lunes, marzo 20, 2023

MATEO MANAURE MÁS ALLÁ DEL SILENCIO Y EL OLVIDO


MATEO, SIMPLEMENTE QUIERO SALUDARTE!
Agustín Blanco Muñoz

Si Mateo, apenas quiero saludarte desde este punto de tierra dónde también estás tú, aunque ya marques la diferencia por habitar en una doble dimensión. La terrenal, de la que no te podrás marchar, atrapado como estás por tus propias huellas y la espiritual-sideral que ya te era familiar y que ahora te acoge con el festejo de sus oraciones de bienvenida.

Mateo, hoy sabemos que te fuiste a pintar en la tierra de los cielos y a inventar orinoquias en el alma de los atardeceres. Que sin tropeles ni embates te llevaste tu taller a la más alta dimensión para compartirlo con ángeles, chirulíes y las siempre vivas celestiales.

Pero tu advertencia de vida y obra fue y es muy clara: nadie me separará nunca de esta tierra: en ella viviré por siempre. Y es tal tu apego, amor y locura por tu terruño que cuesta mucho conseguir persistencias como la que te vimos, sentimos y que, con toda seguridad, mantendrás ante todo aquel que te pregunte en cualquiera de tus paraderos.



Sabes que dejaste una Escuela. Que tu prédica por este suelo, su libertad, plenitud y albergue de amores no se va a perder. Porque una siembra como la tuya, tan profunda, artística y humanamente elaborada, una huella de tal dimensión será rescatada, si no por éstas, por las próximas generaciones. Entonces se habrá comprendido cabalmente lo que significan los suelos de una patria en cuanto asiento dé y para todos los verdaderos amantes y militantes de la vida.

Y hoy quiero repetirte que a gente como tú, a amigos del alma y compañeros como tú, siempre habremos de agradecer el gesto de luchar para que nunca nos falten las policromías que hacen recados de flautas y violines que se nos atrincheran en las venas de sol y entregas, para que alcancemos una existencia  al lado  de los dioses  infinitos de la creación de mañanitas, en plegaria ante los luceros que apuntan hacia la liberación de todos los hombres.

Por eso Mateo, no hemos venido a despedirte. Quienes aquí estamos asumimos el compromiso de aceptar y vivir tus enseñanzas. Y esto lo hacemos por la convicción de que no es la palabra sino el hacer de vida lo que lleva a cumplir con las dimensiones que el andar nos tiene reservadas como destino.

Mateo, en la Cátedra Pío Tamayo, donde tanto recibimos tus lecciones, te saludamos con profunda emoción y sentido de futuro y afán de seguir tus pasos creadores.  Esa búsqueda está en las palabras  de tu alumna y amiga Mery Sananes.



























MATEO SE FUE A RENACER
EN UN ESPACIO SIN SILENCIOS NI OLVIDOS
Mery Sananes

El 20 de marzo del 2018, día de una luna creciente que remontaba el azul cobalto de un cielo que había presenciado previamente un alto estallido solar, nos llega la noticia. De esas que dejan huella en los armarios del alma. 

El pincel de Mateo Manaure se detuvo en el último lienzo, para marcharse con sus colores y cocuyos a renacer en un espacio sin silencios ni olvidos.

La vastedad del azul será ahora la tela sobre la cual derramará todos los colores que integren una verdadera oración de amor al hombre, sin fronteras ni cercas. Hortelano de los suelos y rostros de su tierra, y ahora de los territorios del infinito, Mateo Manaure seguirá dibujándole al hombre un porvenir alumbrado de arcoíris. 



NINGUNA DISTRACCIÓN DETUVO SU ASOMBRO ANTE LA VIDA

Ninguna distracción logró detener su asombro ante la vida. En los espacios en blanco reconstruía un universo a la medida del hombre. En su alma revoloteaban pájaros y resonaban grillos y sapitos. Desde sus manos emergían racimos de luciérnagas, que le entregaron la lumbre con la que pintaba.

