LA CASA
Tratado de amor o
contrato de cortesía
a veces un espacio de
puertas abiertas
otras sellado
con cerrojos
de bruma
recintos para la compañía o
la desolación
territorio de uno del otro y
a veces hasta el de nosotros
Pero es el habitante el que
hace la casa donde quiera
que esté en medio de un
paraje de alturas
o en la abigarrada estación
de paredes de barro y de greda
Por ello cuando el día se pone gris
no enciendo la luz
invoco la lumbre que habita
en mis ojos
Y cuando la casa se siente estrecha
no abro las ventanas
alargo de par en par los brazos
para que todo
quepa dentro de ellos
Y cuando la casa se llena
de silencios densos como las
nubes de invierno
me envuelvo en la voz
del viento y en las plegarias
de los grillos
hasta que todo el lugar
comience a danzar como
una mariposa que regresa
de sus migraciones
Si el tiempo desviste
sus atavíos de cal y arena
el zumo de las flores las volverá a
pincelar con la lluvia de su
polen y el aroma de sus pétalos
Si una pared se derrumba
levanto otra hecha de los suspiros
que dejan los enamorados
cuando en las noches se escapan
a bordarle besos a la luna
Y cuando se haga mi hora de marchar
para ir en vuelo a un lugar distinto
y más distante dejaré enredados
en sus espacios todos mis haberes
la enredadera de jazmín
que se prende en mis ojales
la maceta de flor de baile
que perfuma cada una de
mis madrugadas
aquel trébol de cuatro
hojas que siempre renace
entre mis dedos
y el amor que construyo
cada día en medio
del tiempo devastado y
desolador en el que
nos ha tocado sobrevivir
Una historia que no sabe
de albergues sino de rejas
que cierra caminos
en vez de abrirlos
y levanta muros y
alambradas
donde las esperanzas solían pastar
para así contener las tristezas
y engañar a la muerte
Yo celebraré siempre
haber aprendido a ser ala
oleaje y canto para escaparme
sin ser observada
hasta donde la risa se teje
entre las hojas
el amor asciende en un cometa que
sujetan los rizos de mis niños
y donde siempre
pude soñar el tiempo que
algún día habrá de ser
sin la soledad
de los vulnerados
mery sananes
10 abril 2018
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