lunes, octubre 19, 2015

LOS CANDILES DEL MAÑANA

Luna creciente del 18 de octubre del 2015


Y quién dice
que en el sueño
no navega la diurnidad
y que no hay vigilia
en la hora en que los párpados
recrean la noche
en el interior de las pupilas
tan sólo para que resplandezca
más alto el amanecer

Quién dice que en los mediodías
solares no se fraguan
los candiles del mañana
y que en el alba esplendorosa
no se intuyen los naranjas
de los atardeceres

Es el corazón del hombre
en el que no se detiene
ni de noche ni de día
en su paciente oficio
de irrigar la vida
con su combustible
aliñado de azahares
y siemprevivas

Si la noche la inventó
el día para irse de fuga
con la luna a buscar
en el arco azul del cielo
la iridiscencia de los luceros

Si las auroras nacieron
para ir a darle cobijo
al canto dúlcimo de los azulejos
para que en las madrugadas
vayan a teñir de azules
los incendios del día

Si los ojos se cierran
para hacer estallar un concierto
de estrellas fugaces
que apacigüe el vendaval
de los hornos alfareros

Quién dice entonces
que en ese tiempo
de duermevela no florece
la cosecha de besos
que algún día inundará
la tierra con su aluvión
de suspiritos de agua
para dar paso a la fiesta
de la nocturnidad

Entonces las sombras serán el pasto
en el que la luna recostará
su creciente tan sólo
para izar las velas
de su barquito aventurero
para ir a regalarle al hombre
las estaciones infinitas
del amor


texto / mery sananes / 2003




1 comentario:

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Todo eso que queremos o somos del sueño, es fuente de verdades para metáforas y otros utencilios de poetas.

Me gusta leerte y aprender de ti

Gracias