sábado, octubre 26, 2019

ALGÚN DÍA EL PORVENIR LLEVARÁ SU NOMBRE



¿Qué palabras inventar para nombrar
un ser que escapa toda medida?

Derrama una luz que le entregó julia
para que la encendiera cada vez que
los días o las horas se estremecieran
de sombras

Jamás se ha doblegado ante una
Injusticia armada de la magia que
le enseñó salvador recogida en
trochas y caminos que no llegaban
a sitio alguno

Siempre logra alcanzar la dimensión
de quien la requiere y tanta vastedad
entregada con amor infinito sigue
sorprendiendo cada día como si fuera
un milagro

Atenúa tristezas fortalece todo lo vivo
y nadie habrá de encontrarla sin un manjar
entre sus manos ni una flor en su mirar

Cultiva cielos con la misma pasión
con que la que recoge el mar en un
pañuelo para que no le falte a quien
nunca lo ha visto

Sabe de hierbas y entre sus manos
los frutos adquieren un dulzor cuyo
secreto sólo ella conoce

Archiva documentos como quien
siembra semillas en la memoria que
no existe y lo hace de tal forma
que algún día el porvenir llevará
su nombre

Pocos la conocen en verdad
pero todos la requieren porque
siempre habrá de extraer de sus
valijas algún encantamiento que
le devuelva la respiración al
desahuciado la sonrisa al triste
ruta al extraviado

Su sabiduría le viene de las estrellas
y de las raíces de los árboles de
su infancia de los cuentos de su
padre y de los secretos del pan de
horno que su madre maceraba en
la memoria de sus antepasados

Entre sus dedos los pájaros reviven
y cuando poda una rama siempre y
cuando sea en creciente el árbol
recobra su cadencia de brisa y la flor
se despliega en todo su esplendor

Ella ahora cosecha secretos propios
que comparte con todo aquel que
los necesite y desde su juglaría
del vivir extrae las esencias para
entregárselas a los tiempos que
van siendo

Ha soñado siempre con un mundo
que aún no existe pero ha conocido
corazones claros como amaneceres
y por ellos jamás ha perdido esa
esperanza que guía cada uno de sus
pasos aguardando que se multiplique
el amor y prevalezca sobre el odio
y por ello sus soledades están pobladas
de esos enseres que ella fabrica para
abrirle agujeros a la oscuridad y
vergeles a las sequías

Su espíritu aparece en cada acción que 
acometemos cada palabra que escribimos 
cada ofrenda que trenzamos en los lechos
de las lágrimas vertidas y en el reverbero
de los suspiros que aun retenemos en
la vasija de nuestros días


texto / mery sananes
foto / danielita barrolleta
26 octubre 2019







3 comentarios:

PeBoRe dijo...

Cómo comentar algo tan hermoso si las palabras se quedan trabadas en el aliento?

El Toro de Barro editorial dijo...

Recoge el mar en un pañuelo...
qué hermosa e inesperada metáfora para la generosidad...
en estas pequeñas cosas se distingue el poeta verdadero del que sólo es un escribidor de versos.

Sara Aniyar dijo...

Maravilloso, muy hermoso! También la foto me gusta!