viernes, agosto 23, 2024
UNA CARTA PARA OTTO GEBAUER
UNA CARTA PARA OTTO GEBAUER
Otto quiero decirte algo que ya sientes: el golpe llegó más allá de toda
profundidad y nos dejó absortos, silentes, en la plenitud de la sorpresa, el
asombro y el dolor.
Y después de muchas horas, sólo nos atrevemos a escribir para decir que
nos dejaste alejados del propio saber qué hacer. Entonces la lágrima se detiene
en la pimpina de tu acción pulmonar y de tu corazón de tanto amor, para
preguntarte qué te pudo haber pasado en tu misión de guardián de los alegres y
agitados pasos de tu vivir.
¿Cómo y porqué el compañero amigo y hermano cae en el escenario del
nuevo trabajo, en forma intempestiva, dura y sin nada en el amortiguar como
pagando una pena por faltas que nunca cometió?
¿Alguien podrá explicar las razones de que un hombre tan fuerte y
decidido, que tanto quiere y aporta al mejor vivir de todos, caiga en medio de
un desamparo con aroma de castigo y contenido para una decisión de muerte?
Otto, ya no son las horas criminales de tu prisión pagando una condena,
como el único supuesto secuestrador de un llamado presidente y por encima de
todas sus fuerzas de seguridad.
Hace apenas días planificamos el trabajo a cumplir para una nueva
edición de nuestro libro: Yo lo vi llorar, Habla Otto Adolf Gebauer
Morales, el hijo de Dalile, donde recogimos tu valiente testimonio sobre aquel
duro y terrible cuadro del 11 de Abril del 2002 en el que se te acusa del
absurdo de ser el secuestrador único de Hugo Chávez. Y se agregaría en esta
oportunidad, tu experiencia como embajador en Alemania del ‘gobierno interino’
iniciado el 23 de Enero del 2019. Ahora tendrás que pedirle a Ana Mercedes, el
otro Otto, que te secunde en este compromiso.
Y después de la cárcel vino la persecución con toda una carga infinita
de odio dispuesto para la liquidación total de tu fuerza mensaje y amores.
Te viste entonces obligado al exilio con toda la familia. Y en plena
acción laboral en ese país que te recibió cae en desmayo tu respirar y
circulación de la existencia. Y así, viene el golpe por el único flanco
posible: el corazón ya fracturado por los tantos golpes accionados por los
miserables de todo lado y color que hoy marcan y disponen de la vida de la gente
de este ex país que no suscribe sus infamias.
Y frente a ese cuadro de injusticias, un colectivo en preparación y
acciones iniciales, hace de su música un himno de fuerzas para enfrentar toda
atrocidad emprendida por los usurpadores del hoy y mañana de los hombres
venidos a este limitado mundo en destrucción, a sumar sus decisiones voluntades
y sueños para ver crecer la realidad que garantice el tiempo sin
destrozadores del motor de pulmones y corazones que afirman la presencia
de las mañanitas de amor en las canciones de la eternidad.
Otto, amigo, compañero, hermano, hoy estamos al lado de tu compañera y
tus hijos y les trasmitimos este sentir de tanto y tanto quererte que hemos
tenido y tendremos para tu condición de cabeza familiar que juntas tu corazón
roto al de todos los tuyos, para seguir en la entrega, el compartir, el
quehacer y luchar que apunten hacia los hombres de puros, envidiables y
amorosos corazones.
Y no puedo dejar de decirte, Otto amigo, que en este duro cuadro de tu partida
hay cosas que no concebimos ni entendemos. Ojalá y esta sea sólo una
manifestación de nuestro golpeado sentir.
¡Otto, hermano, te repetimos, aunque sabemos que nunca olvidarás, que te
queremos mucho, mucho, muchísimo!
Agustín Blanco Muñoz
Caracas, 22/08/24
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