Lienzo de Roberto Chirinos
El sol en su laberinto
dibuja sus enigmas
trazando tibias arenas que
giran sin otra coordenada que
el silencio y la ausencia
de un hombre que las recorra
Sobre ellos algunas ramas
secas dibujan un diálogo
mudo
¿Acaso en sus filamentos
de fuego se encienden
los cauces que transitan
los duendes de un tiempo
detenido?
¿O vibra en sus curvaturas
ese temblor de estrellas
que Van Gogh estremecido
descubrió una noche en
su mirar?
El pintor recoge con
precisión la tela que nos
toca a nosotros concluir
¿cumpliremos esta tarea?
De Roberto se dicen muchas cosas, pero no sobre sus lienzos. Se decía que era un loco, como esos locos de pueblo, de los que todos hablan, pero de los que muy pocos se detienen a descubrirle su alma.
A Reverón tanbién un día lo tildaron de loco, hasta que alguna vez descubrieron que nadie había logrado descifrar la luz del caribe como el lo había hecho.
Roberto no ha tenido la misma suerte aunque un escritor amigo quiso que la portada de su libro fuese un lienzo suyo. ¿Qué nos ocurre que nos deslumbramos con cualquier cosa pero no sabemos reconocer el destello de un artista que trabaja con el alma?
Hoy César Seco me envió la fotografia del lienzo que aquí reproduzco y publicó un texto sobre Roberto Chirinos que es de indispensable lectura. He aquí el enlace.
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