sábado, junio 30, 2012

LAS ALAS DE TU TRISTEZA



 
No termina junio sin que
las alas de tu tristeza
den cuenta de tu nacimiento
en la arcilla de una madre
que se ausentó de improviso
sin saber que tú la aguardabas
como si supieras que ella 
vendría a dejar sus arrullos 
en tus silencios y a dibujar 
sobre tus párpados una
constelación de imanes una
encrucijada de ríos una
flauta traversa por donde
cupiera aquel canto del sur
que siempre te acompañó

Remontaste el tiempo
abrazada a una ausencia
que nunca comprendiste
y a una piedra antigua
sobre la cual dejabas
tus besos guardados en el
armario de un diminuto
pañuelo que contenía
todas las lágrimas vertidas
en un epitafio que nunca
se escribió

Cuántas veces te vi
arrodillada sobre las losas
encendiendo lumbres sobre
una lámpara de aceite
y una diminuta mariposa
que se iba en vuelo hacia el
país de las nostalgias

Los junios celebrábamos
a solas el ritual de las
almendras  y te veía
sonreir como si te pudieras
escapar en ese gesto hacia
la latitud de tus diásporas

Yo me enlazaba  en tus cabellos
para ingresar por ellos al envés
de tu mirada y dejarte allí
la sal de los días y el solsticio
de un calendario aferrado al
horizonte de una luna
sin menguantes

Los junios regresabas
a sembrarte en una despedida
de la que nunca partiste
y allí en esas horas silentes
te escapabas en los pliegues de
un telar y con los hilos entre
tus dedos  retabas a las piedras
hasta acunarte por el instante
de un suspiro en los recintos de
un te quiero solemne
como un kyrie

Yo te aguardaba con un
manojo de abrazos hasta que
julio irrumpía sonoro
con su estación de cantares
 
Y ahora junio es un campo 
de nueces un sembradío de higos
una granada que madura
en el espejo simétrico de tus
bendiciones y se esparce como 
un arroyo en el asombro de unos 
niños que te nombran y reinventan
en el campanario de sus risas
y el sinfin de sus imaginerías


30 de junio del 2012
mery sananes

1 comentario:

Álvaro Salandy dijo...

Poema, puro, enigmático y caluroso. excelenteñ