Buscando la luna
encontré el sol
y se disparó el vivir
entre ambos
Hablamos de muerte
desde las células
más vivas del universo
Sabemos que nada que
llega concluye
mientras somos sombras
tan luminosas
que el universo
parpadea
No alcanzamos
a ser camino
mientras deambulamos
absortos sobre un
oleaje desnudo
de sales invadido
por la certeza
del amor
Y arribamos
sin embargo
a los arrecifes que
anuncian solitarios
ser solo pedernales
La mano del otro
es un sueño de las
estrellas
un desvarío que nos
hace crecer en el
territorio invisible
de lo inexistente
Y descubrimos de pronto
que el vivir le gana a la
muerte su estructura
de sueños por inventar
Somos tan errantes
como la estrellas
que desaparecen mientras
se van en busca
de otro infinito
Y sin embargo
vamos atados a la
desmesura de un sueño
inconcluso
cercado por los bordes
de un océano
desaparecido
Cómo entonces
alcanzar la desmedida
usurpación del espacio
desde la tinaja de un día
sin soles
Abordamos lo inevitable
mientras hurgamos
nuestra propia muerte
en el corazón de un
jilguero por nacer
Desistimos de las
razones porque nuestra
es la absolución de lo
eterno mientras
hurgamos lo finito
de un corazón
despojado de su cáscara
No solicitamos estar
fuimos inventados y
reinventados por dioses
aletargados que creían
que el vivir era sólo
un columpio donde
jugar a ser viento y
tempestad
En verdad sólo somos
un suspiro sostenido
sobre la irreverencia
de un tiempo que nunca
nos perteneció
Hemos recorrido lo
inacabable desde la fisura
de un bajel sin velámenes
surcando el desierto
del tiempo
Y sin embargo
algo se triza en el interior
de la nada y creímos ser
dioses
Y desvestidos de toda
usurpación solo nos reconocemos
en aquel fuego prometeico
que jamás alcanzó
la pureza del aire
Y no se detiene el
incesante desvarío
entre el ser el no ser
y querer ser nido en el
interior de un océano
detenido
esta foto y el texto
mery sananes19 diciembre 2024
mery sananes
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