiempo les ha quebrado el ventanal
de sus deseos

Ay! de quienes andamos desasistidos de
todo alfabeto recogiendo florerías
sobre tierras yermas sembrándole suspiros
a los vendavales escribiendo al borde de un
mástil un poema sin versos a la proa
de un bajel que no ha zarpado

Ay! de este muelle sin bisagras ni navíos
que deshoja sus maderos a la canción del agua
sorbiendo la sal con la ilusión de volverse
un cintillo de peces sin redil

Ay! de este trinar de pájaros que han
abandonado los alpisteros en busca de
nubes más altas para hacer nido en el
bosque de cielos lejanos

Ay! de esta risa que se deshace sin misericordia
sobre los rieles de una esperanza
que aguarda una estación de porvenir

Ay! de la tristeza que siempre regresa
a la circunferencia del cántaro
cuando de tanto rebosarse
la sequía le dibuja grietas a su arcilla

Ay! de este adagio que una y otra vez
regresa sobre sus acordes intimidando
toda sensatez para que en ellos echemos
a correr la alegría que no conocimos

foto y texto
mery sananes
03 de febrero del 2010


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