Y cada una de las formas que fueron tomando sus pinceles buscaba el mismo objetivo. Toda tu obra es un espejo para que el hombre aprendiera a mirarse a sí mismo a través de sus colores, sus trazos, sus líneas, sus simetrías y asimetrías. Y su propósito siempre fue que el hombre pudiera utilizar su propio poder creador para advertir en su alrededor esos elementos que él les entregaba.



LA CREACIÓN DE MATEO MANAURE
 UN INSTRUMENTO PARA EL PORVENIR

No hubo forma ni medio que no ensayara y hasta en sus últimos años dio cuenta de su capacidad para reinventar  su mensaje con nuevas técnicas y búsquedas. Incansable artesano del color y las formas, las abstracciones y los rostros, los atardeceres y todas las tonalidades de los suelos de su tierra, Mateo Manaure, nunca disminuyó su poder de creación ni su persistencia en convertirlo en un instrumento del porvenir.



Quien vea, estudie, se detenga ante los lienzos de MM encontrará en ellos una riqueza de tal magnitud que pareciera que de sus suelos fuesen a brotar enredaderas, que desde los rostros emergieran cantos antiguos, que de sus simetrías se produjeran fenómenos espaciales que aún no hemos comprendido.

DEJÓ HUELLAS EN CADA ESPACIO QUE OCUPÓ
EN UN EXPAÍS DE CIEGOS Y MUDOS

Dejó huellas en cada espacio que ocupó. La Universidad Central de Venezuela fue uno de los tantos escenarios de su creación. Y sus murales son una convocatoria a vencer las sombras, a dejar pasar el sol, a detener la sequía de los árboles y el destierro de las guacamayas.



Pero nuestro expaís se convirtió en un albergue de ciegos y de mudos, de hombres de espalda a la convivencia y la fraternidad, azuzados por todos los odios y las violencias, se han vuelto unos contra otros, se han convertido en sobrevivientes de una gran tragedia, y ya ni se reconocen en la flor del camino.

Del árbol sólo saben de su leña, De su hermano sólo conocen su utilidad para alcanzar un grado más alto en el barómetro de las intrascendencias. Del más allá sólo saben del sigilo y la desconfianza. El amor es una mercancía vencida.




SU OBRA ES UN LLAMADO A LA VIDA

¿Cómo internalizar entonces una obra como la de Mateo Manaure que es un llamado a la vida? Sus cuadros se venden en las subastas, guindan en algunos museos, otros los tienen en las salas de sus casas. Pero su propósito sigue sin cumplirse.



Un cuadro de MM es un paisaje detenido, un atardecer o un amanecer que queda fijado en la pupila como una señal. En sus trazos crecen bosques inmensos, enredaderas de todas las florerías, y el color subterráneo de los sueños aun no realizados.



Como quien recogiera ese paciente trabajo del hombre común que labora diariamente esos suelos y que reverencia el milagro del crecimiento y la complicidad con el agua.

¿CÓMO Y DONDE CABE LA OBRA DE MATEO MANAURE EN ESTE EXPAÍS HECHO DE RUINAS?

Sus líneas geométricas son coordenadas que hay que descifrar para saber en qué direcciones erradas andamos y cuáles deberíamos transitar para un saber, un conocimiento y una ciencia nuevos para el hombre y no en su contra.



Uno se pregunta ¿dónde y cómo cabe la obra de Mateo en este expaís hecho ruinas? Los rostros que fue recogiendo en su largo trajinar  por estas tierras traen otro mirar, rescatan lo que podría ser, si algún día la violencia cesara y la acumulación no se hubiese convertido en el único sentido de la vida.


