lunes, noviembre 08, 2021

UN CORCEL SIN BRIDAS



Mi muy querido Navil

Celebrarte no es oficio de un día ni de una fecha. Y nada tiene que ver con el tiempo real, es decir, el de los otros. Es al  contrario la consagración de todo aquello que logramos extraerle a la mesa servida de los poderes y sus subalternos. Un territorio inédito que se construye a cada instante, sin ser fugaz.

Y uno transgrede las cercas de las formalidades para hacer de este instante una memoria de los afectos que crecen silenciosamente como el barro y el agua, hasta convertirlo en ese barro enamorado de Miguel, del que están hechas las vasijas del vivir.

Tú tienes el don, no otorgado sino forjado, de haberte construido dos caminos que son uno solo. Tu devoción por la palabra y por la ciencia que sana. Juntos te dan curiosamente resultados complementarios y hasta diría que sustitutivos. Porque uno tiende a nutrir un lenguaje que llegue al otro. Y a medicina hace lo mismo: salvar vidas, hacer más llevadera las dolencias y restearse para no dejar posibilidades sin intentar.

¿Acaso ese no es mismo trabajo que ambos procuran realizar? Ay pero tu ciencia te da alegrías sin fin y penas que no se olvidan. Y cuando llegas a la escritura ya la ciencia te ha dado una inmensa lección y sabes de antemano que así como un texto rebosa esperanza puede también conjeturar la muerte como un destino.




Pero debo agregar algo que no tiene menor importancia. Y es que en ambos casos uno se da por entero. Se sueltan las alas sin tener carta de navegación, se lanzan los dedos sin apostar a derrotar nada que no sea la muerte, se desliza uno por los acantilados mientras uno sabe que el mar nos aguarda. Se liberan las bridas del corcel sin mapa de los rastrojos.




Y quienes hemos tenido la suerte de leerte y de ver tu actuación como médico –pediatra por demás- sabemos que en tu existir has tenido penas que no se alejan, ausencias que procuras recuperar a cada paso, que te tocó dejar tus espacios y reconstruir nuevos, con idénticas raíces y un amor desbordado por entregarte a lo que haces y a los tuyos.

Y nunca falta tu sonrisa, asomado al océano en el que ya no navegas, ni la melancolía que se te escapa en los silencios de las palabras no dichas. Concluyo al decirte que entrar en tus dos predios esenciales, más el de una familia amorosa, me ha enseñado mucho.




Y como creo habértelo dicho, tengo la certeza de que en mucho nos parecemos. Porque somos estafetas de esperanza pero la construimos desde ese barro que todavía no se convierte en vasija de agua fresca. La tristeza cabalga a nuestro lado junto a la alegría. La primera nos habita, la segunda buscamos construirla astilla a astilla, como quien sueña rehacer la transparencia que aún no conocemos.



Y sin contravenir nuestros propios estatutos, sin querellar con esos hábitos que procuramos no perder, deseo que tu vida sea largamente extendida, que sigas sembrándole sonrisas a los  niños que no la conocen o la han perdido, que sigas escribiendo para dejar el testimonio de este tiempo, a la vez que la habilidad de corazón de sobrevivirlo para dejar huellas de fraternidad y amor por donde pases.

Brindo junto contigo y tus amigos y familiares, por este 8 de noviembre, por tu hermosa madre cuya presencia nunca concluye, por todos tus cercanos, estén lejos o anclados en tus espacios de siempre, por la vida, la alegría y el amor.   

Con mi mucho quererte,

Mery
08 noviembre 2021

 

 

 

 

4 comentarios:

Navil Naime dijo...

Qué frase debería hilvanar para expresar la intensidad de lo que tu decir provoca. Cómo responder al vocablo que te desglosa, que es capaz de exponer tu existencia como si fuera un lienzo entrañable, un adagio de certezas invencibles, un abrazo de dimensión indescifrable. Cómo decirte, Mery, que tu presencia y afecto me han otorgado la terminante convicción de que la amistad es el lazo más auténtico de todas las afinidades, porque no se hereda ni se adquiere fortuitamente sino que se forja en base a realidades, magia y similitudes. Festejo estos espacios que nos aproximaron hasta encontrarnos. Celebro la vida brindando por ti, por tu bonhomía, por tu admirable capacidad de querer y ser querida.

Administrador dijo...

Gracias Navil por la inmensidad de tus palabras, por el afecto construido, porque también festejo esos espacios que nos aproximarnos hasta encontrarnos. Disfruta inmensamente este día y todos los demás. Eres un ser muy especial e irremplazable. Muchos abrazos.

Idbelty Lugo Marmignon dijo...

Entre tanta belleza expresada y alborozo de sentimientos sublimes, generosos, desinteresados que no sea el amor por la vida y los seres , divinidad donde nos ubican queridos Mery Sananes y Navil Naime , ese torrente maravillado de alimento en palabras y gestos que ofrecen ambos, todos felizmente para la vida

Navil Naime dijo...

Idbelty Lugo Marmignon Me has hecho muy feliz con la hermosura y hondura de tus palabras 💝