soy madre de todos los niños de la tierra
me duele adentro
y mis manos son inutiles garras dormidas
el solo queria protegerse del daño...
huir de la balas encendidas
Hoy la rabia me cubre
como un manto de espinas
Las fuerzas no alcanzan para sujetar
a los ausentes
No hay piedad que alcance
esa mirada extraviada
en la mueca de la muerte
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