Y SIN EMBARGO ES AHORA CUANDO SU OBRA ADQUIERE
MAYOR RESPLANDOR

Y sin embargo, es en estos tiempos de opacidad y tragedia, de lágrimas vertidas y por verter, cuando la obra de Mateo adquiere mayor resplandor y su mensaje mayor contenido. Si tan sólo aprendiéramos a mirarnos a nosotros mismos a través de sus pinceladas, si escucháramos la música que mana de ellos, esa sacra tonalidad de aquello que toca la humana especie, tal vez pudiéramos comprender mejor hasta donde nos han llevado y qué hacer para defender esos suelos, esos rostros, esos cielos, esas estampidas de color y de belleza que él nos deja sembrados en cada uno de sus lienzos para que despertemos.

LOS HOMBRES DE SU DIMENSIÓN NO SE AUSENTAN JAMÁS



Y hombres de la dimensión humana de Mateo Manaure nunca se marchan. Siguen regando su belleza y esparciendo su mensaje. El hombre común – el que aún no han podido domesticar, lleva esos colores grabado en su mirada, y sus manos conocen de cerca la magia de la flor y los enigmas de los florecimientos. Lee en el vuelo de los pájaros el tiempo que le corresponde y en los luceros de la noche  las coordenadas de la luz.

De allí los recogió Mateo y los convirtió en pinceladas de porvenir para el hombre que ya no tiene acceso ni cielo ni a tierra ni a luz. Ese que sólo vive en una mortaja que le va creciendo a la medida de su vida desvivida.



Mateo los recupera y devuelve a la vida y de su mano sabemos que habremos de encontrar como hacer realidad la promesa del espejo que en su envés lleva oculto y a salvo el cántico expropiado del hombre. Seguirá dibujando y tenemos la certeza de que aparecerá cada cierto tiempo en los amaneceres sepia. En los dorados de los ponientes que anteceden la noche.



Le hicimos una promesa que aún no cumplimos. Y tendrá su seña  y su respiración en cada letra. Mientras, nos juntamos a Cora, amorosa compañera de Mateo desde hace muchas décadas, a sus hijos, a los suyos.
Desde esta su casa hecha de lumbres que nos enseñó a amar.

JAMÁS HABREMOS DE DESPEDIRNOS DE MATEO MANAURE

Por todo eso, Mateo, ni te despedimos ni venimos a decirte adiós. Jamás lo habremos de hacer. Seguirás dictando sus lecciones como Maestro Floricultor en las aulas de la Cátedra Pío Tamayo y el Centro de Estudios de Historia Actual. Nosotros, tus alumnos, venimos a expresarte que cada día vamos a esparcir cada vez más tu condición de Maestro de estos espacios, donde queda sembrada tu huella de libertad, belleza, creación, sensibilidad mayor y el más profundo de los amores por la humana condición que nombran y la que tú has querido que sea.



Porque tú Mateo eras y serás un militante de las auroras para ir de lienzo en lienzo dejando recados de la necesidad  que tenemos no de mirar sino de sentir,  hacer y tener la vida, no como simple goce, sino para hacer de ese oficio labor de trascendencia que se convierta en mañanita de amores para todos.



AQUÍ TE QUEDAS MATEO POR SIEMPRE EN ESTOS SUELOS
QUE HICISTE TUYOS PARA ESPARCIR SUS FRUTOS

Mateo, queremos que en esta hora de tu vuelo, tengas la certeza de que te quedas por siempre en estas tierras dando tus lecciones de lo que es verdaderamente un territorio de nación, independencia y libertad. Suelos para albergar amistades fraternas y los valores capaces de pintar intensa y profundamente la existencia. Y por eso podemos decirte: Gracias, Maestro Floricultor y Constructor de porvenires a partir de los colores de las almas de manjares y caramelos.

Hasta luego Maestro, amigo, compañero de aventuras, andares y persistencia. Y te repetimos lo que tanto sabes, que te queremos mucho, mucho, muchísimo!!


Palabras leídas por Agustín Blanco Muñoz, el miércoles 21 de marzo del 2018, al saludar la partida hacia nuevos derroteros del artista, creador y amigo de muchas décadas, Mateo Manaure y publicado ese dia.






1 comentario:

Anónimo dijo...

Extraordinario .